Mi alfa un mafioso

Parte 3

Desde a penas unas semana Takemichi se habia sentido observado por alguien, eso lo ponía de forma nervioso, como si un alfa lo acechara cada vez que iba o regresaba de la escuela, quería que solo fuera su imaginación pero no lo era. Hoy se habia quedado un poco mas en la escuela ya que tenia que entregar un trabajo de matemáticas y se quedo en la biblioteca, reviso su teléfono y eran las seis de la tarde, termino su trabajo a tiempo y guardo sus cosas para ir a casa.

Por otra parte Mikey se encontraba en su moto esperando a que todos los chicos de la preparatoria salieran, pero Takemichi nunca salió ya que al pasar una hora este no salía y eso molesto mucho al alfa, eran las seis de la tarde y la noche estaba llegando despacio, un viento frio se levanto y Mikey suspiro molesto quería ver a su lindo omega, pero este no estaba. Se dirigió a una tienda y pidió un café y se fue a aquella plaza, centrado en sus pensamientos una voz lo interrumpió.

-Oiga, si viste de esa forma puede enfermar-. Comento esa persona.

Mikey levanto la mirada y no podía creer lo quien estaba en frente suyo, era ese omega que tanto deseaba ver.

-Señor no debe estar afuera con este frio, tenga-. Dijo Takemichi dándole su bufanda y ponerle al rededor de su cuyo. -Que tenga buena tarde y buenas noches-. Dijo como ultimo para luego despedirse.

Mikey trataba de procesar lo que habia pasado, habia crido que su Takemichi no habia asistido a la escuela, pero si lo hizo, habia salido algo tarde y lo mejor para el es que se le habia acercado nuevamente y no solo eso, le habia otorgado su bufanda, la tomo entre sus manos y olio aquella tela, olía a el, su aroma que lo volvió loco por esos momentos.

-Si me haces esto Takemichi, no se si podre aguantar mucho-. Comento para si mismo.

La semana de exámenes estaba cerca, Takemichi se encontraba en hora libre ya que unos profesores habían faltado, el y sus amigos decidieron hablar de ciertas cosas como mangas o anime, hasta que fueron interrumpidos por uno de los maestros. Hoy la escuela se encontraba con pocos alumnos y todos fueron llevados al comedor para poder vigilarlos, estaba lloviendo y pronto habría tormenta, todo estaba tranquilo hasta el momento, hasta que una voz en los parlantes se escucho en toda la escuela.

-Escuchen todos atentamente, la escuela esta rodeadas por ladrones, así es ladrones mas les vale que se queden donde están o si no son todos boletas-. 

Los alumnos habíanNI entrado en desesperación pronto los maestros comenzaron a calmarlos para que no pasara a mayores, de pronto estos ladrones ingresaron al comedor asustando a todos.

-Se quedan todos callados y quietitos, van a entregar sus celulares sin oponerse y aquel que lo haga bum, muere-.

Todos asustados entregaron sus celulares a los delincuentes sin oponerse, el poco tiempo que fueron estando sin estos uno de los maestro tomo la oportunidad de llamar a la policia y estos fueron en seguida tras escuchar lo que los ladrones les decían.

En cierta casa alejada de la ciudad, se encontraba la Tokyo Manji terminando de arreglar ciertos asustas de sus próximos movimientos y como se llevarían a cabo, una ves que se termino la reunion el líder de todos ellos Manjiro Sano conocido como Mikey, paso por la sala y vio algunos de sus hombres viendo televisión, poco le importo pero apenas estaba por subir a su habitación una noticia habia llamado su atención.

Noticias de ultima hora la preparatoria Mizo, ha sido retenida esta tarde por unos delincuentes que tomaron por rehenes a los maestros como los estudiantes, la mayoría se encuentran en el comedor, la policia esta tratando de llegar a un acuerdo con ellos. Allí están

En ese momento se mostro al líder de los delincuentes que llevaba a dos de los suyos con tres estudiantes apuntando a la cabezas de los menores, entre ellos estaban Takemichi y dos de sus amigos.

-Oigan idiotas, si no quieren que matemos a estos mocosos traerán un dos autos y un millos de zenis-. 

Mikey al ver y escuchar atentamente su sangre hirvió de la ira, allí se encontraba su omega, a punto de morir si los policías no hacían lo que pedía, esto no le gusto en absoluto nadie toca a su omega, ese imbécil lo iba a pagar con su propia vida por tocar lo que es suyo.

-Saldré-. 

Mikey fue rápidamente hacia su moto y algunos de sus amigos lo siguieron, estos sabían de que su líder habia encontrado su omega, pero despues de saber de que se trataba de un chico de preparatoria quedaron mas que sorprendidos, sabían muy bien lo que Mikey era capas de hacer por su omega, lo busco por años y saber de que se trataba de aquel chico Mikey era capaz de todo por su omega. Lo siguieron en los autos ya que estaba lloviendo a cantaros hasta que llegaron cerca de la escuela.

-Mikey detente, tenemos un plan-. Comento su mejor amigo.

.-Hay un edificio cerca abandonado, déjanos esto a nosotros-.

-Háganlo rápido-.

Estos asintieron y del baúl sacaron unas F-class y se fueron aquel edificio, con unos binoculares se dieron cuenta que eran mas de diez delincuentes bien armados, que tenían como rehenes a los estudiantes, Mikey no dejaba de ver a su omega asustado y temblando que le dio tanta rabia no estar allí para protegerlos. De la nada dentro de la escuela, en aquel comedor uno de los delincuentes habia caído de la nada, al siguiente momento, paso lo mismo con otro, y así hasta que casi todos cayeron al suelo muertos, menos su líder que aun se mantenía vivo por el momento. Este no se habia dado cuenta de nada, ya que estaba alejados de todos, Takemichi se levanto del lugar y decidió enfrentarlo, de todas formas nadie lo detendrían sus secuaces estaban muertos, tomo un fierro que estaba cerca y se fue hacia el delincuente.

-Takemichi ven aquí!!!-. Comento su profesor.

-No ya no mas, no me voy a dejar intimidar por ese sujeto, hay que acabarlo-.

-Es peligroso regresa-.

-Profesor es nuestra única oportunidad de acabar con esto, hay que ser valiente de una maldita vez y dejar el miedo atrás, se lo que hago-.

Camino rápidamente hacia el y tomo el valor de golpearlo en la cabeza, este cayo al suelo tras recibir el golpe dejándolo inconsciente, Hanagaki salió rápidamente hacia la salida y le explico lo que habia pasado a los policías, estos inmediatamente entraron a la escuela y vieron los cuerpos de los asaltantes tirados en el suelo ya muertos.