De proie à chasseur

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Ray luchaba por encontrar las palabras adecuadas para poder hablar con ellos.

Ray deseaba levantarse y abrazarlos hasta que ya no tuviera que soltarlos.

Ray anhelaba volver a estar reunido con su familia.

Pero volver a ser Ray era lo último que necesitaban en este momento, además Ray murió hace años, ¿verdad?

El recuerdo de la última vez que vio a su madre y hermanos llenaba su mente, una imagen borrosa marcada por la tensión y la discordia. La discusión que había tenido con todos los mayores había sido demasiado intensa y amarga (Las crueles palabras de Don, la forma en la que Gilda lo veía con repulsión, cómo Emma solo parecía evitarlo y la enfermiza satisfacción que vio en el rostro de Norman lo perseguirían hasta la muerte) No recuerda exactamente cuál fue el detonante final de todo, pero sí recuerda los gritos de sus hermanos menores (sobre todo de Jemima) cuando por enojo decidió salir de noche de la casa, ignorando las advertencias de su madre y cuando menos se lo esperó un demonio lo arrastró al interior del bosque.

No recuerda exactamente cómo fue que terminó saliendo vivo de aquella situación, sobre todo porque aquel demonio era bastante fuerte para un chiquillo como él, solo sabe que cuando despertó se encontraba con la familia Tomioka ¡Fue entonces cuando se le ocurrió la increíble idea de fingir que era huérfano y tenía amnesia! Así fue como obtuvo una nueva familia y una hermana amorosa que lo quería como si fuera su hermano biológico, también fue el momento en que decidió asesinar a Ray Stewart y traer al mundo a Tomioka Giyuu, desgraciadamente tiempo después igual perdió a aquella familia. Después de conocer a Sabito y Urokodaki-sensei, se enteró de lo que eran los demonios que existían en este lado de la puerta y decidió aniquilarlos a todos para que nadie volviera a sufrir debido a su causa.

No negaría que cierto deseo de venganza también estaba involucrado en su propósito de cazar demonios.

- ¿Qué fue lo que usaron cuando el claro se llenó de humo? Sé que uno de ellos era glicina, pero ¿y el otro?

Una suave presión contra su pierna le hizo apartar la mirada tan profunda que tenía sobre la sopa. Al final, si lograron convencerlos de comer la sopa que les ofrecieron (Kyojuro ya iba por su cuarto tazón), desvió su mirada a la zona en cuestión y no se sorprendió al ver que era la pierna de Kyojuro la que se recargaba contra la suya de forma suave. Le estaban gustando esos pequeños gestos que el contrario tenía con su persona, le hacían sentir que por fin alguno de sus compañeros lo tomaba en consideración y veía más allá de su máscara que se ponía, haciéndole sentir bastante... ¿Feliz?

- Era polvo de belladona – dijo Lani mientras Thomas a un costado tomaba de su cinturón una de las aparentemente inofensivas bolsas con dicho polvo dentro-. En grandes cantidades se vuelve una sustancia tóxica y alucinógena para quien esté expuesto, además de dejarte temporalmente "ciego" o viendo todo borroso, lo que las vuelve unas grandes bombas de humo para despistar y atontar a tus enemigos.

- ¡Es un efecto temporal! – aseguró Thomas como si él mismo se hubiera rociado algo de ese polvo en los ojos, aunque conociéndolo quizás lo hizo -. Así que no se preocupen, señores samuráis, sus ojos volverán a estar como nuevos en cualquier momento.

Tomioka aún se sentía algo desorientado, ver a todos sus "hermanos" frente a su persona actuando de forma tan amigable con ellos que le hacía doler el corazón de una forma bastante peculiar, seguramente por el hecho de que ninguno de ellos lo reconocía, más aún al ver lo mucho que habían crecido varios de ellos. ¿Esa niña que se escondía detrás del marco de la puerta era la bebé Carol? Joder, él aún la recordaba como la bebé de 2 años que corría con los brazos extendidos a la primera cosa que llamara su atención y ahora se veía como toda una jovencita de mínimo doce años.