Madness | F1 FanFic

Capitulo 30.

Paloma no sabía si quiera si estaba viva o muerta, su cuerpo estaba sentado en la primera fila del funeral de su esposo pero su alma estaba perdida, su mirada era vacía y llena de tristeza.

Deseaba que todo aquello fuera una mentira, pero en realidad sabía que no podía serlo cuando miro a su alrededor y sus dos gemelos se aferraban al ataúd de Mick, gritando con desesperación para que su padre los volviera a cargar.

Paloma recibía pésames, abrazos, consuelos pero ninguno era suficiente, solo quería verle de nuevo, con sus ojos azules abiertos y una sonrisa en su rostro. Quería verlo y abrazarlo, decirle que lo amaba y que jamás pararía de hacerlo.

Los pilotos de la fórmula uno, se fueron formando para poder darle el pésame a la familia de Mick, ninguno de ellos tenía el valor suficiente para dar el primer paso, todos guardaban silencio mientras varias lágrimas bajaban de sus rostros. Seb, encabezaba aquella fila, un último adiós a su Niño de oro.

Paloma se levanto con sus últimas fuerzas y fue directo hacia el ataúd marrón de Mick, todos guardaron la respiración, Sebastián camino con un paso firme, mordiéndose los labios para evitar que las lagrimas volvieran a salir, quiso pronunciarle unas palabras a Paloma.

"No va a volver" fueron las palabras de ella al verlo "Seb, no va a regresar" Paloma se acurrucó en el pecho del mejor amigo de Mick.

Sebastian, no pudo siquiera pronunciar una palabra, sus manos temblaban, al igual que las de Paloma. "Se lo que sientes, yo también lo he sentido" Sebastián, la miro a los ojos y limpio con delicadeza sus lágrimas. "Paloma, yo perdí a mi Hanna, ¿lo recuerdas?, ella también se fue y se llevó a la única prueba de amor de ambos, tu tienes a tres preciosos ángeles que te harán recordar a Mick" Seb, la volvió a abrazar y ella, se echó a llorar como niña en el pecho de su padre.

Charles, sentía como el corazón se estaba partiendo, hubiese querido que el estuviera en ese ataúd y no Mick, si eso significaba que Paloma no sufriera.

Seb, la aparto de todos y la llevo a la última fila.

Los pilotos restantes fueron presentando sus respetos, a Corinna, Michael y Gina. Cada uno guardaba silencio, limpiaban con delicadeza unas cuantas lágrimas que pudiesen resbalarse de sus ojos.

Charles busco un asiento libre y quedo a pocos metros de Sebastián y Paloma, quien la abrazaba y acomodaba su cabello, los gemelos corrieron rumbo a Seb.

"Seeeeeeb" gritaron al unísono, Paloma se enderezó, apartándose de Sebastián, los niños subieron al regazo de quien ellos conocían como su tío / padrino. Este los abrazo tan fuerte.

Michael y Corinna se acercaron a ellos, Charles miraba desde lejos, con el corazón destrozado y una tristeza que inundaba su alma.

"Le hice una promesa, Michael. Al igual que la hicimos tú y yo." Sebastián miro a Michael sereno. "Yo estaré al pie del cañón, cuidándoles, por Mick..." Sebastián miro a los pequeños y Paloma.

"Se que lo hiciste, se que yo también la hice contigo y créeme, Sebastián, que no tengo cómo agradecértelo" Michael apretó la mano de aquel que se había convertido no solo en amigo de él y su hijo, sino un miembro más de su familia.

Paloma se limpio las lagrimas y Michael la ayudó a levantarse. "Paloma, gracias por amar y por haberle regalado una familia a Mick" Michael la abrazo y sin contenerse soltó varias lágrimas "Gracias por haberlo hecho feliz"

Paloma se limitó a sonreírle "Yo soy la que siempre estaré en deuda con el, cuando todo se fue al carajo el fue el único que me dio su mano, me dio una familia y... un amor que era tan diferente, lejos de ser Perfecto pero... nunca me dejo" Lo último lo dijo mirando a Charles.

La despedida para siempre de Mick, se llevó acabo, un par de palabras, abrazos y condolencias, flores, trofeos, medallas todo estaba en aquella pequeña capilla.

Paloma, se quedo sentada en la primera fila con los 2 gemelos a su lado y su hija en sus brazos, mirando como el cuerpo de Mick descendía para jamás volver. Soltó un suspiro, miro al cielo teñirse de gris "siempre fuiste tú" dijo ella al aire mientras unas gotas de lluvia empezaban a caer.

Corinna y Gina, corrieron por los niños para refugiarlos de la lluvia mientras Paloma, se quedó parada frente a la ahora lápida de Mick, la lluvia se intensificó y todos corrieron para refugiarse menos ella, permaneció ahí, parada en medio de la tormenta.

"Paloma" Charles le grito para que se fuera a refugiar y ella parecía estar absorta en sus pensamientos. "Paloma, vamos" el la tomo de la mano y ella por primera vez, lo miro directo a los ojos. "Paloma, vamos, todos están huyendo de la tormenta"

"Como tú lo hiciste, no quiere decir que yo también lo deba de hacer" Paloma recalcó. "No porque tú le temas a la tempestad y siempre busques la tranquilidad significa que yo también, el fue el único que se quedó, el fue el único que me quiso, me protegió mientras personas como tú solo me tuvieron en su vida de paso, buscando solo el lado bonito y cuando las cosas se pusieron negras prefirieron moverse e irse" Paloma lloraba mientras que sus lágrimas se confundían con la lluvia.

"Paloma..." Charles quería disculparse, pedirle perdón, humillarse ante ella pero sus palabras no le permitían.

"Paloma, ¿vamos?" Sebastián, corrió hacia ella con una sombrilla negra. "¿O quieres quedarte aquí?" El le pregunto con ese toque de amabilidad que Charles había jurado en otra circunstancia hubiese sido de coqueteo.

"Me quiero quedar Seb, no me pienso ir hasta que terminen" Paloma hablo con tristeza, Charles se quedó en su lugar, sin moverse.

"Charles, no te preocupes, yo me encargo" Sebastián lo volteo a ver, dándole un pequeño golpe en su hombro y Charles soltó un suspiro.

"Me gustaría acompañarles, quiero quedarme a pesar de la tormenta" Paloma sentía que aquellas palabras de Charles eran directamente para ella, pero solamente decidió ignorarlas.

Seb, le sonrió con desdén y junto su cuerpo más con el de Paloma, rodeó con su brazo los hombros de ella y la acomodo, para que ella no pasara frío ni la lluvia la mojará más. Protegiéndola, cuidándola como Mick le hubiese gustado.