Al despertar miro hacia los lados. Se ha convertido en una costumbre comprobar cómo están los chicos. Zeke duerme profundamente, como siempre. Pero Dedrick no está. Todo mi cuerpo se activa. Tranquila, seguro que está pescando.
Tienes razón. Inmediatamente me dirijo al riachuelo. No se encuentra allí. Me tenso todavía más. Vuelvo para despertar a Zeke.
Pero ya está despierto, junto a él de espaldas, se encuentra Dedrick. Al oírme se gira.—¿Dónde estabas?—pregunta tranquilamente.
—¡¿Qué donde estaba?! ¡¿Se puede saber que te pasa?!—tiemblo de la rabia—¡No vuelvas a hacerme esto!, ¿me has entendido? estaba muy preocupada.
Espero unos segundos pero no responde. ¿Cómo puede no decir nada? Le empujo por el hombro.
—¡Di algo!
—Lo siento.
Me relajo un poco aunque me esperaba una respuesta más larga.
—¿Sabes lo que me pasaría si te ocurriera algo?
Se encoge de hombros.
—Celebrarías una fiesta por haberte librado de un pesado—bromea.
No estoy para sus bromas.
—Una parte de mí moriría contigo—confieso.
Busco su mirada pero el solo mira mi blusa. Pero al fijarme veo que no mira mi blusa, sino su camisa. La sigo llevando puesta.
Que vergüenza. Noto calor en mi cara. Lo que me faltaba. Rápidamente me la quito y se la ofrezco. La acepta divertido, por mi repentino enfado y por mi sonrojo.—Yo... emm... es que yo no, no me di cuenta—trato de justificarme abochornada.
Se abrocha los botones y yo me quedo embobada mirando su abdomen tonificado. Por favor, concentración. ¿Cómo es posible que no me hubiese dado cuenta de que no lleva nada en el torso? Porque te gusta más su figura así. No me ayudas. No lo intento.
—Bueno vale, Bren está loca por ti—dice Zeke dirigiéndose a Dedrick—ahora me podéis decir dónde os habíais metido.
—Lo primero no estoy loca por Dedrick.
Mentirosa. Me mira con cara de «lo que tú digas»
—Y segundo había ido a buscarle.
—Había ido a ver si nos habían seguido.
—Bueno, pues ahora qué está todo aclarado, ¿qué hay para desayunar?
Zeke es un pozo sin fondo en el que entra la comidaNo se ni como no se ha muerto de hambre.
—Podemos cazar un pájaro—propone el príncipe alemán.
Le miro horrorizada.
—¡NO! Pobre pajarito.
—He aquí la defensora de los animales.—Se burla Zeke.
—Lo peces también son animales.
Mientras tanto Dedrick se ríe. No se cuando, pero he empezado a odiar que se lleven tan bien.
—Voy a buscar bayas.—digo indignada.
—Voy contigo.
Como siempre Dedrick se ofrece a ayudarme.
—No necesito ayuda.
—Vamos, quiero pasar tiempo contigo.
Suspiro. Sonríe entusiasmado.
***
—¿A dónde quieres llegar?
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Un trono de tormento y susurros
Teen FictionBreena es una chica que tras la muerte de su hermano queda heredera al trono, nunca pensó que fuera tan difícil ser reina. Junto a Dedrick, el príncipe con el que debe casarse, recorre un largo camino de tormento y susurros. Ella está rota y él es l...