Capitulo 37

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Charles miraba por la ventana del hotel la ciudad, repasaba frente al espejo una y otra vez sus líneas cuando la viera.

"Hola Paloma, siento muchísimo lo de Mick" Charles negó con la cabeza "¡oh por Dios! Sueno como si hubiese sido una buena noticia" grito exasperado.

Lorenzo lo miro desde el fondo de la habitación "Si, de hecho suena así"

"¿Como le debo de decir?" Charles se rascaba la cabeza en modo de preocupación "lamento lo de Mick, espero que sepas que cuentas conmigo ¿suena mejor?" Lorenzo medio sonrió y se acerco a él.

"Suena mejor, pero venga. Es hora" Charles sentía como su cuerpo se movía en modo de gelatina, el camino se le hizo eterno.

Era un día nublado, había una leve y ligera capa de lluvia, Charles llevaba un implacable traje negro, al igual que el resto de sus compañeros. Miro y saludo a cada uno de ellos, en la zona de los pits, justo fuera del equipo de HAAS aún se conservaba la cara de Mick.

Una fotografía de Mick sonriendo y rodeada de una corona de flores lo hacían entender que ese era el lugar, pocas sillas estaban acomodadas. Charles se sentó en la primera fila, de mano izquierda, a su lado, Daniel Ricciardo.

Ambos conversaron un poco pero la conversación se tensó cuando Daniel, soltó un par de lágrimas por su compañero. Charles no podía con el nudo en la garganta que tenía y miro de reojo a Lorenzo quien se había sentado varios asientos atrás.

Charles giró su vista cuando todos se levantaron y la miro entrar, acompañada de Sebastián. Llevaba su cabello suelto, había perdido peso, Charles lo noto inmediatamente, llevaba un par de jeans oscuros y una gabardina negra, unos sneakers y una bufanda que la cubrían del frío. Sebastián tomó de las manos a los gemelos y Charles sintió como aquello una traición.

Ella empujaba la carriola, en donde supuso que iba la péquela Gretel. Ella se acomodo en el asiento principal de la fila de la mano derecha y una fila para presentarle los respetos, se hizo de inmediato. Charles fue de los últimos, algunas la abrazaban, otros tomaban la mano de los pequeños.  Su turno llegó y fue cuando la vio a los ojos que entendió, el amor así duele.

El no dudó en abrazarla, Paloma sintió como aquello una sensación de una corta alegría. Los labios de Charles temblaban "Paloma... yo... lo siento" Ella se limitó a sonreírle y la voz de Franz lo hizo voltear a verlo.

"Red, red" señaló el pequeño botonier que llevaba Charles en la solapa de su traje.

"Es mi coche, ¿te gusta el mío?" Charles se inclinó hacia el pequeño, mientras que Lewis, se acercaba a ella a darle sus condolencias. Franz asintió "Venga, te lo pondré" Charles se lo saco y miro a Paloma y ella solo asintió con la cabeza, dándole permiso de ponérselo a su hijo. "Un día Franz, tendrás tu propio auto" Charles toco la mejilla del gemelo y se fue a su lugar.

Seb tocó el micrófono y empezó a hablar, agradeciéndole a cada uno de sus compañeros y acompañantes por haber ido a ese pequeño y privado homenaje.

"Mick, para mi Mick, fue algo más que mi compañero de parrilla." Seb aclaro su garganta y miro a Paloma "Mick, fue el hijo que mi mejor amigo me pidió que cuidara y no lo supe hacer, soy padrino de sus hijos, Franz y Fritz." Los señaló quienes lo miraban con detenimiento "Mick se fue a corta edad, no puedo hablar de lo que hizo detrás de escenas pero de lo que estoy seguro, es que hizo una preciosa familia" Charles negó con la cabeza "Es por esa preciosa familia, que hoy he querido organizar este pequeño homenaje al mejor ser humano que pude haber conocido, Mick, siempre será Mick Schumacher el que falleció en una carrera, pero para cada uno de nosotros Mick, será el que nos regalaba una sonrisa, el del auto blanco que hizo hasta lo imposible para que su familia lo viese como el mejor y lo logro, logro que tanto sus padres como su esposa, lo vieran como un gran campeón, tanto fuera como dentro de la parrilla. Los pequeños Franz, Fritz y Gretel, son muy pequeños para recordar la grandeza de su padre, pero es la responsabilidad de cada uno de nosotros hacer que estos pequeños y que el mundo, no olvide el nombre del Niño de oro. El Niño que se convirtió en hombre, en padre y esposo" Charles sintió como aquello era un pedazo de mentira, si el no hubiese dejado a Paloma en aquel hospital, nada ni nadie lo hubiese podido detener.

Madness | F1 FanFicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora