El mayordomo estuvo un buen rato intentando convencer a la princesa que volviera al palacio, sin embargo, no hubo manera de hacerla cambiar de opinión, al final el mayordomo tuvo que volver al palacio y reportar a su majestad que la princesa se había negado a volver al palacio.
Alessandro:- ¿Por qué se ha negado a regresar?
Mayordomo:- Dijo que prefería vivir en ese lugar que, en el castillo, su majestad.
Alessandro:- Está bien, déjalo, cuando me encuentre mejor la traeré de vuelta, envía sirvientas para que estén a su cuidado.
Mayordomo:- Si su majestad.
A las pocas horas el mayordomo envió a varias sirvientas para que atendieran a la princesa, cuando ellas vieron a la princesa con los pies descalzos y las ropas llenas de tierra la miraron con desprecio, pero hablaron cortésmente.
Sirvientas:- A partir de hoy cuidaremos de la princesa.
Abril:- No quiero, váyanse.
Sirvientas:- No podemos, está es una orden de su majestad.
Abril tomó un cubo de agua sucia que había estado usando para lavarse las manos llenas de barro y les dijo.
Abril:- No las quiero cerca de mí, váyanse o le tiraré está agua.
Sirvientas:- No sea caprichosa princesa, seremos su ayuda.
Abril:- Durante años no la he tenido, ahora no la quiero así que váyanse.
Las sirvientas siguieron insistiendo hasta que Abril les lanzó el cubo de agua sucia encima, con las ropas empapadas corrieron nuevamente al palacio real, ellas fueron directamente al mayordomo y le dijeron.
Sirvientas:- La princesa es una mujer cruel y viciosa, ella nos tiró agua sucia aun cuando solo queríamos ayudarla.
El mayordomo suspiró pesadamente y envío a otras sirvientas, todas las que iban miraban con desprecio y burla a Abril, ella no quería a alguien así a su lado, preferiría vivir sola olvidada por todos.
Abril las recibió a todas con un cubo de agua sucia, al final incluso lo encontró divertido y empezó a esperarlas con ansias, ella disfrutaba ver cómo quedaban y cómo reaccionaban después de quedar empapadas de agua.
Al final ella terminó usando agua limpia ya que ni siquiera le daban tiempo para tener agua sucia. Abril sabía que todos la tenían como una mujer malvada aun cuando eran los demás los
que eran malos con ella, por primera vez decidió comportaste como los demás la veían.Abril estaba sentada en una silla frente a la puerta esperando a que las sirvientas tocaran la puerta para abrir y lanzarles el cubo que tenía a un lado.
Abril:- Espero que pronto se aburran y dejen de venir a molestarme, aunque encuentro algo divertido el hacer esto todas las mañanas.
Cuando tocaron la puerta Abril se levantó muy contenta, tomó el cubo con agua y tras abrir la puerta tiró el agua, pero cuando vio la persona que estaba frente a ella abrió los ojos como platos y deseo que la tierra se la tragara, era Alessandro, él la veía con cara de asombro mientras el agua escurría de sus ropas.
El mayordomo había mandado varías sirvientas a la pequeña casa en la que vivía la princesa para servirle, sin embargo, todas regresaban con las ropas empapadas de agua y alegaban que la princesa era malvada y que siempre les lanzaba un cubo con agua con una gran sonrisa en su rostro.
El mayordomo cansado de esa situación fue a reportarle a su majestad lo que estaba sucediendo, él le había dicho que le dejara a él hacerse cargo de la princesa, Alessandro había ido personalmente a hablar con Abril, pero nunca se imaginó que iba a tener tal recibimiento, él frunció el ceño, se veía claramente molestó, cuando él levantó su mano Abril retrocedió, él sacó un pañuelo de su bolsillo y aunque también estaba empapado lo uso para limpiar su rostro.
Alessandro:- ¿Qué significa esto?
Abril:- Yo no sabía que era su majestad.
Tartamudeo Abril con temor, ella había ofendido al rey, solo esperaba que su cabeza no saliera rodando por el suelo. Alessandro entró en la casa y cerró la puerta detrás de él, Abril se preguntó qué estaría planeando hacer con ella.
Alessandro:- Trae algo para secarme.
Ordenó con voz severa. Abril hizo lo que le ordenó y le dio una toalla para que se secará.
Alessandro:- ¿He ordenado que vuelvas al palacio, Por qué no lo has hecho?
Abril:- Porque no quiero.
Alessandro:- Esa no es una respuesta, ¿Cuál es la razón para que no quieras volver al palacio?
Abril:- No me gusta.
Alessandro:- ¿Prefieres vivir aquí como una pordiosera?
Abril:- Si, prefiero este lugar que el palacio, por favor permita que me quedé en este lugar.
Alessandro:- Es absurdo que una princesa viva de esta manera, debes mostrar la dignidad de la realeza.
Abril:- Qué más da, de todas formas, nadie me verá.
Murmuró Abril con la cabeza gacha.
Alessandro:- Deja de murmurar y mirarme cuando te hablé.
Los hermosos ojos dorados se clavaron en los de Alessandro, esperando atentamente a lo que él diría. Alessandro se dio cuenta que ella aún seguía usando sus viejos vestidos, se fijó que el largo del vestido era cortó y que no era digno de una dama, ella mostraba sus piernas sin ningún pudor, y se dio cuenta que ella iba descalza, le dijo.
Alessandro:- Eso que llevas puesto ni siquiera se le puede llamar ropa, en verdad eres una princesa desvergonzada, no me imagino que clase de educación tuviste.
Abril usaba vestidos cortos ya que eran más prácticos a la hora de trabajar y sobre su educación ella nunca había tenido tal cosa, Abril murmuró.
Abril:- Pero si nunca la he tenido.
Alessandro:- Eres una verdadera molestia, acaso no puedes vivir de manera tranquila sin molestar a nadie.
Esas palabras molestaron a Abril, desde que había llegado a ese palacio ella se había quedado encerrada en silencio en una habitación, aun cuando era molestada por las sirvientas no se quejó, incluso había salido herida y había sufrido dolor, pero ella nunca se quejó, esa era la primera vez que ella decía que no quería algo, era primera vez que deseaba que su vida en ese pequeño lugar no se derrumbara, ella apretó la falda de su vestido con fuerza, ya no podía seguir callando, como una olla hirviendo ella explotó. _
Abril:- ¿Qué me quedé tranquila?, Eso es lo único que he hecho desde que llegué a este lugar, he sido ignorada y maltratada pero nunca me quejé, solo me quedé en silencio, su majestad se olvidó que existía durante 3 años, por qué no hace lo mismo ahora y me deja vivir tranquilamente en este lugar, ¿acaso eso es mucho pedir?, ¿tanto es el odio que su majestad me tiene que ni siquiera se me puede permitir vivir en esta parte tan alejada del palacio en tranquilidad?, ¿Que he hecho para que su majestad me odie tanto como para hacer mi vida miserable?, Dígamelo porque no lo entiendo, por qué todos me odian cuando nunca he hecho nada.
Abril comenzó a llorar, las lágrimas rodaron por sus mejillas, esa era la primera vez que Abril le decía a alguien cómo se sentía, la primera vez que lloró frente a alguien más, la primera vez que deseó que sus palabras fueran escuchadas.
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La Esposa Olvidada
LosoweAbril era la primera hija del rey Venobich, un hombre cruel y despiadado... Derechos de autor: Patricia Maradiaga