Madness | F1 FanFic

Capítulo 10.

Paloma coloco los cafés en el porta vasos y empezó a beber el suyo, el chofer la miraba de reojo y se animó a preguntarle "Disculpe, ¿usted conoce a Joe?"

Paloma salió de sus pensamientos y lo vio sorprendida "Podría decirse que si" le dijo ella "Uhmm, quería pedirle un favor...¿podría no mencionar mi encuentro con... con Joe?" Pregunto Paloma nerviosa.

"Oh... claro, si no se preocupe" le contestó el chofer y no volvió a hablar, sabía que aquello o era demasiado delicado o ella parecía ya no importarle aquella estrella naciente.

El lugar en donde se harían los comerciales era en uno de los ranchos que tenía el propietario de Haas en Luisiana, ella bajó de la camioneta y Mick parecía estar esperándola. "Hola mi amor" le dijo el besándola en los labios.

"Hola guapo" ella le contestó y Mick tomo el café en sus manos. "¿Ya vas a grabar?" Le pregunto ella y Mick sonrío.

"En un rato más" contestó Mick acercándose más a ella, tomándola por la cintura, movió el cabello de Paloma y le habló en el oído "¿No se te antoja, tener una aventura en un rancho?" Le pregunto el, bajando su mano hacia sus glúteos.

Paloma se puso roja y negó con la cabeza "Mick" ella le dio un golpecito en el pecho.

"Nos podemos esconder, ¿o quieres en aquel camerino?" Mick le señaló la casa móvil y la guió por aquel el corto camino y se subieron ambos en lo que Kevin terminaba.

Mick cerró la puerta con seguro y empezó a desvestirse rápido y bajo rápidamente los leggings de Paloma en conjunto con su ropa interior, Mick se colocó detrás de ella y la penetró, Paloma sintió la piel desnuda del miembro de Mick y lo volteo a ver "Se siente más rico ¿no crees?" Dijo el mientras la seguía embistiendo, Paloma se aferró al tablero enfrente de ella y sentía como el miembro de Mick entraba y salía sin parar, el le daba unas pequeñas nalgadas y ella gemía su nombre, cuando estaba por venirse Mick giro a todos lados y apretó mas a Paloma hacia el, ella sintió como el se vaciaba dentro de ella "Ahorita compro la post" el recupero el aliento y salió de ella, tomó unas servilletas y se las tendió para limpiarse. Mick tenía las mejillas rojas y una sonrisa que solo aparecía después del sexo apareció en su rostro, se subió el traje y se acercó a ella.

"Mick" ella quería hablar con el acerca de lo que había visto a su ex.

"Hablamos más tarde, deja que me tomen la foto" le beso la frente y le dio un beso en los labios "En la noche te daré más, se que te quedaste con ganas" le dijo el dejándola en aquella casa móvil.

Ella salió un rato más tarde y camino directo a la camioneta que la habrían traído, para ser abordada por Mick y Kevin quien la veían felices. "Amor, me quedaré un rato más... manejaremos un tractor y chocaremos unos coches" dijo Mick emocionado y Kevin también.

"Micka se quedará, por si gustas quedarte" le dijo Kevin emocionado mientras caminaba rumbo a su esposa e hija.

"¿Quieres que me quede?" Le pregunto Paloma a Mick quien la veía a ratos.

"Vete al hotel, va a bajar la temperatura y no sabré cuánto tiempo me tardaré, ponte algo lindo para cuando llegue" le dijo el besándola ferozmente. Paloma solo se rio y asintió, se marchó rumbo a la camioneta y el conductor le abrió la puerta y la encaminó hacia el hotel.

Ella se recostó en el asiento y solo miraba los cientos de carteles que tenían la cara de Joe plasmada, se bajo en el hotel y subió al cuarto.

"¿Estás seguro que era ella?" Le volvió a preguntar Marcus mientras caminaban en círculos al rededor de aquella cafetería, tratándola de buscarla.

"Ya les he dicho que si, sino me creen puedes largarse" les volvía a gritar.

"Si te creemos, pero hermano te estás congelando las bolas" Evan se frotaba las manos para mantenerlas calientes.

Joe seguía buscando algún indicio de donde podría estar y con quien, su mente daba cuentas ¿ella había venido por el? O simplemente fue un juego del destino.

Marcus se encaminó un poco más que ellos y logró ver cruzando la calle a la misma que había dicho Joe y se giró a gritarle "Joe, ¡allá va!" Joe fue detrás de ella, al igual que Marcus y Evan.

Joe corrió por en medio de la avenida, sin importarle el tráfico que había, ella siguió caminando ignorando que había 3 hombres corriendo detrás de ella.

Miraba su celular para ir por la cena que había pedido hacía unos minutos para ella y Mick, Joe puso aprueba su resistencia de corredor al igual que la de sus amigos quienes se pusieron frente a ella, haciéndola que diera un grito de susto.

"¡Oh por Dios!" Dijo ella al ver de nuevo a Joe.

"¡Es bellísima!" Dijeron Evan y Marcus al unísono, provocando que Paloma los viera con ojos de confusión.

"Paloma, ¿podemos hablar?" Le dijo Joe poniéndose delante de ella.

"Joe" por Dios, el había caído de nuevo, dijo su maldito nombre y supo que ahora no había vuelta atrás "Lo siento..." ella quería hablar pero Joe la detuvo.

La beso, olvidó todo lo que alguna vez había preparado mentalmente por si un día la veía de nuevo. Marcus y Evan se hicieron hacia atrás y Joe la jalo más hacía su cuerpo, Paloma no podía reaccionar ante aquello, su mente le decía que no mientras que su corazón le decía que si.

Ella cedió, cedió a que sus labios se unieran y que las manos de Joe la abrazaran fuertemente, que la pegaran a su cuerpo y que ella oliera su perfume, que probara esos labios que no habían cambiado.

Ella se separó y lo vio con cara de arrepentimiento "No, no, no" se dijo así misma mientras caminaba aún lado de el.

"Paloma, hablemos..." le dijo Joe tomándole la mano. "Aquí... hay un restaurante, se que te gustará, es tu comida favorita, ¿podemos ir?" Joe la miraba inquieto "Vamos, por favor, solo..." ella lo miro de nuevo y acepto.

Evan y Marcus se quedaron perplejos ante cómo Joe cambió radicalmente frente a ellos, jamás lo habían visto rogar. Pensaron que en verdad, o ella le había hecho un hechizo o su amigo estaba enamorado de aquella Paloma.

Paloma y Joe caminaron juntos, ella no podía ni siquiera verle mientras que el no podía dejar de admirarla, varios transeúntes se paraban a saludarle y a desearle buena suerte, haciendo que Paloma se sintiera sumamente incomoda ante la vista curiosa de las personas.