LA SUEGRA

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Pasaron varios días desde nuestra llegada del viaje todo había trascurrido bien, también con Nathie habíamos quedado que ella vendría pronto pero sin fecha. La semana próxima al viaje vendría, ADASSA la mama de Mau, había pasado todo el día nerviosa, quedamos en cenar, creo que casi ni hablaba y tanto Ainara como vero, estaban preocupadas porque yo era muy habladora cuando me lo proponía, luego de terminar clases en la tarde fui a mi casa, me duche y me arregle con una falda larga y suelta de color marrón, camisa blanca algo transparente y blanca, nada muy formal.

Llegue al lugar donde había quedado con Mauricio y su mama, que era algo tranquilo, sencillo, pero semi—formal, cuando me baje del taxi las manos las tenía súper fría, y sentía por todo mi cuerpo un frío increíble, sentía que caminaba con dificultad, trate de calmarme, me dije a mi misma: todo está bien solo conocerás a tu suegra, a mi SUEGRA, la mujer más importante para la vida de mi novio, que si no le gustó nada va a pasar, es una cena relajada, ¿a quién le miento? , estaba súper nerviosa, por el amor a Jesucristo tenía que gustarle a esa mujer, porque sé que sino esta relación seria de mil demonios, aparte que a la suegra hay que tenerla de nuestro lado, le envié un mensaje a Mau para que saliera.

Cuando salió estaba vestido hermosamente, tenía puesto un pantalón beige, una camisa manga larga azul como de jeans, cuando lo vi creí haber visto a dios, porque mis ojos se iluminaron y Salí casi corriendo a abrazarlo, le di un beso corto, no le di tiempo a reaccionar mucho.

—Wow pero mi novia sí que esta hoy expresiva de su amor— me tomo el rostro y me dio un beso, suave de esos que tratan de calmarte— pero haber mi amor, ¿Por qué tienes las manos tan fría? ¿Porque estas así? — me miro con el ceño fruncido.

—Mauricio, por el amor al cielo, estoy nerviosa ¿no ves? — dije sarcásticamente.

—Pero si ya apareció mi Rosie, con su sarcasmo, me parecía extraño que estuvieras tan efusiva de repente— lo mire con ganas de derretirlo con la mirada, si soy efusiva, es porque soy efusiva, si no lo soy es porque arruino momento ¿Quién lo entiende?

— será difícil de entender que estoy nerviosa porque voy a conocer a tu mama, Que debo de agradarle porque es la mujer más importante para ti? — lo juro estaba que lloraba cuando estoy nerviosa me pongo algo así de bipolar. No soy de otro planeta pero si me sentía de vez en cuando una niña no muy normal, por lo general los hombre huyen a conocer a sus suegras en mi caso siempre yo le había huido, eso me ponía muy nerviosa.

Mau me abrazo por un rato y luego se echó a reír, lo mire nuevamente con ganas de matarlo, quería borrarle su sonrisa, ya me tocara a mi cuando le toque conocer a mi mamita.

—princesa, dije lo del sarcasmo, porque es algo común en ti y ya, eso no me molesta, ahora no estés tan estresada ni nerviosa por favor, solo quiero que seas como eres tú por favor, mi mama es súper cariñosa y sé que se llevaran bien— termino, me dio un beso y me tomo de la mano, mientras yo solo repetía, AMEN, AMEN QUE ASÍ SEA, POR FAVOR DIOSITO NO DEJES QUE JODA ESTO.

Entramos y las manos se me ponían más frías, Jesús, me daría una hipotermia en las manos, al llegar a la mesa donde estaba la mama de Mau, ODASSA, no era alta, era piel oscura, morena, cabello castaño claro, con el flequillo pintado de rubio, a los hombros, ojos color café como los de Mau, usaba gafas, se vestía muy actual la señora y se mantenía muy bien, tenía una sonrisa muy linda como que relajaba.

Mauricio hizo las respectivas presentaciones para luego rodar la silla para sentarme, su mama ya se había sentado y el hizo lo mismo. Yo solo sonreía, ya hasta me temblaban mis cachetes por mantener la sonrisa tanto tiempo.

—Rosie y ¿cómo fue que se conocieron? quiero saberlo todo, porque el niño aquí dice que no sea metiche, pero sé que como eres mujer nos entenderemos y me contaras— pregunto y miro a Mauricio le dio un guiño y se giró para sonreírme— tu tranquila nena, quiero que seamos amigas y llevarnos bien, no me veas como una suegra gruñona—que alivio.

Un Gol Directo al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora