CAPITULO 4

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PABLO ALVAREZ

Pero como un buen hijo jamás mostraba mi dolor.
- ¿Mami almorzamos juntos?- volviendo a la realidad y dejando mis pensamiento en el olvido donde deben quedarse .

-¡Claro hijo!. Sabes que es un honor, para esta madre compartir una comida con su hijo-. Sabiendo que sería un almuerzo lleno de preguntas de mi vida . Adoraba pasar tiempo con ella.
Era la mujer mas perfecta en mi vida , claro con mis hermanitas.

Después de una comida con mi madre llegué agotado .
El consultorio , fue un día normal como cualquier otro.
Tenía que llegar y prepararme para un guardia de 72 horas nada. Pero si matadoras.

-¡Hola hermoso! - Escucho una vos muy familiar asomarse de la puerta del baño.
-hola- lo único que alcanzó a decir antes de voltear y que se tire a mis brazos.
No podía negar que era muy bella mujer. ¿Todavía la amaba? No esa pregunta estaba clara en mi. Fue alguien importante pero ya no la amaba. Yo debía hacer lo mismo que ella.
Usarla y desechar de mi vida de igual forma.
Con sus manos acariciando mi cabeza y intentando besarme, no era la primera vez que la tenia en mi casa.
Pasaría como las anteriores, no la aceptaría no de esta forma.
Sabía que solo era momento nada más.
Que solo buscaba saciar esa necesidad de sexo. Que su actual marido no le daba.

-Martha.- intentando separarla de mi. -¿Qué haces acá? y ¿Cómo entraste? - logró decir cuando esquiva sus besos.

Tiempo atrás le hubiera hecho el amor con desesperación . Extrañaba su piel y aroma . Pero ella no era mía. Ya no.

-Necesitaria que te vayas , tengo guardia en un hora-.
Solo me miraba no podía creerlo que yo su títere, no podía ser movido por sus hilos. Ya no podía utilizarme y jugar a su antojos .

-Pablo te extrañe. Te necesito mucho - solo mentiras salían de su boca. Que un día ame como nada en mi vida.

-Por favor . Solo vete- sabía que mi impulso por hacerle saber lo que dejó por su avaricia de dinero . Solo llenaría su deseo pero dejaría un vacío en mi.
Pero yo sufriría recordando lo que nunca más tendría en mi cama. Si no era una noche como está . Bueno en realidad ya no sufriría, el tiempo que llevábamos separado pude entender que solo fue algo que estaba acostumbrado. La verdad nose si la amaba como pensé.
No quería tratarla como una mujer que pagas por sexo. La respectaba todavía.
Mi madre me enseñó que a las mujeres se respeta , aunque a veces no se lo merecía mi respeto. Y ella era una .

-Solo te pido que te no este cuando salga de bañarme. Adiós -
fue lo último que articule en su cara, cuando me dirija al baño .
Necesitaba un baño para sacarme ese olor de su cuerpo .
Ya no quería me dolía pensar en que se convirtió la mujer que ame tanto tiempo. Y una vez creí que me amo de igual manera.

No podía entender cómo puedes renunciar al amor y tan solo tener un apellido que te abra camino en su carrera. ...

Gracias a dios , cuando salí ya no estaba. No quería pelear , necesitaba estar tranquilo para una larga noche .

Saliendo de mi departamento me crucé con una joven.
Estaba recostada en la pared , como si se sintiera mal .
-¿Te encuentras bien? ¿Te puedo ayudar? - no podía dejar de ejercer mi profesión en todo momento.
-NO GRACIAS! - Sólo salió de aquella joven.

Sólo me aparto de su lado y camino, por el lado contrario a mi. Me quedé observándola, recién se estaba desmayando de dolor y ahora se iba como si nada.

Llegando a la guardia, me encontré con un noche tranquila.
Bueno yo llamaba tranquila, era una más entre partos y atenciones a mujeres locas y algunas tranquilas .
Pero sabía que no era una noche mas algo cambiaría mi vida . Cambiaría de un momento a otro.

Tenía en mi mente, aquella joven . Era muy linda pero muy joven también.
Bueno no creo que tan chica sea, tenía un barriga de casi 9 meses.
-¿Que piensas tanto? - Melisa está observandome parada en la puerta de los consultorios externos .
- A trabajar Ya. No se te paga para que princesa en pajaritos-. Me decía con un toque de alegría en su cara.

-ok jefa de personal - sabía que odiaba que yo la llamara así.

Cómo ella me llamaba doctorcito sexy.
Yo sexy. Vamos no pescó ni una mosca con esta cara.

Salgo en busca de una paciente. Riéndome de la locuras de mi amiga.
No podía creerlo, la estaba viendo otra vez . Estaba sentada esperando ser llamada.
¿Era ella?,devuelta nos cruzábamos en la vida y ella era mi paciente . ..

TU ERES MI VIDA (Libro Uno ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora