"Es una promesa, querido Park. Seremos adultos y luego viejitos y moriremos juntos. No tendré esposa hasta que tú lo tengas."
Park Jimin solo quería que su hyung estuviera a su lado y lo amara en una sociedad que lo juzgaba; pero Jungkook se enfocó...
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El día del cumpleaños de Jeon, Namjoon había arruinado la fiesta, según Park.
Al menor le había tomado mucho tiempo preparar la casa de Jungkook para cuando él llegara; pero cuando vio que Kim entraba con cosas súper extravagantes y adornaba la casa ocultando los detalles de Park, este se entristeció.
El regalo de Park para Jungkook fue una libreta, que el pelinegro olvidó guardar por estar concentrado en los regalos de Nam y en los amigos que había traído.
El castaño estuvo toda la noche sentado en el sofá, con la mirada perdida en el techo, mientras que Jeon se divertía bebiendo con aquellas personas. Nunca lo había visto tan entusiasmado, tanto que no recordó que el menor estaba ahí. Park tuvo que irse con aquel regalo y lo guardó en su habitación, para nunca más entregárselo.
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—¿Hubo una chica en la fiesta que te gustara, Jungkook? —Preguntó, Nam.
—Hmm... —Pensó un poco antes de responder, justamente porque frente a ellos, Jimin estaba escribiendo en su portátil—. Creo que... había una chica...
—Uh —Exclamó, Nam—. ¿Quién es?
—No es nada. Solo me pareció linda.
Estaba hablando de Miu, la japonesa que venía transferida de la uni de su país. Había estado conversado unos minutos con ella y hasta se había atrevido a bailar y pedirle su número telefónico. Al día siguiente se intercambiaron unos cuantos mensajes y planearon salir juntos un día, en una cita. Sí. A Jeon Jungkook le había gustado una chica por primera vez en mucho tiempo.
Jimin los observaba de reojo y no parecía nada feliz. De hecho, se sentía excluido de la conversación y eso le pesaba.
Los había escuchado.
«¿Y si ya se han besado?»
—Pero no va a pasar nada con ella, Nam.
El pelinegro no quería que nadie se enterase que había planeado salir con ella. No quería que Jimin se le echara encima también a la pobre chica. Aún no sabía por qué su amigo tenía problemas para aceptar a sus nuevos amigos.
