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- ¿De dónde salen tantos demonios? – escuchó el grito de Shinazugawa por sobre los rugidos de los demonios -. Y ¡¿Como Diablos Pueden Andar Bajo El Sol?!

Esa era una muy buena pregunta, la mayoría de esos demonios eran deformes y no tenían ningún tipo de apariencia similar a la de un humano, casi pareciera que habían convertido a un perro-gato-araña en un demonio gigante que casualmente puede andar bajo el sol sin desintegrarse al momento de que salen a la luz. Otra cosa curiosa era que podían matarlos sin la necesidad de cortar sus cabezas, una apuñalada donde se supone que debe estar el corazón o partirlos por la mitad funcionaba de maravilla, claro que al final quedaba un desastre que seguramente deberían de limpiar.

Con su espada en llamas gracias a una de las muchas posturas de su respiración termino por calcinar a varios demonios de un solo golpe, dejando el lugar un fétido olor a carne podrida siendo quemada. Volteo para ver a su alrededor buscando a cierto pilar en específico, no es que dudara de las habilidades que tiene el chico de ojos azul oscuro pero sabía que lo que aquel demonio le había dicho le afecto en gran medida al pilar del agua, de allí su preocupación, no quería que algo malo le pasara solo por estar pensando en quien sabe que cosas que terminaran por hacer que resultase dañado.

Se tranquilizo al poder encontrarlo entre toda la multitud, pero volvió a preocuparse al verlo rodeado por los demonios. Quiso correr a ayudarlo creyendo que estaba en algún tipo de aprieto, pero se quedó estático en su lugar al notar cierta aura que parecía estar rodeando al de Haori con doble patrón: estaba furioso.

No hacía falta verle el rostro para saber aquello, la forma con la que atacaba a los demonios y la frialdad con la que lo hacía delataban el hecho de que en efecto estaba bastante furioso o mínimo trataba de no mostrar lo mucho que lo estaba.

Volvió a ver todo a su alrededor notando enseguida que todos los demonios habían sido aniquilados, la mayoría por la furia creciente en Tomioka que solo dejaba cadáveres de demonios detrás suyo. Hubo un solo demonio que dejo con vida, lo atravesó en el abdomen con su espada dejándolo encajado contra el tronco de uno de los muchos árboles alrededor, aquel demonio aún seguía con vida y aullaba del dolor que le provocaba el tener aquella espada enterrada. El Hashira del agua se acercó a paso lento hasta donde aquel demonio quedaba, tenía parte de su ropa manchada de sangre, su ceño estaba fruncido y sus ojos eran los más fríos que ninguno de los otros pilares habían visto jamás; casi pareciera que otra persona había tomado el control de su cuerpo.

Esa era una nueva faceta de Giyuu que no conocían y dudaban volver a ver.

- Solo lo preguntare una vez – su voz sonaba tan suave que les causo escalofríos a más de uno de los presentes -. ¿Cómo encontraron este lugar? Y ¿Qué relación tiene todo esto con Ratri?

- Eso... eso es algo que no te incumbe... ¡AHHHHHHH!

Fue un movimiento simple y limpio el realizo para cortarle uno de sus brazos, la sangre salió a chorros de ese lugar y la mirada de todos se quedó en el inexpresivo pilar quien con toda su fuerza golpeo continuamente el rostro del demonio que no hacia otra cosa que no fuera gritar por el dolor que le provocaban aquellos golpes. El resto de los pilares no decía ni hacia nada después de todo estaba más que claro que sería el de cabello oscuro quien se encargaría de sacarle la información al demonio a punta de golpes.

- Es la primera vez que veo a Tomioka-san tan molesto con algo

- Vemos – respondió Uzui ante lo dicho por la pilar del amor -. Estoy seguro de que es la primera vez de todos viendo a Tomioka fuera de sus cables

- Me preocupa – pensó Kyojuro para sus adentros -. Toda esa furia no parece ser pasajera, es más bien una parte de todo su enojo contenido por años

De proie à chasseurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora