Mi querido corazón roto, debo admitir que me dejaste con un miedo sobre humano entre las manos, me costó demasiado volver a confiar en alguien, pues en quien más creí jugó nuevamente con mi confianza a su gusto y la hizo pedazos.
Tocaste los puntos más débiles que tenía y los hiciste estar más consistentes los años próximos.
El amor es un poco de todo, trae felicidad, un poco de llanto, complicidad y por sobre todo paz, pero cuando estás en el lugar incorrecto no se siente más que un sabor agrio, solo te hace llorar y te lleva a experimentar cosas negativas. Se desgastan partes de ti que nunca vuelven a ser las mismas, pero si hay algo que se puede rescatar es que aprendes, aprendes tanto que en el mejor de los casos no lo repites.
Doliste tanto como si una bala me hubiese impactado en el pecho.
Rompiste tanto como si un vidrio se hubiese quebrado.
Marcaste tanto como si me hubieses tallado.
Quise gritar para que me escogieses, que me notaras, pero tus ojos estaban puestos detrás de los míos.
Hoy con las heridas ya sanas, con el brillo puesto en mis ojos, me despido de ti y te dejo ir. Miro hacia atrás y no veo más que a dos chiquillos intentando lidiar con la desconocida vida.
Esta Zoe que está lista para soltar, te desea la mejor de las historias, te da las gracias por abrir mis ojos y se atreve a decir que el amor es un riesgo, pero siempre vale la pena correrlo.
Nunca dejes de soñar y sé feliz, Axel.
Se despide con cariño, Zoe.
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Los Corazones Rotos De Zoe ©
RomanceZoe tiene una larga lista de decepciones amorosas por contar, y pretende reflexionar sobre ellas durante la tarea que le encomendó su psicóloga: Escribir para dejar ir. Recordar será como desenterrar el pasado y abrir heridas viejas, pero ayudará a...