Tinta negra |Daniel Ricciardo | Trilogía F1

Cuatro

Narra Daniel:

–Estaba ocupado observando que pasaba, porque mis ojos estarán siempre puestos en ti

Solté las palabras sin vacilar, porque necesitaba que Esmeray entendiera directamente que nadie había podido ocupar su lugar, y mucho menos ese vacío que había dejado tiempo atrás, y que recién ahora ella misma estaba volviendo a llenar.

Pero por sobre todas las cosas, había utilizado las palabras más directas porque sabía que las mismas, generarían que sus mejillas se ruborizaran, y en consecuencia que todo de mí se enamorara aún más de su lucir angelical.

–Daniel

Susurró con la suavidad de su voz, al mismo tiempo que daba un paso, acortando aún más la cercanía, generando que mi corazón nervioso estuviera más próximo a dar un vuelco.

La delicadeza de sus dedos rozó con la rusticidad de mi barba, y mis ojos inevitablemente se cerraron ante su ínfimo tacto.

Y digo ínfimo porque en cuestión de segundos su mano abandonó mi rostro, y sin necesidad de abrir mis ojos pude sentir su ausencia, hasta que sus palabras me obligaron a abrirlos.

–Siento haber sido tan ruda, no lo merecías

Habló dándome completamente la espalda, como si eso de alguna forma pudiera evitar que me diera cuenta de que ella se encontraba ahogando su llanto.

Me quedé en mi lugar, aunque todo de mi quería salir corriendo a abrazarla, pero me contuve porque la conocía demasiado, tanto así que sabía que debía darle su espacio, y que ella iba a venir hacia mí en el momento exacto.

–Quédate tranquila que no me molestó, sino que me resultó gracioso verte celosa

Una risita surgió para dejar rápidamente atrás el estado de tristeza, en tanto sus manos eliminaban decididamente las lágrimas para que no quedaran rastros de ellas.

–Sabes, desde que te conozco siempre me hice la misma pregunta

–Y ¿Se puede saber cuál es esa pregunta?

–¿Cómo haces para encontrarle el lado divertido a todo? Es como un poder que tienes

–Siempre voy a encontrar la manera, y aún más teniendo la satisfacción de poder verte sonreír en respuesta

Solté al mismo tiempo que me acercaba, haciendo que mi pecho quedara a una distancia prudencial de su espalda, pero aún así, a pesar de esos centímetros que nos separaban, pude sentir como sus piernas flaqueaban ante mi.

–Daniel

Susurró mi nombre por segunda vez, pero en esta ocasión, sus pies en lugar de avanzar retrocedieron, generando que en dicho acto nuestras manos se encontraran.

Un simple jugueteo de dedos bastó para que en mi interior, se formara la sensación de un sin fin de fuegos artificiales explotando al mismo tiempo, y que con su luz iluminaban cada espacio de mi(cielo).

Pero un carraspeo provocó que el cielo se volviera nuevamente oscuro, obligándonos a cortar con ese deseado contacto.

–Siento interrumpir, pero les juro que es por una buena causa

Escuché la voz inconfundible de Amellie, para acto seguido darme la vuelta encontrándome con una mueca de 'lo siento' en su rostro.

–No es justo, vas demasiado rápido con esa silla

Llegó Dana haciéndonos reír en el momento justo, cortando con el momento incómodo, pero eso no bastó para que la seriedad de Esmeray se desvaneciera.