♥4♥

171 17 1
                                    

- Por favor, detente... - me suplicaba ese muñeco de nieve, mientras yo tomaba trozos de su cuerpo.

Lo siento, pero tengo hambre y no quiero que mis tripas resuenen mientras esté con mi Sans.

Se deformó en solo un montículo de nieve, susurrando un "Detente" antes de no volver a hacer un ruido.

Estoy cansada.

Muy cansada.

He caminado rápido en las ruinas, he matado monstruos, he corrido desde que salí de las ruinas y no he comido casi nada.

Apenas llegue al pueblo de Snowdin me hospedaré en ese pequeño hotel.

Mis piernas temblaron.

Mi visión se vuelve borrosa.

¿Voy a morir? ¿Tendré que iniciar desde las Ruinas de nuevo?

Tengo que ver a Sans cuanto antes...

- Sans... - dije, para después caer sobre la nieve y no saber más.

Sálvame Sans...

Llévame cargando en tus brazos hasta tu cama y abrazame para darme calor...

Sans...

- ¿Ya has muerto? - esa voz de nuevo.

- No, no siento que esté muerta aún, debo estar inconciente y ya. Es la misma sensación que tuve al caer hacia el vertedero. -

- Aún estás a tiempo de reiniciar todo y hacerlo bien. - El botón de reinicio estaba flotando sobre su mano.- ¿En serio estas arruinando la vida de monstruos inocentes? ¿Arruinarás la vida perfecta que construiste tras liberarlos a todos? ¿Sólo por amor? - Chara estaba frente a mí.

- No arruino mi vida, mi vida no era perfecta. Mi vida por fin será perfecta una vez que Sans y yo por fin estemos juntos, como debemos estar. -

- Estás demente... Estás enferma... - me miró con disgusto.

Abrí mis ojos tras sentir como una nariz húmeda me olfateaba el cabello.

- ¡ACK! ¡ALÉJATE DE MI, PERVERTIDO BASTARDO! - ataqué por instinto.

Escuché un lloriqueo.

Era Lesser Dog.

Desapareció en polvo.

Pero esta vez no lo sentí.

No sentí ese remordimiento de haberlo matado.

Tampoco siento lástima o que deba disculparme.

Saqué dos de los trozos de nieve que tomé y los comí, no sabían a nada, pero me mantendrán sin hambre durante un rato.

Me levanto sacudiéndome la nieve de las ropas. Continuo mi camino.

Pero es extraño.

No me he topado a nadie mas que a los que han saltado a pelear contra mí.

- ¿Hola? ¿Hay alguien por ahí? ¡Soy una humana! ¿No vendrán a decirme que me llevarán ante el Rey o me matarán para conseguir mi alma? - dije en alto.

- Pero nadie vino. -

- ¿Qué quieres ahora, Asriel? - resople.

- ¿Yo? Nada, sólo observó tu odisea. Parece que no sabes por qué no hay ningún otro monstruo mas que los que vienen a atacar. - sonrió con malicia.

- ¿Qué quieres decir con eso? -

- ¿No es obvio? - empezó a reírse. - Te tienen miedo, Frisk. -

- ¿Qué? -

- ¡Eres una asesina, Frisk! ¡No hay nadie porque estan escondiéndose de ti! - reía cada vez más fuerte.

- No. No soy una asesina. Sólo quiero encontrar a Sans para construir nuestra bella historia de amor. -

- ¡Si, eso haces! - dejó de reír. - Pero dime. - sonrió tetricamente. - ¿A qué costo? -

- Ah... - no supe que decir.

Flowey desapareció.

No, Frisk, no lo escuches. Flowey siempre fue así, el solo trata de manipular mi mente como lo intentó ya anteriormente. No soy una asesina. Soy la futura esposa de Sans.

- ¡Un extraño olor! -

- ¿De dónde viene ese olor?

- Ah, Dogami, Dogaressa... -

Dieron vueltas a mi al rededor.

- Hmm, aquí esta este extraño olor. Me hace querer eliminar. -

- ¡Eliminarte a-! -

Ataqué a Dogaressa, matándola.

- Ustedes dos... - su polvo se dispersó. - Son tan linda pareja... Me dan mucha envidia. Mientras ustedes viven felizmente casados yo estoy matando monstruos hasta llegar a mi amado. -

Dogami estaba en shock, en la nieve, con restos del polvo de su ahora difunta esposa.

- ¡HUMANA DESGRACIADA, TE MATARÉ! - trató de atacarme.

Esquivé y lo ataqué de vuelta, pero también esquivó.

- ¿Pero cómo...? -

- ¡¡¡MUERE, MALDITA, MUERE, MUERE, MUERE, MUERE!!! - atacaba con fiereza, estuvo muy cerca de golpearme.

Hasta que pude golpearlo.

Murió al instante.

Vaya, estaba algo oxidada en esto de esquivar...

Continúe mi camino.

Estoy cada vez más cerca del pueblo de Snowdin y de la casa de mi amado.

Ya puedo ver ese puente con un supuesto puzzle de Papyrus.

Pero antes...

Greater Dog apareció.

No tenía esa adorable mirada suya.

Me miraba con desprecio mientras gruñía y sostenía con visible fuerza su lanza.

Que estupidez.

Me preparé para correr, y cuando lo hice, di un salto para atacar directo a su cabeza.

Caí en la nieve.

Escuché un quejido.

Escuché el sonido del polvo dispersandose.

Tan cerca.

Corrí por el puente, atravesé el pueblo y antes de llamar a la puerta de la casa de Sans y Papyrus, éste último se encontraba mirándome con seriedad a través de la neblina.

Me alejé de la puerta.

Y caminé hasta donde Papyrus se encontraba.

- Humana. Yo debía haberte capturado en nuestro primer encuentro. Debía haberte enviado ante mi capitana Undyne y después serías escoltada hasta la capital, ante el Rey. - suspiró. - Sin embargo, mi vago hermano Sans... - mi corazón saltó emocionado y sentí una sonrisa queriendo formarse en mi rostro. -

- ¿Qué? - dije muy en bajo y para mí misma.

- Humana, sé que en ti aún hay un rastro de bondad. ¡Yo, el Gran Papyrus, creo en ti! ¡Sé que puedes cambiar! ¡Seré tu amig-!-

Un ataque.

- Cierra la maldita boca, montón de
huesos patético. -

Su cabeza, junto a su capa, cayó en la nieve.

- ¡No! ¡Ni siquiera se esto me detendrá! ¡Se que cambiaras, humana! ¡Jamás olvides que yo soy tu amigo! -

Su cuerpo desapareció hecho polvo.

Puse mi pie sobre su cabeza, presionándola.

- Deja de hablar, idiota ridículo. -

Presioné mas fuerte, hasta que escuché como se destrozaba y mi bota color marrón se lleno de polvo.

Su alma desapareció al fin.

Ahora sí, iré a ver a mi amado.

|♥|Yo Mataría Por Ti|♥| (Frisk x Sans fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora