El hijo del conde debía encontrar una esposa, o perdería su poder para siempre.
Jeon Jungkook, procreado entre la vida y la inmortalidad, más poderoso que su padre, el aclamado "Conde Drácula".
Sin embargo, no todo sobre él era perfecto, había una...
— Oh, ¿Qué fue eso?. — dijo aquel rubio dentro de "su sueño", viendo como un ruido lo aturdia.
Lo último que vio en ese túnel, fue como el brillo blanco se veía afectado por una luz morada con dorado que llegaba hacía él con rapidez. Sintiéndose aturdido y cegado cuando comenzó a sentir de nuevo su cuerpo.
Sus pies y todos los tubos alrededor suyo. Cuando sus sentidos se fueron agudizando mientras escuchaba una alarma.
Una alarma del hospital.
JM
«Joder, me duele todo lo innombrable ». pensé, mientras me quitaba todos los tubos a mí alrededor.
La alarma sonaba tan fuerte que tuve que tapar mis oídos, mire a todos lados aturdido y con los ojos aún tratando de enfocar.
«No mo nada, no veía. Auxilio, no puedo ver... ¡¿dónde estoy?! ¡¿Qué está pasando?!».
Y de pronto, golpes en la puerta.
— ¡Usa tus malditos poderes!. —
— ¡No puedo, no me deja pasar!. ¡No puedo usar mis poderes dentro, no me deja!. —
La voz de Jungkook.
— ¡Taehyung, abre la maldita puerta!. — se escucharon gritos — ¡Taehyung!. ¡Alguien abra! — parecía la voz de Namjoon.
— ¡Tae, abre por favor!. — ahora Jungkook se escuchaba desesperado.
Dios, ¿qué estaba pasando?. ¿Qué mierda pasaba?.
« ¡¿Hola?! ¿Qué carajos está pasando?. ¿Hay fuego en la habitación?, quién sea que activo la alarma, voy a asesinarlo por interrumpir mí sueño». Pensé, cerrando fuertemente los ojos
La puerta fue derribada por un Jungkook sudoroso y asustado, sus ojos se miraban como platos y su respiración era agitada.
Abrí mis ojos de par en par, seguido de eso, vi unas siluetas difusas entrando a la habitación.
— Tenemos que salir, sonó una explosión — exclamó Jin.
Y ahí fue, en ese momento, dónde todos me miraron. Como si hubieran visto a un fantasma.
— ¿Qué? ¡¿Qué explosión?! —destapé mis oídos, mirando como Wonho apagaba la alarma desde afuera.
— ¿Jimin?. — escuché la voz de Yoongi.
En cuanto logré escucharlo, mí visión regresó como por arte de magia, dejándome ver a todos frente a mí.
— Oh, hola cariño. ¿Y la niña?. —
— Jungkook, ¿qué carajos está pasando?— Hoseok se miraba sumamente confundido.
— ¡Taehyung! — Jungkook miraba al suelo fíjamente —. ¡Taehyung, responde! — corrió hacia Tae, que se encontraba en el suelo y en sus ojos no se percibía la pupila cuando intentó abrir sus ojos con los dedos — ¡Wono!.
Wono entro a la sala con rapidez, arrodillándose en el suelo y apuntando su linterna hacía los ojos de Taehyung, para después gritar:
— ¡Rápido, llamen a emergencias!. —
Es de las primeras veces que veía su cara tan preocupada, tomando a su amado en brazos y tratando que despertara.
Simplemente nos sabía que estaba pasando.
🥀🦇ﾉ*.✧
— ¿Cómo te sientes, Jimin?. — preguntó Jin acercándome un té.
— Aturdido, ¿Qué pasó?. — dijo el rubio meciendo a su hermosa hija en brazos con una sonrisa.
— Taehyung está estable, al parecer algo... — dió una pausa —. Olvídalo, nadie sabe que pasó — aclaró su garganta —. Jimin, exactamente¿Qué recuerdas?. — su semblante se torno serio
— Hum... Nada en realidad. Solo estaba caminando por un gran túnel, y se vio inundado por una luz morada. Desperté y no recuerdo nada más. — estaba muy concentrado jugando con las manos de su pequeña.
— Jimin, se supone que estabas en un sueño indefinido. — postró sus manos en sus rodillas y hablo con seriedad.
— ¿Cómo?. —
🥀🦇
— Soy yo. Jimin despertó. —
“— Que milagro... Casi me muero del susto. Muy bien, entonces ya puedes volver, buen trabajo. —”
— No es lo único... Creo qué ella regresó. Panacea, está en el cuerpo de un chico — aclaró su garganta —. Jimin despertó. Dice que vio una luz morada mientras su cuerpo estaba muriendo. Ella está dentro de un chico, y lo regresó a la vida. —
Un hombre con bata hablaba por teléfono desde afuera, escuchando la conversación de los dos chicos.
“— ¿Qué?. Estás bromeando, ¿verdad?— respondió después de un silencio — Vamos para allá. —”
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— ¡Cariño!. — corría por los largos pasillos del castillo de las diosas aquella pelirroja, da la fortuna que usaba traje, si no, nunca hubiese llegado con su esposa.
— ¡Atenis, querida! ¿Qué pasa? ¿Por qué el apuro?. — preguntó la rubia dándole un beso de bienvenida a su esposa.
— Encontraron a Panacea. Ella... Ella está viva. —
Y el rostro blanquecino de la rubia se torno aún más blanco, su sangre se bajó a sus pies y comenzó a sudar. La pareja se miró fijamente, hasta que algo las interrumpió.
— ¿Dónde está?. —
Se escuchó una tercera voz detrás de la pelirroja
— Persephone... — dijo la pelirroja volteando a mirarle lentamente.
— Dije, ¿Dónde está?. ¿O acaso quieres que lo repita tres veces?. — respondió
«Adios mundo cruel. Moriremos todas ».
— ...Con los Jeon. — la pelirroja y la rubia sabían que todo sería un desastre.
— ¡Esos malditos otra vez metidos!. Hijos de perra. Fue suficiente, ya fue suficiente. Nos vamos, alisten sus maletas — dijo con una postura segura—. No volveremos a perder a otra de las nuestras, menos por otro de los Jeon. —
— Tengo un horrible presentimiento. — Susurró la rubia.
