Cuando Alessandro volvió a sus aposentos esa noche vio a Abril muy asustada, normalmente ella siempre se veía nerviosa pero ese día parecía aún peor.
Alessandro:- ¿Qué te pasa?
Abril:- Hoy Lady Elizabeth me ha explicado cómo se hacen los bebés y es horrible.
Respondió Abril con los ojos vidriosos. Alessandro se preguntó qué era lo que le había dicho lady Elizabeth para que ella se pusiera en ese estado, él no sabía si era mejor no haberle dicho nada. Alessandro se sentó en el borde de la cama y preguntó.
Alessandro:- ¿Qué es lo que te dijo exactamente lady Elizabeth?
Abril:- Dijo que algo duro y grande iba a entrar en mi cuerpo y me iba a doler un montón, yo no quiero eso.
Alessandro:- Creo que lady Elizabeth no te ha explicado correctamente.
Abril:- ¿Entonces no me va a doler?
Alessandro sabía que la primera vez podía ser dolorosa para una mujer, él podía mentir diciéndole que no dolería, sin embargo por alguna razón no quiso hacerlo.
Alessandro:- Quizás duela un poquito, pero también es algo que se sentirá bien.
Abril:- De verdad.
Alessandro:- Si.
Alessandro le dio un suave beso en los labios, Abril se le quedó mirando y le dijo.
Abril:- No me gusta el dolor.
Alessandro:- Solo duele la primera vez, después solo hay placer.
Abril no sabía si creerle o no, pero tampoco tenía muchas opciones, él al ver que ella dudaba tanto le dijo.
Alessandro:- Hoy solo te besaré.
Abril:- Los besos son aterradores.
Respondió Abril al recordar que la noche anterior sentía que se ahogaba.
Alessandro:- Los besos no son aterradores, simplemente no sabes besar, deja que te enseñe.
Alessandro tomó su rostro entre sus manos, con el pulgar acarició su mejilla suavemente, sus labios tocaron los suyos, fue un simple roce, pero después sus labios se apretaron con un poquito más de fuerza, Abril estaba conteniendo la respiración, Alessandro le dijo.
Alessandro:- Respira, si lo haces no te ahogaras.
Abril hizo lo que Alessandro le dijo, él continuó dando pequeños y cortos besos, hasta que ella dejó de temblar, hasta que se acostumbró a aquel acto de juntar los labios que se llamaba besar.
Él subió de nivel, pasó su lengua por sus labios, saboreándolos como si los estuviera probando, después chupo él labio inferior y profundizo un beso, Abril sentía que su rostro ardía, era como si de pronto tuviera fiebre, su respiración se volvió entrecortada y sentía un extraño hormigueo en su cuerpo, Alessandro siguió besándola, sus besos dejaron de ser tiernos e inocentes y se fueron volviendo intensos, introdujo su lengua en la boca de Abril, masajeándola lentamente, eso la asustó, ella lo apartó y se quedó mirándolo con el rostro teñido de rojo.
Abril:- Eso me dio miedo.
Mente de Alessandro:- Supongo que este beso fue demasiado para ella.
Pensó Alessandro mientras la veía y le dijo.
Alessandro:- Creo que por hoy ya es suficiente, será mejor que nos vayamos a dormir.
Abril se metió entre las mantas y se cubrió hasta la cabeza, Alessandro se acostó a su lado, esa noche ella no lo abrazó, si no que se quedó un lado, inmóvil. Al día siguiente Alessandro se despertó primero que ella, normalmente a él siempre le costaba levantarse ya que solo lograba dormir unas cuantas horas, pero desde que Abril dormía con él se despertaba descansado y lleno de energía, él se preguntó si se debía a su poder.
Después de cambiarse se quedó mirando a la princesa, ella se veía sumamente pequeña en aquella gran cama.
Mente de Alessandro:- Está demasiado delgada
Dijo en su mente. Al salir de sus aposentos fue al comedor a desayunar y le ordenó al mayordomo que se encargará de que la princesa tuviera una buena alimentación. Ese día dos sirvientas fueron a despertar a Abril, le ayudaron a vestirse aun cuando ella insistió que no era necesario, cuando salió de los aposentos del rey, el mayordomo se acercó a ella y le dijo.
Mayordomo:- A partir de ahora sus comidas serán en el palacio.
Abril considero molesto el tener que ir hasta el palacio a comer todos los días ya que su pequeña casa quedaba lejos del palacio principal, ella respondió.
Abril:- No es necesario.
Mayordomo:- Ha sido una orden de su majestad. Ella sabía lo que significaban esas palabras.
"Es una orden del rey, no puedes negarte"
Abril suspiro pesadamente, odiando la idea de tener que pasar tanto tiempo en el palacio principal.
Mayordomo:- Hoy tiene su primera clase con sir Sirius, vamos a comer o se le hará tarde para su clase.
Abril caminó detrás del mayordomo, mientras caminaban por los pasillos le dijo.
Mayordomo:- Lady Elizabeth también vendrá esta tarde, así que debe permanecer en el palacio todo el día.
Abril asintió con la cabeza y en su corazón deseo que eso acabara lo más pronto posible para que pudiera volver a sus tranquilos días, ella se sentía incómoda estando en el palacio porque siempre escuchaba el murmullo de las sirvientas burlándose de ella y mirándola con desprecio, ella no era bienvenida en ese lugar y nadie se molestaba en ocultarlo.
Ese día Abril no pudo volver a su pequeña casa que se había convertido en un refugio para ella, durante toda la mañana Sirius estuvo enseñándole los principios de la magia, la comida en el palacio fue lujosa y deliciosa ese día, pero ella seguía deseando volver a su pequeña casa.
Durante la tarde estuvo con lady Elizabeth, ella continuó enseñándole más sobre los deberes de una esposa. Cuando llegó la hora de la cena, una de las sirvientas fue a buscar a Abril, ella la llevó hasta el comedor en donde estaba Cassian y Alessandro, ella se sorprendió ya que había pensado que comería sola, Cassian le dijo.
Cassian:- Siéntate junto a mi Abril.
Abril se sentó junto a Cassian y se preguntó por qué ellos la estaban acompañando a cenar esa noche. Cassian no había podido ver a Abril durante todo el día por que ella había estado muy ocupada, cuando llego la noche su pierna comenzó a dolerle, por eso él le había pedido a una de las sirvientas que la llevara al comedor para que los acompañara durante la cena, él se lo había comentado a Alessandro poco antes de que ella llegara, él no dijo nada pero tampoco parecía haberse molestado, Cassian se preguntó si su relación con la princesa estaba mejorando.
ESTÁS LEYENDO
La Esposa Olvidada
RandomAbril era la primera hija del rey Venobich, un hombre cruel y despiadado... Derechos de autor: Patricia Maradiaga