TU ERES MI VIDA (Libro Uno )

CAPITULO 1

MI SEGUNDA OPORTUNIDAD

[Meses después]

El dolor es muy fuerte, y la mujer gritando junto a mi no hace más que incrementar mi dolor de cabeza. Mi vista es borrosa y me aferro a la silla del hospital en la sala de espera.

- ¿Siguiente? -escucho una voz. No levanto la mirada, porque se que es la gritona quien va primero. Gracias Dios mio...

Ella se marcha gritando todavía. El dolor no cesa y tengo miedo por mi bebe.

- Todo estará bien pedacito de cielo -digo acariciando mi abultado vientre. Ella es mi nueva oportunidad, desde que supe que estaba embarazada he luchado por ella. Ella llegó para dar sentido a mi vida.

No se cuanto tiempo pasa antes que sea mi turno, y me pongo sobre mis pie tambaleándome y rezando que mi bebita este bien en mi vientre. No la he sentido moverse, el dolor de cabeza y la visión borrosa hacen que tenga nauseas y que los nervios me tengan a punto de vomitar la bilis.

Nerviosa escuchó las instrucciones del doctor, cumplo todo lo que me pide y respondo todas su preguntas. Él me hace exámenes y ordena que me recueste en una camilla.

- ¿Qué le pasa? ¿Estará bien? - pregunto al Doctor.

Estamos en una habitación espaciosa del hospital, y puedo escuchado el latido de mi bebé y el alivio de saber que está bien regresa a mi mente.

Miro mejor al doctor y creo ver un Ángel bastante lindo, por cierto. Si no estuviera en este lugar, en esta situación podría admirar más su belleza.

Es alto, muy alto para mi que soy tan pequeña en comparación. Tiene un color de piel blanco que hace resaltar sus ojos marrones claros pestañas largas, unos labios carnosos, y su pelo castaño claro

Es todo lo contrario a mi gusto de hombre... O al gusto anterior.
Estoy tan embobada mirando la escultura de hombre que es, que no escucho que me está hablando. Sólo puedo mirar sus labios carnosos y rosados moverse ¿Qué me está pasando?

- ¿Señora? -me saca de mis pensamientos. Bueno mejor dicho de como lo estaba mirando o en mi caso babeando-. ¿Me escucha señora?

- No soy una señora -digo con la voz demasiada más ruda de lo que pretendo.

- Bueno señorita... -rectifica y mira la carpeta buscando mi nombre,supongo-, Isabella, como le decía. El feto está bien, solo tiene que quedarse unas horas en observación debido a su presión arterial muy alta. Su embarazo está a término y podría nacer en cualquier momento.

- Gracias ¿Doctor...? -dejo la pregunta y me quedo callada esperando que me diga su nombre .

- Pablo, me llamo Pablo -dice con una voz aterciopelada

«Pablo, saboreo el nombre en mi mente. Pablo como el apóstol San Pablo, Salvador de los gentiles» ¿Qué me está pasando...? ¡Reacciona! -me gritó internamente.

- Encantada -al fin encuentro mi voz-, gracias por hacer esto. no es tu deber estar explicandome todo.

Niega con la cabeza ceñudo.

- No te preocupes, no tengo problemas de hacerlo y además es mi trabajo -responde y sus palabras me tranquilizan.Me quedo mirándolo, es muy amable y me preguntó.¿Porque no conocí alguien así para formar una familia?Pero de los errores se aprende a vivir y la verdad del mio tengo una ventaja, una ventaja que pronto estará en mis brazos. Mi pequeña.