Alfa y Omega parte 1

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Cuando lo encontró sintió un poco de miedo pero sus ganas de ayudar eran más fuertes.

Estaba postrado en el suelo con muchas heridas y con los ojos cerrados, sentía curiosidad, se acercó tratando de no hacer tanto ruido.

— ¿Hola? ¿Estás bien? — pregunto tímida y nerviosa pero no recibió respuesta — ¿Hola?

No había respuesta, la eriza preocupada se acercó y coloco una mano en su pecho, suspiro relajada sabiendo que aún tenía latidos.

Llevaba consigo una canasta con vendas y medicinas, se agachó para sentarse junto a él y empezó a curarlo.

No era un gran problema solo curar y vendar de no ser por un curioso olor, no sabía cómo describirlo solo sabía que le atraía ese olor amargo y la vez dulce que tenía, fijo su mirada en el erizo herido, semblante aterrador y serio a pesar de estar posiblemente desmayado, tenía un peculiar color ébano con rayas rojas y piel morena.

La eriza no siempre tenía contacto con los chicos, siempre vivió con las chicas en forma pacífica, casi nunca convivía con un chico menos de su edad; ya casi terminaba de curar su brazo cuando él empezó a moverse, se asustó de ver a la eriza y en movimiento rápido saco una daga y le apunto.

—¿Qué es lo qué haces? — no necesitaba alzar la voz para intimidar, su cara y voz eran suficientes, voz gruesa y un rostro de enojo puro — Dímelo ahora

— Yo... ¡Lo siento! — por otro lado la eriza quien no estaba acostumbrada a ese tipo de emociones se asustó y se escondió detrás de los arbustos — ¡Te quería curar eso es todo!

El erizo incrédulo reviso sus heridas y tenían las vendas, ya no le dolían tanto así que corroboro lo que decía, él se percató de que la asustó.

— No era necesario que hicieras eso — dijo aún con su tono serio — Aún así te lo agradezco, lamento apuntarte y asustarte así

— Oh no te disculpes — dijo ella aún con la voz temblorosa, no iba a salir de ahí — ayudo a curar a la gente así que te ayude..

Él tenía curiosidad por ella, se sentía atraído por un aroma dulce había en ella, es un erizo rosa, no hay muchos de ellos.

— Puedes salir de ahí, no te volveré a apuntar — dijo tratando de levantarse pero sintió un dolor en el brazo

— E-espera.. no te muevas bruscamente — ella salió de los arbustos aún con miedo y se acercó a él — No termine de curar tu brazo ¿Puedo?

A pesar de que ella le generaba curiosidad seguía teniendo desconfianza, él levantó el brazo con cuidado para que hiciera el trabajo.  No quería que su pánico le estorbará, saco un algodón con lo que limpio la herida y lo vendo.

— C-creo que esto es suficiente...

— Mmm no está mal... Gracias — dijo mientras revisaba sus otras extremidades con las vendas

— Oh no hay de que... — bajo la mirada apenada — trata de cuidarte, si no las heridas no se curarán

— Soy un cazador, las heridas son algo normal para mí

Amy se sorprendió, entendía un poco esa actitud ruda y fuerte, pudo volver a sentir ese particular olor pero se avergonzó por estar oliendo.

— ¡AMY! ¡AMY DONDE ESTÁS! — se escucharon gritos de una chica

— Oh me buscan — ella se sorprendió, tomó su canasta — B-bueno fue agradable conocerlo... Amm

— Llámame Shadow, ese es mi nombre — dijo con una voz más relajada, ella no era una amenaza ni nada de ello así que dejo su fachada ruda — También fue un gusto conocerte señorita Amy

◍Cotton Candy◍Shadamys one-shorts◍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora