Parte 4

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Tras lo sucedido en la preparatoria, las clases fueron suspendidas hasta nuevo aviso, nadie sabia como los delincuentes habia muerto, solo que el los mataron a larga distancias, pero no sabían quienes lo habían hecho, era un misterio para todos. Durante un tiempo los estudiantes tuvieron clases online ya que según las autoridades no se podría ingresar a la escuela por ciertos motivos. 

Ya habia pasado una semana mas, en estos momentos Takemichi se encontraba haciendo ejercicio en la plaza que estaba cerca de su casa y cerca de la escuela, habia quedado con su mejor amigo Takuya en hacer algo de ejercicio, a ninguno le gustaba quedarse mucho tiempo fuera, pero el otro se tuvo que ir ya que tuvo un inconveniente con su familia, Takemichi habia quedado solo. Decidió descansar un poco y se fue al puesto del señor Maito, le habia entrado mucha hambre.

-Hola señor Maito-.

-Take muchacho veo que ya terminaste, y justo a tiempo tengo chocolate caliente-.

-Que rico ya me dio hambre, me los da con unos Taiyaki?-.

-Claro, en cinco minutos estarán listo, toma asiento-.

Takemichi asintió y se quedo esperando su orden, mientras tanto tomo su celular y se puso a revisar sus redes sociales, pasaron unos minutos y su pedido llego, Hanagaki le agradeció y comenzó a comer su merienda, una ves que termino sus taiyakis tomo el vaso con chocolates caliente que estaba un poco mas de la mitad y decidió volver a casa, iba tan entretenido con el teléfono que no se dio cuenta que habia chocado con alguien volcándole un poco de su chocolate encima.

-Oh por dios mil disculpas, no le he visto-. Comento asustado, pero una vez que lo miro se trataba de aquel alfa que habia conocido hace días atrás.

Este se le quedo mirando y le sonrió.

-No te preocupes, no pasa nada-.

-Aun así perdón, no vi por donde iba-.

-Ey tranquilo esta todo bien-.

Takemichi solo bajo la mirada de forma triste y eso al alfa no le gusto para nada, detestaba verlo de esa forma.

-Ya...no pongas esa cara, en serio esta bien no me voy a enojar-.

-Pero pero-.

-Calma niño....¿Como te llamas? Según recuerdo nos hemos visto antes-.

-Takemichi, Takemichi Hanagaki, un placer  y si lo recuerdo-.

-Soy Ma...Mikey-.

-De nuevo le pido disculpas, pero ya debo irme a casa-.

-Ve con cuidado Takemicchi-.

Este asintió y le dio una sonrisa y se fue, por otra parte Mikey no creyó verlo nuevamente era su día de suerte al poder encontrar a su omega nuevamente, lo siguió con su moto y logro verlo entrar a su casa, ahora sabia donde vivía y con quien. Esa noche Mikey habia ingresado a la casa de los Hanagaki sin ser visto y sin hacer nada de ruido, decidió esa misma tarde poder vigilarlo mas de cerca colocando en toda la casa cámaras de vigilancia, que solo el podía verlo, una ves que termino se fue para la habitación del menor y allí lo vio dormido profundamente, coloco las camaritas rápido y antes de salir se rescoto al lado del omega y olio su aroma, ese olor ya lo traía como loco queriendo e intentado querer marcarlo como suyo, pero se contuvo, unió sus rostros y dejo un beso casto sobre los labios del menor, pudo escuchar claramente como el menor lo llamo.

-Alfa...mi alfa-. Hablaba dormido el menor.

-Te prometo que pronto estaremos juntos mi omega-. Susurro el mayor,  para unir una vez sus labios y luego irse.

A la mañana siguiente Takemichi se encontraba en su habitación terminando la tarea, ya era al rededor de las diez la mañana y ya habia desayunado junto a su padre, era sábado y eso significaba que sus amigos vendrían a su casa como cada fin de semana.

Mi alfa un mafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora