𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 𝐕𝐀𝐑𝐈𝐎𝐒

《xɪᴀᴏ》

•ᴠɪᴅᴇᴏᴊᴜᴇɢᴏ: Genshin Impact•

•ᴀᴅᴠᴇʀᴛᴇɴᴄɪᴀs: leve escena subida de tono•

•ᴍᴀʟᴇ ʀᴇᴀᴅᴇʀ•

•ᴘᴇᴅɪᴅᴏ ᴘᴏʀ: cxte-xiao

⋯⋯⋯ ⊰ ᯽ ⊱ ⋯⋯⋯

Suspiró frustrado, cansado, escupiendo en un acto nervioso hacia la tierra. Empuñó su espada con fuerza, apretando los puños hasta sentir sus nudillos fríos. Tragó duro, sintiendo un nudo en la garganta que no le dejaba respirar. Lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, apretando los dientes con fuerza y fijando sus orbes morados en el enemigo frente a él. Hiroo frunció el ceño, deslizando el pie hacia atrás y preparado para esquivar algún movimiento del enemigo o aprovechar un espacio libre y utilizar su fuerza. Podía sentir los ojos del ser tras la máscara clavarse en su rostro, fijar su katana hacia delante, amenazando con atacar como no abandonara su territorio.

Hiroo no pretendía abandonar así de fácil. Se había prometido conseguir aquellos ingredientes para la comida de su pareja y no lo defraudaría. Su orgullo no se lo permitía, y después de haberse recorrido media isla Yashiori, no podía dejarlo así sin más. Satō iba a conseguir su misión, y aquel Maguu no le iba a detener.

Con furia se posicionó para avanzar junto a su espada que combinaba con sus ojos, chasqueando la lengua y empezando a correr hacia el enemigo que le había molestado en su investigación de sabores nuevos.

Esquivó con rapidez el golpe que el contrario le quiso proporcionar, empuñando con fuerza su arma y activando cada ataque que le pudiera servir para al menos inmovilizarlo y poder irse tranquilamente por el camino que debía haber cogido desde hace un rato. Hiroo sabía que no tenía mucho nivel, y que aquel Kenki que le había retado a un combate hace ya un rato estaba a un nivel mayor. Las heridas en su cuerpo lo demostraba, y dudaba realmente poder aguantar más en aquella lucha.

Gimió adolorido, aguantando el corte en su brazo con una de sus manos y con la otra aguantando la espada con la que intentaba apartar la katana del contrario. Su mandíbula dolía de tanto apretar la dentadura, sentía el sudor bajar por su frente y sienes, como su brazo pedía por un gran descanso le hizo alertar, consiguiendo una distracción para que el Maguu aumentara su fuerza y pudiera acertar su golpe.

Grito del dolor, rodando hasta la roca más cercana y, con mucho esfuerzo, poder esconderse tras ella. Suspiró angustiado, intentando tranquilizar su respiración mientras percibía el escozor de las recientes heridas. Sus manos temblaban, lo sabía, y cada vez sentía su fuerza disminuir considerablemente. No podía, no podía seguir combatiendo. Pero no se quería rendir, no tenía el suficiente ego como para gastarlo en ese momento. Pero sus músculos no le daban para más, no podía... ¿O sí?

El repentino golpe a su izquierda le sobresalto, girando rápidamente la cabeza encarando al rostro que se había aparecido a su lado. Soltó un resoplido, levantándose con dificultad y esquivando el filo de la espada azul. Cada vez su brazo dolía más, lo estaba dejando de sentir, y aquello no era buena señal. Su respiración cada vez estaba más agitada, perdiendo el control total de su fuerza empezó a correr, esquivando cada ataque mandado por el contrario y queriendo llegar hasta él con apuro. Pero aquella mascara oni invocó de nuevo y tuvo que echarse hacia atrás para que el torbellino que ésta generó no le hiciera daño. Era algo complicado debido al pésimo estado en el que se encontraba, pero Satō lo estaba dando todo para conseguir derrotar a aquel enemigo de prendas azuladas