"Es una promesa, querido Park. Seremos adultos y luego viejitos y moriremos juntos. No tendré esposa hasta que tú lo tengas."
Park Jimin solo quería que su hyung estuviera a su lado y lo amara en una sociedad que lo juzgaba; pero Jungkook se enfocó...
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El agua cubría todo su cuerpo, estaba llegando a la altura de su boca y con muchas fuerzas tenía que avanzar contra la marea. Estaba decidido y se sentía en paz. Por primera vez la paz no venía de que estuviera mirando fijamente a los ojos a su amigo.
Lo único que se preguntaba era si su hyung estaría tranquilo si él lo estaba. Tenía que saber que ya no quería sentir dolor y que acabar con todo era una salida, que otros llaman cobarde, pero que Jimin necesitaba con urgencia.
Y si fue débil, pues... es seguro que sí. Todas las cosas que iban hacia él eran acumulables en su cabeza, no las soltaba, no quería huir. Luego de pensar que todo era más complicado que siempre, decidió que debería poner un punto final. Sin razones... No había razones para Park.
Un día estás rebozante de vida, besando a tu amigo; y al otro quieres morir.
—Jeon... Jeon Jungkook...
Estaba sufriendo una alucinación al ver frente a él, nadando en el mar, a su querido amigo, sonriéndole y acariciando su mano para que se sumergiera en el fondo de las profundas aguas.
—Te amo de verdad. Y gracias por ser mi psicólogo.
Todo rastro de tristeza se esfumó al sentir las gélidas masas de agua presionando su cuerpo hacia el interior. Se dejó caer al infinito. Sabía que ya no estaba en la orilla y no había vuelta atrás. Ahí se quedaría para siempre, sepultado. Y eso era lo que Jimin quería.
Abrió los ojos solo unos segundos para notar que los labios del fantasmal Jungkook se posicionaban sobre los suyos formando el beso que tanto había deseado. Lo sostenía de la cintura pero ya no podía salvarlo.
Bailaba con él hasta que su respiración se fue alejando de la realidad y su cuerpo dejó de responder a las corrientes marinas. Solo cayó como una hoja seca en el viento hasta el hoyo oscuro de sus pensamientos y del físico lugar en el que había elegido dejar de respirar.
Entonces desapareció. Todo pensamiento, todo sentimiento hacia Jeon Jungkook, la emoción de verlo y la palabra "te amo"; junto con aquella visualización fantasma que se desvaneció con el movimiento ondulante del mar.
Park Jimin había dejado de existir.
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