¿WHO ARE YOU?

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La brisa fresca cada vez comenzaba a hacer más presencia en aquel lindo lugar. Las hojas de los árboles se movían a juego con la danza del viento causando diversos sonidos tranquilos, al menos de día. Un día presioso sin duda.

Lo cabellos oscuros de aquel chico se movían junto al viento o al menos aquellos cabellos que salían del gorro que llevaba sobre su cabeza. Ya había transcurrido una semana desde que despertó, la verdad se sentía inútil al no recordar lo que había pasado antes de que la herida en su rostro fuera hecha. Al parecer nadie sabía lo que le había pasado al pobre pelinegro, este quería respuestas pero no encontró a nadie que supiera, además los otros dos chicos que parecían muy apegados a él no le dejaban llegar muy lejos, temían perderlo de vista y que una trajedia pasase nuevamente. No querían que el chico perdiera otra vida por qué sí, Quackity les había contado lo que había visto en aquella oscura habitación y nadie mas que el joven Karl sabía que significaba pues el ya también había perdido su primera vida Cannon.

No dejarías que se repitiera.

Quackity se levantó del pasto cerrando el libro que Karl le había otorgado, era una especie de diario que llevaba el castaño de cabello desordenado. Karl había dicho que así podría, quizás, recordar algo. No fue así, simplemente se hacía la idea o la imagen que las páginas le transmitían, se sentía mal al no recordar, aún así no se dejaría desanimar tan rápido, apenas llevaba unas semanas sin recuerdos así que, tenía mucho tiempo por delante. Sus pasos lo dirigían de vuelta a la pirámide en la que se habían estado quedando. Sería un camino largo ya que estaba un tanto retirado. Así es, se había escapado.

Entre los árboles escucho ruidos lo que detuvo su caminar. Su curiosidad lo consumía, no pensar en las consecuencias parecía ser algo natural de el, simplemente le parecía emocionante. Se hacerco poco a poco buscando el ruido. Sobre el césped había un cerdo lloriqueando, su pata se había atorado con una de las raíces de los árboles. El de cabello azabache intentó calmar al pequeño ante ade hacer cualquier cosa. No fue fácil pues aquel cerdo intentaba escapar de el pateando y aventando tierra dejando al de cabello oscuro sucio y algo golpeado, aún así no se rindió. Siguió intentando hasta que al final lo consiguió. El cerdo parecía exhausto, Quackity aprovecho la oportunidad y saco de manera rápida -pero cuidando no lastimar- la pata del cerdo, este último corrió de manera coja adentrándose más en el espeso bosque.

Quackity suspiro y se levantó quejándose de los golpes sin darse cuenta que se había formado una figura detrás de el. Saco una chuleta para después comerla de manera tranquila, esa tranquilidad no duró mucho ya que aquella figura hablo. El de cabellera negra se sobresalto girandose de manera violenta al mismo tiempo retrocediendo con terror. Miró a aquel ser que anteriormente había estado detrás de el. No sabía por qué, pero tenía miedo, ese ser le hacía sentirse inseguro y de cierta manera molesto. . . No podía hacer nada por qué realmente no sabía quién era. El silencio se mantuvo, ambos mirándose de manera intensa. El pelinegro con miedo y el otro ser de manera indiferente.

— Quackity. . .

Hablo el ser alto saliendo de las sombras y de aquello que no dejaba que se logrará apreciar. Un escalofrío recorrió a Quackity, aquel ser tenía el cabello rosado y largo, ¿Llevaba una máscara? O ¿Será su rostro? No sabía pero era de un cerdo, sobre su cabeza llevaba una corona. Vestía bien, parecía realmente un rey o algo así. ¿Debería de hacer reverencia? Se preguntas el de cabellera negra.

— ¿Quen eres?

Las palabras del de gorro temblaban, no sabía realmente por qué se sentía así, no sabía quién era, no lo conocía, quería saber la razón de sus emociones hacia aquel ser.

— ¿No sabes quién soy? — el cerdo soltó una carcajada — Que divertido eres Quackity. Pero las cosas no se arreglan así.

— ¿A qué te refieres?

Ahora sí, el de gorro estaba asustado, se sentía acorralado. No entendía, no debió haberse metido ahí, le había alegrado ayudar pero ahora no sabía si lo que había hecho había estado bien. El cerdo se hacerco al moreno agachándose un poco burlándose de su altura. Seguido lo obligó a mirarlo pasando su dedo sobre la máscara marcando donde se suponía debería estar la herida del de cabellera negra.

El de cabellera oscura palidecio mirando con terror. Sus ojos se habían abierto demasiado, lágrimas se acumularon sin todas sobre sus mejillas, su respiración comenzó a entrecortarse con pánico. No podía moverse. Después de un corto tiempo el cerdo río de manera escandalosa colocando una mano sobre la cabeza del de gorro dejándolo demasiado confundido y asustado.

— ¡No te preocupes! Parece que viste a un muerto.

Quackity no dijo nada, sus piernas comenzaron a temblar y en cuanto pudo salió corriendo lo más rápido que pudo de regreso a "su hogar". No estaba seguro de si aquel ser lo había seguido por lo que no se detendría, la adrenalina ayudo en su escapatoria.

[.  .  .]

— ¿Dónde está Quackity?

Preguntó Sapnap a Karl, este segundo estaba acomodando unas cosas en su inventario. Ahí se dio cuenta, ya había pasado un muy buen rato desde que no lo veía por ahí, supuso que estaría leyendo el libro que le había dado restándole importancia. Simplemente se encogió de hombros respondiendo un "no se".

Antes de poder decir algo más a lo lejos vieron al chico regresar corriendo como si su vida dependiera de ello con la cabeza baja. El cabello oscuro se había salido del gorro tapando considerablemente la vista a la cara del menor. No paso mucho antes de que aquel chico cayera de rodillas contra el suelo sin levantar la mirada, ante esto, el castaño y el de cabello lacio corrieron a dónde el moreno se encontraba.

El menor en estatura respiraba con dificultad por el gran maratón que había recorrido para llevar hasta los que le otorgaban asilo. Estaba sudando, no sabía si por el terror del momento o por el cansancio. Finalmente levantó la cabeza, entre el cabello que caía sobre sus ojos diviso a los otros dos chicos que venían en su dirección. El pelinegro menor se sintió aliviado de haber llegado.

— ¡Quackity! ¡¿Que sucedió?!

Dijo alterado el de cabellera desordenada tomando en brazos al de gorro y al mismo tiempo revisando todo su cuerpo en busca de heridas graves cosa que no encontró. En ese tiempo el de chamarra azul no dijo nada, quería llorar pero a la vez no quería hacerlo. Quería abrazarlos pero no sabía si era correcto. Quería respuesta a sus preguntas pero no obtenía nada. El cuerpo del menor en estatura se tensó aguantando las lágrimas y el aire para no llorar.

De manera suave el castaño lo abrazo con fuerza sosteniéndolo en sus brazos, se encontró d epronto en un lugar seguro, se sentía a salvo en sus brazos, no quería separarse. . . Enterró su cara en el pecho del de chamarra colorida tomándo con fuerza la espalda del castaño buscando olvidar el pánico que le generó estár con ese ser. Sin poder más comenzó a llorar aferrándose aún más a el contrario el cual comenzó a acariciar su cabeza con cariño en busca de terminar con lo que le hacía mal al de cabellera azabache. Finalmente Sapnap suspiro y se unió al abrazo dejado que el pelinegro se refugiar en ambos. . .

Al fin se sentía a salvo.

.*- Missed Memories -*. [Karlnapity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora