Paloma reclinó su cabeza en el cristal, miraba los árboles a la velocidad máxima que iba Joe, el aroma del piloto de aquella camioneta la inundaba hasta las pupilas. Su aroma era fuerte y paloma, pensó en Seb.
Seb, oh querido Sebastian...
Paloma Quito el nombre de su compañero en los últimos meses y volteó a ver a Joe, su mirada era fija en el camino.
Paloma se dedico a observarlo detenidamente, sus cejas eran escasas, apenas y podía ver una diminuta línea de vello en su rostro. No tenía ni una cicatriz en el, sus ojos eran grandes y redondos, eran de diferentes colores dependiendo la hora en la que los vieras, ahora mismo conduciendo en madrugada era de un color gris oscuro pero con las pocas luces que había, se le veían más azules, su nariz era recta y respigada, su mentón y sus labios estaban definidos. Era Perfecto.
Joe sintió la mirada de ella, la volteó a ver de reojo y le dedico una sonrisa de lado "¿te gusta lo que ves?" Pregunto El con una voz profunda.
"No puedo decir que no" Paloma se sonrojo, Joe soltó su mano derecha del volante y la colocó sobre la rodilla de Paloma.
"¿Te recuerdo a el?" Joe, la miro con una sensación de nostalgia.
"¿A que te refieres?" Pregunto Paloma ladeando la cabeza. Joe bajo la velocidad de la camioneta y se estacionó, en un entronque de la carretera. "¿Por que nos detuvimos?" Le Pregunto ella, asustada.
"No pasa nada, te voy a mostrar algo" Joe bajo de la camioneta y le abrió la puerta a Paloma.
El frío abrasador la hizo hacer una mueca, Joe no dudo en sacarse una de sus chamarra y colocársela por encima, tomo la mano de ella y la condujo entre unos pequeños matorrales a un campo abierto. Paloma trataba de enfocar la mirada pero la oscuridad de la noche no la dejaba ver más allá. "Por acá, ¿Quieres que te cargue?" Pregunto Joe divertido.
"No..." Paloma se sonrojo "No creo que puedas, eh engordado bastante" ella se sintió avergonzada ante aquel comentario, las manos de Joe no dudaron en alzarla por el campo y sujetarla hasta el otro extremo. La bajó despacio y miró con deteniendo una casa en construcción.
"No estás gorda, diría una grosería pero mejor me la guardo" Joe sonrío con picardía "Miras aquella casa, ¿cierto?" Pregunto Joe señalando, Paloma asintió "¿Te gusta?" Joe volvió a preguntarle.
"Parece que será una gran casa, a decir verdad, si eso será el patio, creo que sería perfecta" Paloma, tocó la mano de Joe y la sujetó con fuerza.
"¿Que te parece la privacidad?" Joe la apretó contra su cuerpo.
"Es demasiado segura, de hecho." Paloma miro con detenimiento lo bien situada que estaba la casa.
"Será tuya." Joe beso su cabeza "Me dijiste que donde vivían, era demasiado segura y apartada, así que dije, bueno, no hay porque cambiar aquel ámbito" Paloma se giró a verlo.
"Joe..." quiso decirle que no, que no lo aceptaba pero fue interrumpida por el.
"Una vez, te prometí una casa ¿lo recuerdas?, te prometí un anillo, te prometí muchísimas cosas y... para mi mala fortuna, las cosas no suelen suceder en una línea derecha" Joe aparto el pequeño mechón de cabello de paloma del rostro "Se que no es el momento y se que no estarás lista, no en este momento, pero esta vez, quiero decirte que yo... yo en verdad voy por ti" Joe tocó su mejilla "Paloma, no puedo cambiar el pasado, pero si puedo darte un futuro, un futuro que merecemos..." Joe la acercó más el.
Los alientos de ambos chocaban, Paloma se puso de puntillas para alcanzarle, rodeo con sus brazos el cuello de Joe y acerco más su caras, chocando sus labios. Saboreo, esos rosados labios, jugo con su cabello rubio que salía sobre su gorro, Joe la apretó más contra el.
Quería que aquella noche se quedara así, los dos, juntos, viendo una casa, un futuro. Estaba loco, pero el amor por ella lo había hecho conseguir lo imposible y si por primera vez, tocaba cada una de las estrellas más lejanas cuando la besaba, no se imaginaba que podía hacerle sentir cuando por fin, su futuro fuera solo de los dos.
"Joe..." Paloma se separó de el y miro el cielo claro "Mira esa estrella" una estrella, más brillante que nunca había visto.
"Es preciosa" Joe miraba a Paloma "Tan preciosa y tan lejana..."
Charles, despertaba sudado y gritando. Una pesadilla, una nueva.
Se limpió el sudor de su frente y bebió el agua, que había en su mesa de noche. Controlo su respiración, otra vez la pesadilla de volvía tan real pero tan diferente.
Era el accidente de Mick, el corriendo, Max llorando y verlo sin vida, le partía el alma. Si el hubiese dejado que Max tomara la pole, Mick estaría aquí.
Se sentía culpable, por haber deseado la muerte de Mick. Por haber deseado que el desapareciera para que el se pudiera quedar con Paloma. Había ido a terapia pero no parecía haber mejoría, tomaba medicamento para dormir, el mismo sueño y sentimiento de culpa lo perseguía.
Decidió salir de la cama y tomar un caminata por los jardines de Mónaco. Miro el reloj y eran las 4:29 de la mañana, no importaba, solo quería despejar su mente.
Desde la muerte de Mick todo había cambiado, la seguridad era mayor, muchos de los pilotos no habían regresado para la temporada incluyendo a Sebastián y Lewis. Max, habia decidió retirarse para siempre, suponía que la culpa no lo dejaba ni siquiera ver un auto sin sentirse culpable.
Charles, miro el amanecer mientras subía cuesta arriba, se preguntó qué hubiese pasado si el fuera el que ya no estuviera ¿habría alguien que lo echaría de menos? ¿Paloma, lo hubiese extrañado?.
Charles, escuchó su teléfono sonar y su cara se transformó al revisar el nombre de la persona, Sebastian, hablándole, su corazón empezó a palpitar, creyó que Paloma había sufrido algo.
"Hola" la voz de Seb, era tranquila.
"Hola Sebastian, ¿Pasa algo?" Pregunto Charles, intrigado.
"Tranquilo, si todo bien... solo quería charlar contigo" Seb miraba a los gemelos correr por el rancho.
"Si claro, dime" Charles se sentó en el pasto, mirando el amanecer.
Sebastián, empezó a contarle una idea que tenía en mente, honrar la memoria de Mick. Quería hacerle un homenaje pequeño a su compadre, como el había dicho. Quería hacerlo en Texas, en la pista favorita de Mick, antes de iniciar la temporada. Seb, sabía con certeza qué Charles hubiese querido que el destino de Mick fuese diferente y por eso le invito.
Charles, no dudó en aceptarlo. Sería en 3 días, así que no tenía mucho tiempo más que arreglar todo para poder estar en Austin. Charles soltó un suspiro cuando vio como el sol empezaba a deslumbrar sus primeros rayos y el calor de este, estaba abrazándolo.
Corrió de regreso a casa y por primera vez, en mucho tiempo miró su rostro, en el espejo, se puso atención y de verdad necesitaba un corte de pelo y una buena afeitada.
¿Sería este su último peldaño para volver a ella?
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Madness | F1 FanFic
Fanfiction"Paloma, puedes huir, esconderte pero... ¿crees que no volverás?, la única manera en que tú vuelvas a sentirte segura es a mi lado. Mi amor, yo no estoy loco... tu eres la que no quiere que esté tranquilo" le dijo mientras le acomodaba el cabello y...