Por Un Travesura

Capítulo 34

--¿¿Ehhh?? ¡Debes estar de joda!-dije aterrada ante lo último salido de su boca. Y si, solté una grosería frente a él, pero eso no me interesa ahora.

--Hablo totalmente enserio-susurró- Ji Yong acaba de amenazarme. Tengo que volver a Corea ahora mismo... Amor, lo siento-dijo al ponerse de pie.

Mis ojos se pusieron cristalinos por las lágrimas que se asomaban y me puse de pie junto a él.

--Chicos-susurró Ana muy incómoda- Yo les abro...

Caminamos en silencio hasta la salida y le agradecimos a Ana por mostrarnos todo lo que vio en internet mientras nos despedíamos de ella. Lamentablemente no pudimos pasarle la voz a su madre porque estábamos muy apurados. Hyun por el doloroso asunto que tenía que irse y yo... Simplemente para no oprimir más mi corazón y poder desahogarme en mi casa.

Al ingresar a la camioneta, reventé en llanto y los espasmos se apoderaron de mi pecho debido a la inmensa tristeza. Ok, no pude aguantarme las lágrimas hasta llegar a casa como pensé.

--¡Amor!-exclamó Hyun y me abrazó con total ternura- Por favor no llores... No... No me hagas sentir peor...-sollozó y sentí sus lágrimas caer a mi rostro y mezclarse con las mías.

--No quiero que te vayas... La peor pesadilla de mi vida, se está haciendo realidad-dije llorando.

--Ven conmigo-dijo y me quedé en silencio.

¿Y si me voy con él? ¿Y si comienzo una nueva vida en Corea del Sur a su lado?

Pero allá estaré completamente sola, no podré vivir así... A demás que desde ya todas las fans me odian y no puedo exponerme a que algo malo me suceda...

¡Y ya dije antes que no iba a dejar mi carrera por nada! No puedo contradecirme... ¿O tal vez sí?

¡Mierda!

La pena me invadió por completo de nuevo y seguí llorando.

--No puedo hacerlo. ¿Y la universidad?-pregunté.

--Tienes razón...-suspiró- Amor, conduce hacia tu casa por favor, deseo hacer mis maletas lo más pronto posible para poder irme.

Eso... Dolió... Y mucho.

--¡¡Dices las cosas con tanta tranquilidad que parece que nada te importara!! ¡¡Ni mis sentimientos ni mucho menos yo!!-grité con furia separándome de él y haciendo que se sorprenda.

--¿Cómo puedes decir eso? ¡Yo te amo con toda mi alma Ariana! Pero realmente debo irme... Ji Yong dice que el CEO ya lo sabe todo y me van a demandar por incumplimiento de contrato y horario si no regreso ahora mismo... ¡No recordé que debíamos grabar para el Inkigayo!

--Ok... Claro, entiendo. Eso es mucho más importante-respondí sarcásticamente y encendí el motor.

--¡¡¡No digas idioteces!!!-gritó exasperado- Yo me iré ahora... Pero prometo que volveré con todo en orden para poder estar juntos y gritar por todos lados que tenemos una relación.

--Teníamos-dije.

--¿¿Qué??-espetó mirándome fijamente y con lágrimas en los ojos- ¿Estás terminando conmigo?

No respondí y presioné el acelerador. Arranqué a toda velocidad y pronto llegamos a mi casa.

Ambos bajamos en silencio y él corrió a su habitación. Subí detrás de él y me encerré en el baño. Con lágrimas en los ojos y el resto del rostro, tomé mi celular y le mandé un mensaje a mi mamá.

"Todo se echó a perder con Hyun... No puedo dejar de llorar... Las fans descubrieron todo sobre su estadía aquí y no te imaginas todo lo que ha pasado, mamá... Te necesito..."

Lo envié y presioné el celular contra mi pecho con fuerza.

Al minuto, una llamada entrante de mi madre hacía que mi celular vibrara con locura.

--¿Aló?-dije con la voz quebrada.

--¡Ariana, mi amor! ¿¿Qué pasó??-preguntó muy preocupada.

--Larga historia mamá... El punto es que Hyun está haciendo sus maletas ahorita mismo... Se irá... Se irá y me dejará-dije llorando.

--Pero él volverá, mi amor... ¿O no?

--¡No me interesa nada!

--Hija por favor... Debes tener paciencia... En estos días que han estado juntos, noté que él realmente te quiere...

--¡Si realmente fuera así no se iría! ¡Él dijo que dejaría todo por mí! Pero él me mintió mamá... El mintió...-susurré aún envuelta en llanto y me recosté en el suelo.

--Ariana, estás siendo un poco egoísta... Mejor hablamos en persona, mi amor. ¡Ahora mismo salgo para la casa!-dijo y colgó.

De pronto oí que llamaban a la puerta. Asumí que era Hyun y decidí no responder. Si realmente quería irse, iba a hacerlo por sus propios medios. Estoy tan lastimada... Por sus mentiras y su manera tan relajada de decir las cosas. Mientras él quiere irse lo más rápido posible... Yo estoy aquí, llorando y sufriendo por él...

--¡Ariana!-gritó Hyun y dejé mi celular en el suelo para continuar llorando en silencio- ¡Ariana abre por favor! ¡¡ARIANA!! ¡Deja de ignorarme!-volvió a gritar y yo continuaba sollozando- ¡¡Ni siquiera eres considerada conmigo y me ayudas a llegar al aeropuerto porque no conozco nada ni sé hablar español!! ¡PERO CLARO! ¡¡Qué puedo esperar de una persona que me demostró su egoísmo y me negó su compresión cuando más la necesitaba!!

Esas palabras terminaron de quebrantar todas las ilusiones en mí y destruyeron mi alma por completo... No puedo dejar de llorar y esta vez en voz alta. Pero jamás respondí.

Hubo un gran silencio detrás de la puerta y comencé a temblar de nervios.

De pronto oí la voz de mi madre e imaginé que ya había llegado.

Pensé en salir pero preferí quedarme un rato más adentro...

Cuando me dispuse en salir, oí un portazo y el silencio reinó por doquier.

¿Por qué estarán tan callados?

Suspiré y abrí la puerta. Al salir, no vi a ninguno de los dos cerca y cuando bajé para chequear la cocina y la sala, ambos ambientes estaban vacíos.

¿¿¿¿Dónde están????

Me desesperé por la ausencia de ambos y corrí hacia la calle: Tampoco vi nada.

Ingresé de nuevo a mi casa y cerré la puerta. Corrí hacia el que había sido el cuarto de Hyun y al ingresar, caí de rodillas al suelo, llorando desconsoladamente. La habitación estaba tal cual la ordené mientras esperaba por su llegada... Esos días en los que me sentía plenamente ilusionada y moría por tenerlo a mi lado.

Me puse de pie y fui hasta la cama. Las almohada aún conservaban su delicioso aroma... Esto no puede ser verdad.

Me recosté de lado en el lugar que él siempre dormía y abracé mis piernas a mi pecho, sin dejar de llorar.

¡Oh como sufre mi corazón! Es algo tan punzante y destructor, que me hace sentir absolutamente débil y sin intenciones de seguir viviendo en este mundo, tan cruel y solitario.

Cerré los ojos y todo se volvió negro.