Estaba en la oficina de Max, el aún no llegaba pero sé que era lo que lo que quería, discutir conmigo. La puerta se abrió, yo salte en el asiento, sentí como se acercó a mí y me tomo de cabello tirando de este con tal fuerza que me levanto de donde estaba. Sentí su respiración acelerada en mi cara, pocas veces se ponía así y esto era malo muy malo para mí.
—¿Dime por qué mierda lo besaste ? —siseó sin separar su cara de mí.
—Yo... Yo.... —No paraba de tartamudear, pero en segundos tuve una repuesta—. Yo no lo bese, el me besó y pensé seguirle el juego para que se uniera al club.
Soltó mi cabello y suspire .Pero me abofeteó tan fuerte que caí al suelo y volvió a tomarme de este.
—No pienses, de eso me encargo yo, soy el maldito jefe —gritó y no pude contener más la lágrimas.
—Lo… Lo... Lo siento, no volverá a pasar, lo juro —dije llorando sin más, temblaba, temblaba mucho.
Se separó un poco y estampo su boca contra la mía, mis labios dolían y sangraban por el impacto del golpe pero no le importó. Me daba asco besarlo pero si no lo hacía, podía pasar una noche en el averno, como se le decía, nadie salía de ahí sin unos cuantos moretones y marcas en todo su cuerpo. Escuché cómo se desabrochaba el cinto y sabía que no era para golpearme. Posicionó mi cuerpo contra el escritorio y podía ver lo que viene después. Subió poco a poco mi pequeño vestido y tiro de mis bragas rasgándolas y deshaciéndose de ellas. Separó un poco más mis piernas y entró en mí de una sola estocada sacándome un grito por el dolor que me ocasionaba. Me sujete del escritorio mientras él me penetraba fuertemente a su gusto, de vez en cuando me nalgueaba con todas sus fuerzas y yo trataba de aguantar ya que me dolía por qué no lubricaba. Él no me excitaba en absoluto. Este seguía en lo suyo hasta que terminaba y me sacaba de su oficina sin más, pero en esta ocasión fue diferente después de follarme como se le vino en gana, ahí parada me dijo:
—Hiciste que el cliente se quedará, con una condición vendrá dos veces más y si sigues impresionándolo invertirá en el bar. MÁS TE VALE QUE INVIERTA si no serás como las otras, no solo bailaras sino que después de bailar tendrás que acostarte con los clientes que sean necesarios hasta el amanecer. Escuchaste —me amenazó sin más—. Ahora vete y no rompas nada en el pasillo sino mandaré a azotarte y sabes que a Theo le encanta tenerte si ropa allá abajo en el averno.
Me estremecí de pies a cabeza, no tenía mi bastón como caminaría sin derrumbar nada.
—¡Afuera! —grita y yo empiezo mi caminar temerosa de no derrumbar nada.
En estos momentos odio mi vida y más ser ciega. Cuando por fin llegó a mi pequeña habitación, donde conozco todo, sin esperar me derrumbó en mi cama. Intento dormir pero mi mente solo está ocupada en como haré para que el Ruso invierta en el prostíbulo, pero no solo eso, me causa mucha curiosidad por qué me besó después de ver mis ojos. Nunca nadie después de verlos hacía eso; solo me golpeaban o me insultaban. Me levanto de mi cama tomo una ducha y ahora si me acuesto para descansar. Mis ojos se abren de golpe por la maldita alarma que suena en todo el piso donde se encuentran las prostitutas, lo he aprendido a golpes en estos años que he estado aquí, es que debes obedecer o te irá muy mal.
Por ejemplo yo tengo unos cuantos beneficios por ser un monstruo o como me apodan aquí Potwór no me acuesto con los clientes. Sólo tengo que aguantar a Max que es el jefe del prostíbulo y a Theo el jefe de los guardias aunque él no puede follarme solo me toca todo lo que puede cuando soy castigada y me mandan al averno. Salgo de mis pensamientos cuando la cocinera me interrumpe gritándome que tome el desayuno y me retire. Con mi bastón voy buscando un sitio básico para comer en paz hasta que me topo con Graciela la prostituta con más clientes de todas por ser la mejor en el sexo.
—Pero miren quién está aquí Potwór —dice y todas se ríen ante su comentario.
No le prestó a tención e intento seguir por el camino hasta q caigo al suelo donde mi desayuno se derrumba y sé que no me darán otro.
—Puedes creerte mejor que todas aquí por ser una hermosa mujer de cabello rubio ojos azules con cuerpo perfecto pero por dentro tu corazón es tan oscuro y putrefacto que jamás alcanzarás a ser feliz.
Escupo sin ninguna vacilación, sintiendo un impacto fuerte en mi mejilla y ser tirada del cabello.
—Te mataré algún día Hasley, lo haré te lo juro.
En mi cara se refleja una gran sonrisa de victoria, demás se sobra decir que la cabreé y eso no lo logran muchas.
—Deberías soltarme ahora, si no el guardia que no necesito ver para saber que está ahí, te separará de mí y te llevará al averno otra vez y sé que no te agradará ver a Theo con el látigo y sus otros juguetes allí abajo.
Mi sonrisa se expande más transformándose en una mueca y giro mi cara para que pueda ver mis ojos aunque no la vea puedo saber dónde está, sé que mis ojos no le gustan y la incomodan cada vez que me ve. Me suelta y yo me incorporo, salgo de allí para ayudar a Camil con la limpieza de la sala VIP. En lo que pueda para después ensayar la presentación de esta noche. Me visto, esta noche me toca un conjunto de demonio que pedí consiste de que era una mini braga, que en el comienzo de las nalgas tiene una cola larga rozando el suelo, donde en la punta tiene un corazón, la parte de arriba es un top rojo de encaje que solo tapa los pezones de mis tetas. Además de que hoy llevo a juego con mi vestimenta mi cabello rojo suelto a todo su esplendor. Me posicionó detrás de la cortina que pronto se abrirá, soltando un susurro:
—Que empiece puto show.
Hello mis queridos lectores, hoy solo quiero que me digan que les está pareciendo está historia, que les gusta, lo que no les gusta excetera, todoncon debido respeto, si no les gusta nada pues les recomiendo que se vallan. Gracias ☺️
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Las réplicas del amor
Acak-¿Qué quieres de mí Caésar? -pregunto sin preámbulos. -Todo. -Siento como me toma de la cintura fuertemente y me acerca con rapidez a él-. Quiero todo de ti o ¿es acaso que no te das cuenta? -Siento su respiración en mi cuello que sube lentamente ha...