Catorce

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Narra Dana:

¿Mala semana?

Le pregunte a Daniel al cruzármelo en el ingreso del hospitality de Mclaren, a tan solo unos cuantos minutos de haberse terminado el gran premio de Canadá. 

Corrección, mal año

Contestó con tono de frustración, mientras que la tristeza y el cansancio se veían reflejados en su rostro. 

Se que esto sonará a cliché, pero...

Intenté encontrar las mejores palabras para decir en ese momento, pero mi mente se distrajo en cuestión de segundo al escuchar una discusión que se estaba formando a tan solo unos pasos de nosotros, y que, al reconocer la voz de las dos personas involucradas en ella, me obligaron a darme vuelta para ver tal escena.

Dije que necesito estar un momento a solas ¿A caso no lo entiendes? 

Un Lando bastante enojado ingresó con rapidez al hospitality, dejando a Amellie peleando con la puerta del mismo para que no se cerrara, y al mismo tiempo evitando que se cayeran sus muletas. Pero todo ese forcejeo en vano terminó en llanto, en donde Amellie dejó caer sus lágrimas, soltando en cada una de ellas la impotencia que traía reprimida desde hace dos carreras atrás.

Sin pensarlo subí unos escalones tratando de no caerme, para luego avanzar hacia donde ella se encontraba y darle un abrazo en señal de apoyo, que solo logró terminar de sacar todo lo malo que habitaba dentro de sí.

La insuficiencia de poder hacer algo para que la otra persona comprenda lo sucedido terminaba siempre asociado a la bronca, siendo esa la segunda emoción que Amellie había decidido sacar en plena luz del día frente a varias personas, por medio de sus muletas, las cuales las aventó con gran fuerza contra del piso, mientras que balbuceaba unas pocas palabras.

Estoy cansada de esta mierda 

Lo sé cariño — intenté consolarla mientras acunaba su rostro en mis manos.

—Chicas será mejor que entremos, sino queremos estar en todas las páginas de chismes mañana 

Habló Daniel acercándose a nosotras, para luego señalar con sus ojos hacia el lugar donde se veía con claridad como se acercaban dos fotógrafos, siendo ese el puntapié para que los tres ingresáramos hacia un lugar más privado donde pudiéramos hablar.

Una oficina que al parecer se usaba para reuniones fue el lugar ideal para dejar caer nuestros cuerpos vencidos en las sillas por el agotamiento mental traíamos. Daniel y Amellie peleando internamente para no perder a los amores de sus vidas, mientras que yo intentaba ayudar a que mis amigos tuvieran una vida feliz, cuando en realidad ni si quiera yo misma sabía qué hacer con mi vida. 

Siento haberlas involucrado en todo esto — Daniel fue el primero en hablar, o más bien en disculparse.

Esmeray es nuestra amiga, nos hubiéramos involucrado de todas maneras 

Dana tiene razón, solo que algunas personas no logran entender eso ... aunque pensándolo bien ni siquiera yo entiendo como Lando no confía en mí, después de todo lo que pasamos y de toda la confianza que depositamos el uno en el otro — soltó Amellie mientras dejaba caer el resto de su cuerpo sobre la mesa.

Solo es cuestión de tiempo, conozco a Lando, sé que cuando se enoja no piensa en sus actos, pero con el pasar de los días el entenderá, solo déjame hablar con él 

 —No sé si esa es una buena idea

Lo sé, pero no voy a pasar estas semanas libres pensando en que lo podríamos haber solucionado

Tinta negra |Daniel Ricciardo | Trilogía F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora