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Despertó exaltada de aquel extraño sueño donde sentía como la raptaban grande fue su desilusión al ver que no había sido un sueño y que en verdad había sido raptada, las ataduras en sus manos y el pedazo de tela mal amarrado sobre sus ojos se lo confirmaban. Además de que el constante sonido del galopar de los caballos y las ruedas de madera chocar con lo que suponía era un camino de piedra le daban la vaga idea de que estaban siendo trasladados y sea donde fuera que estuviera ya era demasiado tarde como para saltar del carro en dirección a su pueblo.

El miedo comenzó a filtrarse por sus venas como si fuera un lento veneno que se encargaba de hacerle temblar hasta el más sólido de sus cuernos, pronto el aire comenzó a faltarle y hacia todo lo posible por jalar más aire a sus pulmones para no asfixiarse aunque la acción solo hacía que se sintiera a ahogar aún más, desesperada jalaba sus manos en direcciones opuestas para poder quitarse aquella cuerda que las ataba lastimándose en el proceso abundantes lagrimas no tardaron en llenar sus ojos y como si un presa hubiera sido abierta en su interior estas comenzaron a caer tan libremente como el pedazo de tela se los permitía emitiendo ligeros sollozos lastimeros para no alertar a ninguno de sus secuestradores tenía tanto miedo... No miedo no era la palabra, estaba aterrada.

- Por favor... Por favor Him ayúdame a escapar

Sollozos no paraban de salir de sus labios entre suplicas por un milagro divino que le ayudará a escapar siguiendo, jalando sus manos sin importarle que los ásperos bordes de la cuerda estuvieran cortando su piel sabía que sería un dolor momentáneo pues podría regenerarse así que por ese lado no había problema... Podía regenerarse

Podía regenerarse

Regenerarse

¡Regenerarse!

Mordió su labio inferior, será un doloroso y lento procedimiento si es que deseaba llevarlo a cabo, pero prefería ese momento de dolor angustiante a todas las cosas que podrían hacerle una vez que el carro llegara a su destino. Trato de no dudar en ningún momento y comenzó a jalar nuevamente sus manos entre si con mayor fuerza haciendo todo lo posible para que la cuerda comenzara a cortar su carne de forma más profunda, sabría que lograría su cometido cuando el metálico olor de su sangre inundara sus fosas nasales; ahogo un jadeo de dolor al sentir como su piel comenzaba a arder con mayor intensidad y el dolor comenzaba a ser insoportable así que se detuvo un momento tomando aire suficiente para calmarse antes de seguir tenía que lograrlo si quería mínimo correr a algún bosque cercano, el sentir como una mano cubría con fuerza su boca impidiéndole hablar le hizo sentir que aquel frio temor le inundaba nuevamente.

- Eres muy ruidosa ¿Lo sabias? - aquella voz fue más como un regaño susurrado que la maniática voz de algún depravado, pero aun así eso no era motivo para que su cuerpo no dejara de temblar cual gelatina ante la situación -. A la próxima asegúrate de tener en cuenta que tanto soportas el dolor ¿Qué hubiera pasado si era uno de los sujetos de afuera los que te escuchaban en lugar de mí?

Aquello la hizo temblar aún mas ¿La delataría con sus secuestradores? El frío de lo que suponía era alguna especie de cuchillo golpeo contra la mallugada carne de sus muñecas haciendo que casi se soltara a suplicar porque no la matara, que ya no haría más ruido y que se mantendría callada y obediente en todo lo que le pidieran hacer más todo eso murió en su garganta no solo porque aquel sujeto aun le cubría la boca sino también por el hecho de sentir como es que aquellas apretadas cuerdas se deslizaban por sus manos dejándola en libertad.

No lo pensó dos veces y se sacó el pañuelo que cubría sus ojos sorprendiéndose de que aun así viera todo oscuro por lo cual suponía que en ese momento era de noche, se apresuro a desatar sus pies de aquellas mismas cuerdas, levantándose lista para poder salir de esa carroza a como diera lugar, su felicidad por logra escapar no duro mucho un tirón particularmente fuerte en su brazo le hizo volver a caer sentada sobre la superficie de madera.

De proie à chasseurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora