Por Un Travesura

Capítulo 61

--¿El novio?-preguntó Daniel.

--Era mi padre-sonreí un poco nerviosa.

--¡Gracias por aclararlo! Ya me había asustado.

--¿Asustado?-pregunté confundida.

--Yo me entiendo-rió- ¿Qué harás más tarde?

--¿Más tarde? Hmm, no tengo planes. ¿Por qué?

--Tengo un par de amigos de aquí, podríamos ir a una discoteca los seis, yo voy con ellos y tú llevas a Kiko y Hyo, ¿qué dices?

--Bueno, no es mala idea. Pero tengo más amigas en la universidad, unas tres. ¿Les aviso? Si voy sin ellas, se van a poner celosas de Kiko y Hyo.

--Excelente idea, mamacita-dijo en español, me guiñó el ojo por tercera vez y sacó su celular- Voy a avisarle a mis amigos.

--Está bien-asentí un poco nerviosa y volví a la cocina con el resto.

Él vino atrás mío y nos unimos a la conversación que duró media hora más.

De ahí, mi madre decidió ir a comprar comida para almorzar todos.

--Dani y Ari, pongan los platos y todo eso en lo que nosotros vamos-sonrió mi mamá y abordó su camioneta junto a Álvaro, quien iba en el piloto- Kiko, Hyo, vengan con nosotros para que paseen un poquito por Perú y nos digan que desean comer.

--Si, señora-respondieron ambas.

--Sólo Antonella, nada de señora-rió mi madre junto a Kiko y Hyo y ambas abordaron la camioneta.

Álvaro la puso en marcha y se fueron.

--Bueno, yo pongo los platos y tú los vasos. Te lo facilito-reí hacia Daniel.

--Tan linda tú, gracias-sonrió y me siguió hacia donde estaban esos objetos.

Me paré frente al repostero a sacar seis platos y de pronto sentí que Daniel estaba atrás mío.

--¿Qué haces?-murmuré un poco nerviosa.

--Ayudándote-susurró en mi oído y tomó los platos- Las nenas no pueden coger tanto peso, eh-sonrió y se separó de mí.

¡Había estado totalmente pegado a mi cuerpo! Me pone muy nerviosa, no lo voy a negar...

--Gr-gracias...-tartamudeé y retrocedí. Lo observé caminando hacia la sala... Realmente tiene un cuerpo envidiable para cualquier hombre... Y el color de su piel hace un contraste lindo con su cabello... Sus ojos también resaltan mucho... Y su sonrisa, uf, ni que hablar...

De pronto mi celular comenzó a sonar, haciéndome desconcentrar de mis pensamientos. Al ver la pantalla era Hyunie.

--¡Amor!-exclamé nerviosa pero feliz de escuchar su voz.

Daniel, volteó y me quedó mirando.

--Pensé que me llamabas a mí-rió Daniel y lo miré con las mejillas rojas.

--¿Cómo estás? Ya te extraño mucho...-dijo mi novio.

--Y yo a ti mi vida. Estoy bien, ya llegamos felizmente. Todo ha estado bien.

--¿Nos podemos ver en Skype?-preguntó Hyunie.

--Claro-asentí.

--En la TV de la sala, amor.

--S-si amor...-respondí un poco nerviosa. No quería que Hyun viera que Daniel estaba aquí y menos que se enterara que estábamos solos. Podría desconfiar. Pero no puedo hacer nada, encendí la televisión y abrí Skype- Ya está cargando, Hyunie.