Capítulo 20

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--¿Hay algo que necesites en este momento, Hyunie? Si lo hay, por favor no dudes en decírmelo. Quiero que te sientas como en casa-dije en el camino y sonreí.

--Por el momento estoy muy bien preciosa, gracias. Lo que sea que necesite, te lo haré saber-sonrió- Estoy nervioso por conocerlos-susurró.

--No tienes que estarlo. Ellos te aman.

--¿Enserio?

--¡Pero claro! Eres una persona muy genial y transparente, les agradaste al instante.

--Me siento feliz de que sea así-respondió con el mismo lindo brillo en los ojos como cuando le regalé el globo de helio en el aeropuerto.

Caminamos hasta llegar a la sala y al ingresar a aquel ambiente, mi madre y Álvaro se encontraban de pie al lado del sillón más grande junto a dos amplias sonrisas.

--¡Bienvenido Hyun!-exclamó mi madre en inglés y se acercó a él para darle un abrazo.

Hyun correspondió algo tímido pero bastante educado.

--Es un gusto conocerte, Antonella. Te agradezco mucho por haberme recibido en tu casa.

--No hay nada que agradecer cariño, ojalá te sientas muy cómodo aquí-sonrió.

--Gracias-dijo Hyun y miró a Álvaro.

--Un gusto conocerte Hyun, soy Álvaro-sonrió y le extendió la mano.

--El gusto es mío, que tal-respondió Hyunie y correspondió a su saludo.

--¿Cómo estuvo el viaje?-intervino mi madre.

Y a partir de allí iniciamos una breve conversación que llegó a su fin al cabo de 15 minutos ya que mi madre entendió las miradas que le comencé a enviar.

Es obvio que moría por estar con Hyunie a solas.

--He comprado helado de menta con chocolate para nosotros-dije sonriente hacia Hyun- ¿Ustedes también desean?-pregunté hacia mi madre y Álvaro.

--No hija gracias, nosotros ya nos vamos a dormir. ¡Oh y eso me recuerda! Hyun, mañana haré un almuerzo de comida italiana por tu llegada, espero que te guste.

--Claro que si Antonella, muchas gracias-dijo Hyun y se reverenció.

--Por cierto, quería saber si podemos invitar a algunas personas al almuerzo...-dije.

--¿Como quienes?-me preguntó Hyun.

--A mis amigas de la universidad. ¿Estaría bien?

--Hmm, ¿No es riesgoso?

--La verdad no. O sea... Ellas también son VIP pero se comportarán a la altura, estoy segura. A demás que son muy confiables y las conozco bien...

--¡VIPS! Eso es peligro total... ¿Tú confías en ellas?

--Absolutamente.

--Entonces no hay problema. Si tú confías en ellas, yo también lo haré-sonrió.

--Bien, en ese caso mañana compraré más cosas para el almuerzo. ¿Invitarás a tus mejores amigos no? Los cuatro-me preguntó mi madre.

--Si, si mamá-dije distraídamente.

--Ok, ya todo esta claro. Los dejaremos solos. Ponte cómodo Hyun, es tu casa eh-sonrió mi madre junto a Álvaro y ambos se retiraron a su habitación.

--Vamos a la cocina por el helado-sonreí y le ofrecí mi mano.

--Por supuesto-dijo sonriente- Pero primero quisiera colocarme mis pantuflas, por favor. No soporto estar dentro de una casa con zapatillas... Todos los microbios de la calle los estoy trayendo aquí.

Por Un TravesuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora