Capítulo 47

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Bajé el cierre de su pantalón y en un abrir y cerrar de ojos, cambiamos de posiciones. Esta vez yo estaba arriba.

Abrí único botón que me impedía mayor contacto con su miembro y deslicé su pantalón hasta sus tobillos.

Dios, cómo amo sus piernas... Su piel es tan suave que hasta tengo envidia. Me coloqué en medio de ellas y aparté mi cabello hacia un lado.

Tomé su gran hombría con la mano derecha y comencé a estimularlo de arriba hacia abajo como él me enseñó.

Después de unos minutos repitiendo esa acción y viendo como ponía tensa su mandíbula, decidí metérmelo a la boca, sorpresivamente.

Él abrió los ojos y soltó un quejido muy sensual. Succioné la punta repetidas veces y luego bajé hasta la baje, tratando de lograr que ingresara todo en mi boca.

Hice esto varias veces y con toda la velocidad que pude para darle todo el placer que él quisiera y, aunque suene extraño, me excitaba hacerle esto.

De pronto colocó sus manos en mi torso y me puso de pie. Cambiamos de posición a la misma de un inicio y se colocó entre mis piernas. Me deshizo de mis prendas inferiores y acarició con la punta de su nariz toda la superficie de mi intimidad. Me relamí los labios y mordí su hombro en más de una oportunidad por el estremecimiento que me causaba.

Tiré mi cabeza hacia atrás por la tortuosa sensación hasta que de pronto, su tibia y húmeda lengua, se clavó sobre mi clítoris y me hizo ver todo nublado.

Me sentía en las nubes y Hyun no me permitía pisar tierra por nada del mundo, hacía su trabajo de lo mejor.

Un movimiento rápido y uniforme sobre mi punto débil que repetía una y otra vez, haciéndome enloquecer. Por momento, introducía sus dedos en mi cavidad suavemente y todo aumentaba en mí.

Con el paso de los minutos, me salió un gemido de lo más profundo de mi ser, el cual callé tapándome la boca con las manos. Qué vergüenza...

En ese momento Hyun se detuvo y puse los ojos en blanco. Se ha dado cuenta que me encontraba a punto de llegar al climax y se ha detenido... No puede ser que me haya dejado así.

--Vamos a hacer esto mejor-susurró sensualmente y se introdujo lentamente en mi interior.

¡¡Oh por Dios!!

Hace cuánto que no sentía algo así... Lo extrañé tanto.

Sus embestidas comenzaron a tomar ritmo, velocidad y fuerza; y me colocaron más allá de las nubes.

Me aferré a las sábanas con mis uñas y tensé mis piernas. El momento tan deseado está cerca, lo sé, lo siento...

Una sensación de delirio crecía en mi interior y me dejé llevar por Hyunie, como siempre.

Cerré los ojos y desplomé mi cuerpo sobre el sillón. Alcancé el orgasmo... Esto es demasiado y eso que recién he llegado a Corea. Wow...

Mi hombre siguió embistiéndome unas cuantas veces más, hasta que salió rápidamente de mí y terminó en el suelo.

Su mandíbula se marcaba bastante por la presión que hacía y su respiración estaba bastante agitada.

Se ve tan sexy así... Me enloquece.

--Me encantaría sacarte una foto así-dije de pronto y volteó a mirarme, muy sorprendido.

--¿Hablas enserio amor?

--Totalmente-sonreí coqueta- Pero no quiero que te sientas inseguro así que... Déjame ver esta escena sólo un poco más. Así podré fotografiarlo con mi memoria-reí.

Por Un TravesuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora