Phineas Wade

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Omnisciente

Stiles abrió los ojos lentamente, estaba acostado en una cama, miro fijamente al techo por unos minutos, hasta que comenzó a recordar.

Se levantó con rapidez, provocando un fuerte dolor de cabeza. Se quejó en voz alta. Se estaba sobando la cabeza, hasta que escuchó pasos.

Se asusto, se levantó y cayó al suelo, miro su cuerpo, estaba herido en varias partes del cuerpo, el dolor apareció instantaneamente, logrando hacer que el se sentará en la cama y se quejara en silencio.

Una persona apareció e ente de la puerta, era de día, así que pudo ver a una enfermera sonriendo.

—Veo que ya te despertaste—Oh, no te vayas a levantar, necesitas descansar. ---Dijo la enfermera mientras recostaba a Stiles de nuevo.--

—¿Dónde... donde estoy? —Logró preguntar con dificultad

—En el departamento de tu novio, él me contrato para cuidarte

-¿Novio? ¿Cuál novio? ---Pregunto algo preocupada.--

—Phineas Wade—Respondió sin más

—No conozco a ningún Phineas Wade.

—Oh no—La enfermera sacó una linterna y revisó los ojos de Stiles —Se necesitan unos estudios ,creo que perdiste la memoria.

—¿Qué?, ¿de qué habla?

— Phienas me enseñó fotos de ustedes juntos. Me contó que discutieron, te molestaste y saliste de aquí en la noche, chocaste. Quiso ser discreto y por eso solo me contrató a mí.

—No, no, eso no paso. Yo recuerdo que...

Stiles fue interrumpido por el sonido de una puerta abrirse.

-—Ya llegó—Sonrió la enfermera

Pasos lentos y que parecían infinitos se escuchaban, hasta que se abrió la puerta de la habitación.

No existía ningún Phineas Wade. Frente a la puerta estaba un hombre alto, de complexión media que vestía de traje, cabello negro.

Stiles lo reconoció al instante, el quería matarlo, pero, por alguna razón, se quedó inmóvil, con los ojos abiertos, ni siquiera pestañeaba.

—Señor Wade, al parecer el joven no recuerda lo que paso, creo que...

—Puedes irte, te pagaré el tiempo completo de igual manera.

—Pero

Derek miró a la enfermera con una mirada tan incómoda para ella, que hizo que se marchara en ese instante del "departamento".

—¿Qu-ué haces aquí?

— Creo que merezco un "gracias" al menos, te salvé la vida—Dijo burlón

—¿En dónde estoy?

—En mi departamento.

—En dónde, exactamente.

—Estados Unidos.

Stiles no podía creerlo, involuntariamente saltó en dirección a Derek para golpearlo, pero cayó en la misma cama.

—Tienes heridas graves, así que yo no volvería a hacer eso si fuera tú.

—¿¡Por qué me trajiste aqui!?

Derek se quedo callado porque no sabía qué responder, él tampoco sabía porque lo hizo.

—Supongo que, por un acto de caridad.

— ¡Llévame de regreso a Canadá—Ordenó.-

—Créeme que me encantaría desaserme de ti cuanto antes, pero no puedo, por idiota me involucre contigo, ¡y mira!

Le enseñó su celular en donde había una noticia en la que se buscaba a Derek y a Stiles

—¡Todo por lo que trabajé se fue a la mierda!—-Dramatizó con sarcasmo, pero él sabía que era verdad.

—No me importa qué ocurra contigo, solo—Suspiró—quiero ver a Sophia.

—Pues, lástima, te quedarás aquí hasta que sanes tus heridas, después te podrás ir, tendrás que arreglartelas para regresar a casa.

Dicho eso, Derek salió de la habitación y se escuchó como le ponía seguro por fuera.

Stiles gateo desde la cama a la puerta lo más rápido posible al escuchar eso.

—¿¡Por qué le pones seguro!? ¡ábreme!

Derek suspiro y rodo los ojos, su espalda estaba en la puerta, se deslizó sobre esta hasta quedar sentado en el suelo.

—Sé que si te dejo la puerta abierta, te iras, no quiero estar el resto de mi vida en la cárcel. Por eso, te quedarás aqui hasta que estés bien, por lo menos para que corras rápido cuando te estén persiguiendo.

Hale se levantó, y se fue.

Stiles golpeaba la puerta y gritaba, pero no podía hacer nada. Se acercó a una ventana algo pequeña, trató de abrirla pero simplemente no podía.

Fijó su vista que le daba aquella ventana, ahogó un gritó al ver la altura en la que estaban, aproximadamente estaban en el piso cincuenta, o más alto aún.

Derek fue a la cocina, se preparó un café, estaba observando la vista que le daba un gran ventanal grande en su sala principal, colocó una mano en su bolsillo y se quedó ahí, de pie por un largo rato mientras escuchaba los gritos y amenazas de muerte por parte de

Involuntariamente sonrio, dio una bella y extraña sonrisa, sintiéndose bien, pero no porque tenía encerrada a un hombre, sino porque el era el hombre.

Involuntariamente sonrio, dio una bella y extraña sonrisa, sintiéndose bien, pero no porque tenía encerrada a un hombre, sino porque el era el hombre

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LUCIFER | STEREKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora