23.-El color de tus ojos, cambió aquella noche.

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DANNA HIDALGO.

Me había desconectado de todo y de todos, no quería hablar con nadie era evidente desde que decidí apagar mi celular, estuve en la cabaña todo el tiempo de hecho pensé en ir a casa de los abuelos pero no, no fui no quería involucrarnos los en esto al menos no por ahora. Mis hermanos han venido a buscarme aquí, así sea una hora por día desde aquel primero de enero en el que hubo ese incidente en la madrugada, pero la única persona que revisaba esta cabaña como se debe y siempre daba conmigo era mi padre, este lugar tiene un escondite en particular había una puerta secreta que me conducía a una habitación debajo de la cabaña, hasta la actualidad me sigo preguntándome en que estaba pensando papá cuando la diseño y la construyó.

Hoy en la madrugada mientras no podía dormir, pensé en ir a la cuidad por algunas de mis cosas y también ir a mi facultad a permiso por una semana necesitaba dejar todo listo tengo que estar preparada para lo qué voy hacer, por que se que enfrentarla no será nada fácil pero tampoco es imposible.

La mañana estuvo tranquila y aunque tenía un poco de sueño por el insomnio,  desayuné algo y ya luego salir a casa rumbo a la cuidad. Esta mañana había alguien remplazando a Don José mucho mejor para mi no habrá rostro que estuve aquí.

Me dirigí a mi habitación guardé ciertos cosas ante todo lo más importante, unos documentos y fotografías esto será parte de las pruebas que necesitaba al menos di con ellas después de poner esta habitación casi patas arriba y aunque no me gusta el desorden por primera vez en mi vida lo voy a dejar así, arreglaré todo cuando vuelva. Luego de salir de la residencia fui un momento a lago necesitaba despejar un poco más mi mente  y ver que más puedo hacer al respecto. Tomé asiento casi al borde del lago, al encender mi celular actúe rápido para que no se active el internet aunque no puede evitar ver todo el registro de llamadas pérdidas que tenia, estas pasaban de cien.

–Demonios. Murmure, pensé un momento antes de llamar a casa, creo que sería mejor hablar con Jorge antes que con Ruben debe estar furioso por que e estado incomunicada debo dejar que se le bajen los humos un poco.

–Hola Jorge.

–DANNAAA. ¿DÓNDE CARAJOS TE HAS METIDO? Grito. Creo que debí a ver llamado mejor a Ruben si al fin y al cabo Jorge me iba a contestar gritando... Hermano tienen que ser no... Aunque bueno es la primera vez que él lo hace.

–A ver hermano tranquilo si.

–Cómo quieres que me tranquilicé si te haz perdido de nosotros por días.

–Estoy bien, ok así que tranquilo ahora estoy en la cuidad regresaré al pueblo esta tarde creo.

–Dan no vuelvas hacer esto en tu vida, nos tenias con el Jesús en la boca.

–Lo siento.

–Ujum, un lo siento no va a reglar lo paniqueado que hemos estado estos días sin poder dar contigo señorita. Dijo Ruben, un poco molesto.

–Esta en altavoz.

–Si. Dijo Jorge. –El resto de los chicos también están aquí.

–¿DONDE DEMONIOS ESTABAS? Ruben levanto la voz muy enojado.

–En la cabaña. Conteste. –Pero en estos momentos estoy en la cuidad.

–Tedremos una larga conversación cuando regreses.

–Esta bien Ruben, esta bien.

–Ya saben que estoy bien no, hablamos cuándo regrese... Porqué igual necesito hablar con ustedes de algo.

–Dan, cuídate si. Hablo Sebas.

–Lo haré, cuida bien de Joss y saluda lo de mi parte... Chic@s enserió siento mucho a verlos hecho preocupar de esta manera.

"MESES A TU LADO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora