Vampire Crown ⊰⊹ฺ (KookTae AU)

undici

JJK

— Taehyung. — Susurré al ver ese semblante preocupado que me ponía tan nervioso.

Taehyung se enconcontraba mordiendo la uña que ya ni siquiera le quedaba, mirando a la nada; todo después de que me sacó inmediatamente de aquel gran comedor.

Seokjin y él se dieron unas cuantas miradas que no logré entender, y después me sacó de ahí.

— ¡Tae!. — Paré en mí lugar, en aquel conocido pasillo.

— ¿Qué? — gritó un poco, volteando a verme. — Jungkook, no es seguro ahí. Están los invitados, personas que me causan tanta desconfianza, acabas de caer otra vez loco, ella está manipulandote con su estúpido dedo chueco; no sabía que hacer, probablemente estén en peligro y yo no puedo intervenir. Realmente quiero pasar un rato tranquilo mientras leemos en el jardín abrazados. — señaló la puerta de cristal, que daba la vista hacía el jardín con unas hermosas flores rojas y amarillas.

Reí suavemente para atraer el cuerpo de mí preocupado esposo, pegándole a mí cadera.

—Bien, hablaremos de lo qué pasó después. — dejé un beso en su frente y después reparti los mismos por todo su rostro. —Para tú suerte, tengo conmigo un libro. — corrimos para adentrarnos a la sutil sombra del árbol frente a nosotros, repleto de cojines y un manto de tela satinada en el suelo.

Taehyung dejó caer su peso sobre mí, lo extraño, es que se vio algo asustado.

— ¡Oh!, Lo siento. ¿Estás bien?. —susurro con vergüenza para levantarse rápido de mí.cuerpo.

Reí volviendo a atraer esté a mí regazo.

— ¿Por qué te disculpas?. —besé su frente sin quitar la gran sonrisa de mi cara.

— Es que me dejé caer en tí. —apretó mí camisa de vestir, doblando aquella tela satinada —. Hace mucho que no hago ejercicio, subí de peso. —miró a otro lado esquivando mí rostro.

— Taehyung, literalmente pesas lo mismo que una pluma para mí. — Tomé sus mejillas entre mis manos para masajearlos.

Claramente ganadome una mueca de su parte.

— Ayer me ví en el espejo, subí de peso — habló con una sonrisa —. Además, estoy feliz, porqué antes tenia peso bajo. Ahora estoy bien, pero no me acostumbro a verme bien. —apartó mis manos de sus mofletes entre risas.

— ¿Y eso qué tiene de malo?. Con cualquier tipo de cuerpo que tengas, yo seguiré apreciandolo como si de una obra tallada se tratase. Además, no creo que vuelvas a salir con alguien que no pueda cargarte. Yo puedo cargar absolutamente todo. No estás saliendo con un mortal, te lo recuerdo. — Me dió esa mirada de tranquilidad que siempre me hipnotizaba.

» — Y si me dejas ser algo más informal y molesto, con todo respeto que te tengo — me aproximé a su oreja —. Gorda me la pones, cariño. — me guiño el ojo

— ¡Pero qué dices, tonto! — Golpeó suavemente mí pecho repetidas veces, mientras sus mofletes se tornaban rojos, al igual que sus orejas.

— Digo solo la verdad, Tae. ¡Compruebalo si quieres!. —

— Ya, silencio pervertido. — solo recibí un "¡Mmh!" Antes de qué su barbilla cayera en mí pecho con sus manos juntas.

— Mmh... quién sabe. Ayer no decías eso, Tae. — tomé el libro, mientras pasaba mí mano por su espalda en un tacto relajante y suave.

Me encantaba cuando cerraba los ojos y sonreía, cada vez que lo tocaba.

— Ay, ¡ya basta gasparín!. Parece que soy una burla para ti. — sonrió hacía mí con los ojos aún cerrados.