Cuando llegamos decidimos hacer sándwich para desayunar, nos sentamos a comer y hablamos un rato. Luego de terminar fui a lavar lo que ensuciamos, estaba viendo la cafetera esperando que el café estuviera listo, cuando de repente siento una mano en mi cintura, me giro con una sonrisa pícara.
—Hola— dice Mau acercándose a mí.
—Hola príncipe—cuando él estuvo lo suficientemente cerca, se pegó a mí y cerró los ojos, empezó a respirar fuerte, no sé en qué momento hacer café se estaba tornando un poco romántico y sexy a la vez. Hablo bajito y dijo:
—Me encanta tenerte cerca, sentir tu aliento cerca del mío, respirar tu olor, me encantas, princesa—Menos mal que tenía los ojos cerrados, porque yo tenía una especie de cara sorprendida con enamorada a la vez, y no sé si eso exista pero así me sentía.
—A mí también me encantas, tenerte conmigo, me encanta todo de ti, tus besos, caricias, aliento, pucheros, tus ojos, todo príncipe, todo tú me encantas— le empecé a tocar suavemente su nariz, sus labios, enrolle mis manos en su cuello mientras le roce suavemente mis labios, abrió los ojos y me miró fijamente.
—Te amo Rosie, yo sé que te da miedo demostrar tus sentimientos, sé que prácticamente soy tu primera relación formal, pero permíteme demostrarte que eres importante para mí y que estaría dispuesto a muchas cosas por ti—Yo solo podía mirarlo, perderme en sus ojos color miel y ver que todo lo que decía era de corazón.
Con todo esto sabía que debía por un momento bajar mis muros y abrirle completamente mi corazón, debía dejar de un lado mi sarcasmo y hablar con el alma, pues si debía volverme completamente cursi con Mauricio hoy.
—Tengo miedo, no sé qué tanto dure esto Mauricio, me da miedo amarte más, de que si no funciona mi corazón quede totalmente destrozado, pero TE AMO, TE AMO y yo también estoy dispuesta a todo por ti—Comencé a llorar pero sin dejar de mirarlo no podía, estaba siendo sincera debía ver su reacción.
No dijo nada solo se acercó, suspiro y me beso, tomo mi labio inferior lentamente, luego el superior y empezó a delinearlo con su lengua, lo repitió dos veces más para que luego su lengua entrara completamente a mi boca para encontrarse con la mía y que las dos jugaran, lo tome del cabello, mientras que su mano bajaba por mi espalda acariciándola suavemente, ese beso me estaba dejando sin aliento, nos separamos para respirar, los dos estábamos sonriendo tiernamente. Me tomo de la mano, no dijimos nada, solo caminamos.
Al llegar a su cuarto Mau me sonrió un poco perversamente y fue caminando hasta pegarme de la pared.
—Oiga señor, me puede explicar porque esa mirada y sonrisa tan pervertida—Río sonoramente, tomó de mis manos y las puso arriba de mi cabeza.
—No tengo ninguna mirada ni sonrisa perversa, solo estoy mirando a mi novia que me parece sexy—Fue mi turno de reír.
—Pues tu novia sexy, te pide que la beses ¿puedes? — Asintió, se acercó y tomó mi labio inferior pero en vez de besarme lo mordió y tiro de él, para luego besarlo suave y cortamente, empezó a besarme por el cuello mientras que yo ya empezaba a sofocarme y a moverme porque en el cuello tenía mucha cosquilla.
Sin soltar mis manos bajó y dejó besos por toda mi clavícula, luego subió y empezó a besarme pero esta vez no tiernamente, más intenso, su boca reclamaba mis labios fuertemente.
—Hoy quiero que seas totalmente mía, quiero hacerte el amor princesa—Si ya estaba empezando a sofocarme, sus palabras solo sirvieron para que me sintiera perdida en sus palabras.
—Quiero ser tuya amor, quiero que me hagas el amor—Y no necesito más, soltó mis manos y empezó a quitarme el sweater, luego quitó los tirantes de mi vestido y lo dejó caer para solo dejarme en ropa interior, me miró lentamente, lo cual me hizo sentir nerviosa y se mordió el labio.
—Eres hermosa—Le sonreí y quité su sweater y pantalón para dejarlo en bóxer, luego empezó a besarme, me tomó de las piernas haciendo que me enroscara en él y caminó hacia la cama, me solté de él para que con delicadeza me acostara en la cama, se colocó encima de mí y sentí su ya creciente erección.
Lo empecé a acariciar en la espalda mientras que sus manos subían y viajaban lentamente por mis muslos, sus besos eran embriagador, más que nunca, sentía que flotaba, las luces estaban apagadas pero de igual forma abrí los ojos cuando dejó de besarme para ir poco a poco bajando hasta llegar a mis senos, desabrochó el sostén y los besó uno por uno despacio succionando cada uno de los pezones, haciendo que mi piel se erizara y curvara la espalda, cuando un gemido se me salió me miró y no pude evitar acércame para besarlo otra vez.
Quedamos sentados con las piernas entrelazadas, mientras nos mirábamos, después de unos segundos empezó a besarme por los senos, haciéndome echar hacia atrás hasta quedar acostada y él fue bajando hasta llegar a mi parte baja y quitarme la braga, cuando me imagine lo que iba a hacer trate de protestar pero ya era tarde, con su lengua empezó a hacer círculos en mi clítoris, ya estaba húmeda de tantos besos y caricias, siguió jugando, mientras que yo me agarraba de las sábanas y gemía, llegue a mi clímax.
Nunca había sentido algo así, no era que yo era muy activa sexualmente, en mi relación anterior era más solo por química íbamos más al grano sin mucho juego previo. Mau fue subiendo lentamente y me sonrió de medio lado de esa manera que lograba derretirme y hasta creo que ya estaba nuevamente mojada.
—Quiero sentirte dentro de mi amor, hazme tuya—Le pedí, se quitó su bóxer y quedó en descubierto su gran erección, que no es porque sea mi novio pero si estaba muy bien dotado, buscó un preservativo y se lo puso.
—Te amo Rosie—Dijo. Se posicionó entre mis piernas, poco a poco fue entrando en mí, mientras que me miraba fijamente para ver mi expresión—¿estás bien amor? — preguntó dudoso, solo asentí y siguió entrando en mí, en lo que estuvo totalmente dentro solté un gemido, se acercó y me beso, metí mi rostro en su cuello, siguió con sus embestidas que empezaron lentamente pero luego fueron aumentando, abrí un poco más piernas para sentirlo más y me levanté un poco, cerré los ojos cuando sentí su embestida.
—Mierda Rosie, me vas a volver loco— Abrí los ojos, le sonreí y me besó posesivamente—Eres mía, estoy jodidamente mal por ti—El romanticismo creo que se le olvidó por un momento.
Siguió con sus embestidas que sinceramente no fueron muchas para hacerme llegar porque ya yo estaba por alcanzar mi clímax nuevamente y lo hice para que después lo hiciera él, que luego se recostó en mi pecho, sentía como su respiración iba calmándose mientras que le acariciaba el brazo. Mierda por primera vez había tenido dos orgasmos en un mismo día y de esa manera, era algo mágico, estar con la persona que amas y entregarte por completamente.
—Eres el primero que me hace sentir tantas emociones y me hace sentir unos grandiosos orgasmos, gracias príncipe— cerré mis ojos, mientras sentía que él se levantaba y me besaba la nariz.
—Gracias a ti princesa por este momento, por entregarte a mí de esa manera, por volverme loco—Sentía su mirada pero no abrí los ojos, solo sonreí.
—Mírame Rosie, no me gusta no ver tus ojos—Abrí mis ojos, su mirada estaba brillosa tenía un hermoso brillo, verlo sonreírme después de aquel momento y de lo que me había dicho, terminó por bajarme todas las defensas y las lágrimas que había contenido salieron.
—Joder Rosie, ¿Por qué lloras? ¿Qué dije de malo? ¿Te lastime? — me miraba preocupado, como podía pensar que me había hecho o dicho algo malo si le acabo de dar las gracias, puse mi dedo en sus labios.
—Lloro de felicidad, porque lograste hoy romper mis muros, bajar mis defensas, lloro por el mágico momento y porque mierda Mauricio te amo, nunca había amado a nadie como te amo a ti, nunca me había entregado a nadie como lo hice hoy—Seguí llorando y me besó, lo tomé del cuello y lo pegue más de lo que ya estábamos, suspire en el pleno beso, TE AMO dije sin romper del todo el beso.
Se puso a mi lado, nos cubrimos con la sabana y me abrazó, creo que después de un rato de que el pasara su mano por mi cabello me dormí.
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Un Gol Directo al Corazón
عاطفيةSi me describo diría que soy todo lo contrario a cliché, pero no hay que descartar nada por más que nos suene sumamente loco. Es aquí donde me pondría a pintar todo una historia de esas fresas que debo aceptar me encantan y aunque yo por el contrari...