Una Semana Juntos

CAPÍTULO 10

—No quiero tener hijos —repitió—. Y no tendré ninguno. No quiero ser responsable de darle a un niño la horrible infancia que tuve yo.

—¡Por Dios, Alfonso! ¿Es eso lo que te preocupa? ¡No tendrán esa niñez!

—¿Y tú cómo lo sabes?

—Porque lo sé. ¿Cómo se te ocurre ni siquiera pensarlo?

—Porque yo lo viví, maldita sea. Y fue un infierno, por eso lo sé. Y por eso no quiero tener hijos, tomé la decisión hace muchos años.

—Alfonso...

—No.

Anahí quería discutir con él, decirle que dejase de comportarse como un idiota, pero cuando se ponía así de testarudo, era imposible.

—Puedes ir a ver a los niños que quieras, pero yo no voy a tener hijos. Y punto

—añadió.

—Vaya. Muchas gracias, qué amable.

—Sé que te gustan los niños y...

—¡A ti también te gustan! ¿Acaso no eras tú el que jugabas hoy con ellos?

—Claro que me gustan, pero eso no quiere decir que quiera tenerlos.

—No puedes tomar decisiones de ese tipo unilateralmente.

—Claro que sí, ya está tomada.

—Alfonso...

—No, y no voy a cambiar de opinión. Lo siento. Si tan importante era para ti, debías habérmelo preguntado. Emily lo sabía. Dena lo sabía. Y a ellas les parecía bien.

—Pues a mí, no. Y nunca me lo dijiste.

—Ya te lo estoy diciendo.

—Demasiado tarde.

—Lo siento. Pero así son las cosas —y se dio la vuelta, fue hacia el armario y se puso a hacer la maleta, dándole la espalda a Anahí.

Y ella se dijo que Alfonso no era así. No era una persona dogmática. Sabía lo que quería, e iba a por ello, pero siempre le había gustado discutir. Y siempre había escuchado a los demás.

—Alfonso —intentó Anahí de nuevo—. Tienes que ser lógico. Y pensarlo bien antes de tomar una decisión precipitada.

—Ya lo he pensado, maldita sea. ¿Qué te crees que he hecho durante toda mi vida? Así que la única que va a tener que ser lógica eres tú. Y tomar una decisión. Porque si quieres hijos, Anahí, entonces, no quieres estar casada conmigo. Quieres el divorcio.