24.- Él lo notó.

157 12 0
                                    

Danna Hidalgo.

Al reaccionar me alejé de él rápidamente, Alexis me seguía mirando esperando una respuesta la cuál yo tampoco la había encontrado hasta el día de hoy, en Internet decía que era algo de genética que se llega a dar en edades tempranas pero yo voy a cumplir veinte años acaso esto es posible además nadie de mi familia a pasado esto, osea ni yo misma entiendo la reacción de mi cuerpo por que esta ultima vez fueron ambos los que cambiaron.

No supe decirle nada simplemente me quedé en silencio y a los segundos me fui, él me llamó varias veces pero no lo preste atención me hice la sorda, tomé un taxi y volví a la residencia, por ahora este el único lugar que podía recurrir en esta cuidad.

–Él lo notó, realmente lo notó. Murmure. Porque de todas las personas tiene que ser él, además con lo curioso que es.

–Ay, Alexis Orwell aveces me haces tener crisis nerviosa. Dije, acostado me en mi cama. Si no es una cosa es la otra... –Aaahh hasta el maldito dolor de cabeza esta comenzado a parecer. Protesté.

Intente quedarme dormida, pero los golpes en la puerta lo evitaron ya suficiente tenía con que me doliera la cabeza ahora quien era el loco o lo loca que tocaba la puerta de esa manera brusca.

Al abrirla allí estaba él si, otra vez, lo volvía a tener frente a mi, siempre me he preguntado si no se hostiga de verme dos o más veces seguidas en el mismo día. Se que esta preocupado todos estos meses lo he llegado a conocer más, pero ¡Dios! Esa necesidad de búscame y estar seguro de que este completamente bien... nadie se la quita.  Ahora no está en mis cabales eso lo sabía muy bien, más que nadie.

–Alexis, ahora no. Dije seria.

–Pero Danna.

–Por favor, solo vete quiero estar sola.

–Me tienes preocupado, a leguas se nota que no estas bien.

–Al menos solo una vez deja de preocuparte por mi si. Dije algo molesta.

–Solo quiero cuidar de ti. Mi paciencia se estaba agotado y no quería ser grosera con él, no quería desquitarse con él pero porque es tan necio.

El avanzo un poco más quedando en todo el portal de la puerta, yo retrocedí dos pasos, el sonrió a penas no se que le parecía gracioso y yo estaba llegando a mi limite.

–Vete, hablamos luego. Dije tratando de que mi respiración no se notará alterada.

–Dan.

–SOLO VETE ALEXIS. Grite y lo empuje, aunque yo estaba conciente de lo todo esto, ya me estaba importando un carajo todo el dolor de cabeza aumento más y sabía que en cualquier momento tendría un ataque de ansiedad... Lo mire fijamente, se que mis ojos le reflejarian cristalizados porque esta vez no entendi que quería estar sola... porque entro a mi vida solo para vez el caos que es que necesidad de seguir aquí... no lo entiendo... estaba a punto de cerrar la puerta, cuando mi cabeza comenzó a dar vueltas mi visión se estaba nublando y solo alcancé a escuchar pequeñas palabras que poco a poco iban desvaneciéndose.

–Danna, por favor mantente conciente. Llegue a sentir como él me tenía tomada. –Todo estar...

Horas después.

Mi cuerpo se sentía un tanto pesado, fui abriendo despacio mis ojos y visualice  un poco a mi alrededor. –Estoy en una sala de hospital. Murmure.

–Despertaste. Volteé hacia mi derecha.

–Alexis. Lo nombre y luego sonreí a medias.

–¿Te sientes un poco mejor? Asistí ante su pregunta.

"MESES A TU LADO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora