Capítulo 1

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"Te volví a ver hoy, caminando bajo la lluvia intensa, corriste a refugiarte frente a la caseta de vigilancia del centro comercial, hoy te veías más preciosa que otros días ¿te has cortado el cabello?, me parece que es así. Me pregunto si sigues oliendo a lavanda con toques de vainilla, o si tú cabello se sigue deslizando por mis dedos por lo suave y cuidado que lo tienes.

Se que no me quieres mas en tu vida, pero... nunca te podrás apartar de mi."

Mick termino de escribir la carta y la deposito en el sobre blanco, sin ninguna postal ni mucho menos una firma que le delatara, la guardo en el bolsillo de su chaqueta negra y camino rumbo a dejar aquella carta a su destinataria. Camino despacio y miro al rededor, cuidando su paso y evitando las miradas de los transeúntes, se colocó su gorro negro y apresuró El Paso.

El edificio en donde entregaría la carta se erguía frente a él, miró con detenimiento y vio aquel departamento que tenía la luz encendida, ella estaba en casa.

"Hola" Saludo un pequeño niño a su lado.

"Toma" Mick entrego la carta y $100 euros.

El pequeño se apresuró a cruzar la calle y pasado menos de 5 minutos el chico solo levantó el pulgar en señal de que todo estaba hecho.

Se escabulló entre las personas, observando aquella ventana impaciente, ella se asomó por la ventana, viendo a todos lados, buscándolo pero no lo pudo ver entre la gente mientras que los ojos azules de Mick no paraban de verla, podría adivinar que estaba pensando en aquel momento ella, claro que sabía que había sido el quien envió la carta, sabía que el la vigilaba a todas horas y sabía que el estaba viéndola en ese preciso instante.

Mick podía saborear el miedo que producía en ella, el cómo su piel se ponía cada vez que el enviaba una carta como su respiración se entrecortaba y como su cabeza empezaba a dar vueltas. Le gustaba darle esa sensación a ella, de que jamás se libraría de él, no en esta vida. Claro que no la mataría, no es un demente como esos, el solo la quería a su lado para siempre.

Se imaginaban escenarios perfectos en donde estarían los dos juntos, las aventuras que tendrían y como el controlaría cada espacio y parte de su cuerpo y su vida. Mick adoraba con devoción el control que le cedía Paloma, amaba como ella se postraba ante el y como el podía manejarla a su antojo. Lastimosamente ella abrió los ojos y lo había botado hacía unos cuantos meses, pero para Mick nunca finalizó, solo fue un pequeño descanso y ella volvería.

No importaba si la estaba haciendo sufrir en estos momentos, lo que importaba era que ella volviera a sus brazos, en busca de paz. La Paz que solamente el podría ofrecerle, porque como le dijo Mick antes de finalizar la relación aquella tarde de verano "Paloma, puedes huir, esconderte pero... ¿crees que no volverás?, la única manera en que tú vuelvas a sentirte segura es a mi lado. Mi amor, yo no estoy loco... tu eres la que no quiere que esté tranquilo" le dijo mientras le acomodaba el cabello y Paloma tragaba en seco, esa fue la última vez que había hablado con ella.

Y ahora le tocaba observarle desde la distancia, apreciándola, diciéndole al viento "Tan perfecta como aquel día que se fue. "

Madness | F1 FanFicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora