XX

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-Entonces... ¿Ahora mataremos a Stolas?

Ascaroth miraba a Stella quien estaba sentada en el escritorio cruzada de brazos mientras miraba al suelo, asintio con la cabeza respondiendo la pregunta del imp.

-¿Y como funcionará eso?, ¿voy a distraerme o algo así?.

-Eso debes arreglarlo tu, no yo. Solo debe parecer negligencia tuya.

-Negligencia,bien. Viniendo de mi será la mierda más sospechosa, pero esta bien.

-Tranquilo, yo me encargaré de todo.

El imp no respondió más y se limitó a obedecer al mirar como Stella le hacia una señal para que se acercara. Se sobresalto al ver como esta le aflojaba la corbata y la subía un poco, apretandola de forma como si pudiera usarla de correa.

-Esto... ¿podría solo no hacer esto?

-¿Por qué?

Stella dio un fuerte tirón a la corbata mientras separaba la piernas, de forma que los dos quedarán muy juntos, sonrió y apoyo una mano en el hombro de Ascaroth mientras que este por reflejo apoyo las manos al filo del escritorio.

El imp trato de alejarse un poco pero lo único que provocó fue asfixiarse así mismo con su propia corbata. Sintió un escalofrío recorrerlo con las suaves caricias de Stella las cuales terminaron en su mejilla, donde la mujer colocó su mano antes de pasar el pulgar por aquella cicatriz. Cerro los ojos fuertemente mientras cesaba sus intentos de alejarse, no quería sentir aquella sofocante sensación.

-Ahora mismo soy un imp, Stella. No querrás hacer esto.

-Eso es lo que menos importa justo ahora.

Ascaroth supo que ya no tenía escapatoria cuando sintió su corbata apretarse más y sentir la mano de Stella yendo a su nuca y lentamente sus alientos se mezclaban.

-¿Ahora te haces el tímido?

No querrías responder, pero no tenía opciones.

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El imp se miraba al espejo de su habitaciones con el ceño fruncido, mierda maldita Stella, había una larga marca morada en su cuello producto de haber sido ahorcado.

Maquillaje, necesitaba cubrir eso antes de que llegará Stolas. No, era terrible con el maquillaje y si lo hacía iba a hacer más sospechoso.

Miro su mano derecha, donde no llevaba el guante; En ese momento no sabía si odiaba más a Andrealphus o a Stella, vaya que a obligarlo a hacer algo así... menuda mierda.

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Lo último que vio fue a Stolas recitando algunas cosas de su grimorio (seguramente), su círculo de invocación y el como desaparecía.

No tenía idea de donde había ido, ni siquiera se había llevado el teléfono. Solo... se esfumó.

Si queria tiempo a solas pudo pedirlo y el perfectamente se lo iba a dar.

A ese punto ya se iba a morir de la preocupación si su jefe no aparecía, ya habían pasado horas y ya había enviado cuervos a buscar al príncipe y no lo encontraban. Además, si había usado su círculo de invocación lo más probable es que haya ido al mundo humano y eso lo dejaba peor, ¿y si algún miserable ser lo había lastimado?

Carajo, debía ponerle un rastreador para saber donde estaba siempre, si realmente estaba en el mundo humano entonces le sería imposible encontrarlo. No sólo por que fuese enorme, sino por queria había demasiados demonios hay que las presencia de Stolas se camuflaba perfectamente.

Miro el anochecer mientras se mordía una uña, ya se había arrancado 4 solo le quedaba esa, no controlaba muy bien el dolor que podía infringirse así mismo cuando algo lo ponía ansioso. Stolas lo ponía así.

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Ascaroth saco el teléfono de su bolsillo, en ese momento no le importaba la lluvia, ni la sangre seca en sus manos y pasto. Y mucho menos el dolor punzante de sus dedos por las gotas que caían agresivamente del cielo golpeando fuertemente las heridas en sus deditos donde le hacia falta sus uñas que se había quitado, mucho menos el incesante dolor de tocar aquella pantalla y el como aquellas heridas sangraban de nuevo por la presión ejercida. El estaba ahí de pie en la enorme entrada del Palacio esperando al príncipe.

No importaba si simplemente aparecía dentro, incluso si tenía esa certeza no podía permanecer en el Palacio, sentía que se asfixiaba en un lugar así de grande.

-¿Aló?

Ascaroth le llegó una llamada a su teléfono, el número no era de su lista de contactos y eso le irritaba, no tenia tiempo como para atender llamadas estúpidas de desconocidos.

-¿Ascaroth?

Casi se cae al suelo al escuchar la cansada voz de Stolas al otro lado de la línea.

-¡Alteza!, ¿donde está?, ¿se encuentra bien? Iré a buscarlo,¿necesita algo?, ¿algo le duele?,¿necesitare matar a alguien?

Escucho una corta risa del príncipe que lo hizo suspirar que al parecer no estaba en peligro.

-No sucede nada, tranquilo. Estoy con blitzy así que no hace falta que te alarmes y vengas por mi, llegare en media hora... ¿Ascaroth?

El imp no respondío, literalmente se había arrancado las uñas por la preocupación, ¿y Stolas estaba con su amante,el enano ese?, ¡Pero que puta basura de días !

-Entiendo.

En cuanto finalizó la llamada apretó el teléfono con tanta fuerza que hizo que se quebrara  y se lastimara el. Quizás no tenía por que enojarse, claro que no.

Pero estaba molesto, de haber sido así pudo haber llamado horas antes. Quizás antes del puto amanecer, por que claro que se iba a preocupar después de estar toda la maldita noche esperando al príncipe.

STOLAS de ARS GOETIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora