Abril terminó quedándose dormida ya que la sirvienta nunca volvió, al parecer tampoco iba a tener sus tres comidas en ese lugar, ella suspiró con gran pesar y dijo.
Abril:- ¿Cuándo será el momento en el que podré comer todo lo que quiera?
Abril se tocó el estómago y comenzó a hablar con él.
Abril:- Estómago por qué siempre te tienen que castigar de esta manera, preferiría una paliza si con eso obtengo mis tres comidas.
*Toc toc*
El sonido de la puerta siendo tocada hizo que Abril se alegrará, quizás era el momento de su primera comida.
Abril:- Esperó que hayan traído la cesta con frutas que pedí.
Abril volvió a hablarle a su estómago que gruñía del hambre.
Abril:- Tranquilo estómago, por fin llegó la hora de comer.
Abril se levantó de la cama y abrió la puerta, la sirvienta que no había llevado su comida estaba frente a la puerta, ella llevaba las manos vacías.
Mente de Abril:- Será que no tengo derecho ni aún sola comida en este lugar, no estarán pensando en matarme de hambre, ¿Verdad?
Pensó Abril mientras fruncía el ceño.
Abril:- ¿Dónde está mi comida?, ¿Por qué no la has traído aún?
Sirvienta:- Lo siento, se me olvidó.
Mintió descaradamente la sirvienta.
Abril:- Pues ve y tráela inmediatamente.
Sirvienta:- No será necesario, su majestad la está esperando para cenar.
Los ojos de Abril se iluminaron, la sirvienta pensó que era por qué iba a cenar con el rey, pero en realidad eso era lo que menos le importaba a Abril, ella lo único que quería era tener una buena comida, no le importaba si era en unas caballerizas o juntó a un hombre que decía que la mataría con la mirada cada vez que la veía, a ella lo único que le importaba era llenar su estómago con una buena comida.
La sirvienta llevó a Abril hasta el comedor real donde, la esperaba su majestad, el rey. Cuando Alessandro la vio llegar parecía que quería lanzarle el cuchillo que sostenía en su mano y atravesar su cabeza, cualquiera hubiera temblando de miedo ante esa mirada, sin embargo, Abril ni siquiera le prestó atención a su mirada, la comida había captado por completo su atención, ella tomó su lugar en la mesa junto al rey, inmediatamente tomó una cucharada de la sopa que tenía frente a ella y se la metió en la boca.
El rey la miró con desprecio y le dijo.
Alessandro:- Al parecer el rey Venobich no educó adecuadamente a la princesa, sus modales son horrorosos.
El rey tenía razón sobre los modales de Abril así que ella no se sintió ofendida en absoluto y siguió comiendo su sopa. Ella se la acabó toda y luego siguió con la carne, luego con el pescado, ella dejo los platos completamente limpios; Alessandro tuvo la impresión de que no le habían dado de comer en años, ella comía como si fuera su última comida.
Abril probó todo lo que había en la mesa, había cosas que ella en su vida había probando como la carne de cordero, ella estaba tan feliz por esa comida que por poco y llora de la felicidad.
Alessandro alargo su mano para tocar el cabello rizado de Abril, estaba todo alborotado ya que había estado durmiendo, cuando ella sintió su mano tocando su cabello se quedó completamente quieta, se preguntó si el rey la mataría en ese instante, ella cerró sus ojos y pensó.
Mente de Abril:- Por lo menos me dejó tener una buena cena antes de morir.
Alessandro:- Si no fuera por el color de tu cabello pensaría que eres un mendigo de la calle.
Habló el rey con la voz cargada desprecio, Abril abrió sus ojos al sentir que él retiraba su mano y pensó.
Mente de Abril:- Al parecer no me quería matar, solo quería comprobar que mi cabello fuera real y no teñido.
Abril no dijo nada, por experiencia sabía que cuando un hombre estaba enfadado lo mejor era quedarse en silencio, no decir nada para endurecerlo aún más ya que con eso solo hacía que la castigarán.
Cuando ella vivía en el palacio y replicaba algo el mayordomo que iba de vez en cuando a visitarla para asegurarse de que aún no había muerto, la castigaba sin comida durante dos días enteros, en ocasiones fueron hasta tres días seguidos de ayuno, desde ese entonces Abril había decidido que lo mejor era quedarse en silencio escuchando los regaños sin replicar.
El rey se levantó molesto y le dijo.
Alessandro:- Vuelve a tu habitación, el verte hace que se me revuelva el estómago.
Abril ya había comido hasta saciarse, aunque no había tenido la oportunidad de probar el postre, ella asintió con la cabeza y se levantó de la mesa. Cuando volvió a su habitación Abril le pidió a la sirvienta que la ayudara a quitarse el vestido, pero ella alegó que estaba ocupada y se marchó rápidamente.
Abril suspiró profundamente preguntándose cómo iba a hacer para quitarse el vestido, cuando de pronto ingresó el rey a su habitación, ella lo miró con desconcierto preguntado se qué hacía ahí si hacía solo unos minutos le había dicho que de fuera por qué no quería ver su cara.
Mente de Abril:- Es verdad, está es nuestra primera noche de casados.
Eso explicaba lo que el rey hacía ahí.
Alessandro:- Aún llevas ese estúpido vestido, es ridículo que pretendas ser una novia ya que toda esta boda no es más que una farsa.
El rey se río con amargura y le dijo.
Alessandro:- Jamás te trataré como mi esposa, nunca tocaré tu asqueroso cuerpo, quién sabes con cuántos hombres habrás estado antes de mí, escúchame bien princesa Abril, jamás tendrás mi corazón, ni siquiera un lugar en mi cama y a partir de este día procura no cruzarte en mi camino, por qué si lo haces puede que pierda los estribos y terminé matándote.
Después de decir todo lo que quería sin darle oportunidad de hablar Alessandro salió de la habitación tirando la puerta con fuerza. Abril sabía que el rey la odiaba, aunque nunca se imaginó que tanto.
Abril:- Al parecer tampoco soy bienvenida en este lugar, solo esperó que no me hagan aguantar hambre, puedo con todo menos con eso.
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La Esposa Olvidada
RandomAbril era la primera hija del rey Venobich, un hombre cruel y despiadado... Derechos de autor: Patricia Maradiaga