.........................................................................Asmyl no asistió a ninguna ceremonia, no puso ni un pié en la capilla, él mismo tuvo que escojer el ataúd para su hermano, no quería volverlo a ver, lloro tanto el día en el que se enteró...
Decidió mantenerse distante un poco, era imposible no recordarlo, recordar su infancia o momentos donde Laurid era recién nombrado rey, cosas que jamás podría olvidar.
Despedirse de la persona con la que había crecido era lo que tenía que hacer ahora.
Lo más pesado y doloroso era saber que su hermano mayor nunca lo quiso, o tal vez en un momento... Cuando eran pequeños, sin embargo no estaba dentro de sus memorias un abrazo y palabras cariñosas de parte de Laurid.
E incluso en sus últimos días no lo nombro ni una vez a él.
Estaban su amada esposa, su excelente hijo, sus amigos, pero nunca su hermano menor.
Lo soporto, soporto todo ese desprecio y su olvidó, pero en este momento no podía evitar recordarlo, recordar todas esas peleas, las palabras frías y las ordenes.
Estando sentado con la cabeza sobre la mesa, llorando por cosas que ya no tenían validez, ya con nadie podía discutir aquellas cosas...
Había una combinación de eventos que recordarlos le causaba demasiada tristeza...
Dos amables mujeres vestidas con vestidos largos simples de colores claros indicaban a los príncipes donde debían de sentarse para tomar el desayuno, el hermano mayor, Laurid se sentaría de frente al Rey, Asmyl el hijo menor se sentaría en el lugar que solía ocupar su madre. Los niños habían entrado recién al salón después de haber estado practicando esgrima con el general Reraldize.
Laurid le habla a su hermano:
-" Ese no es tu lugar."Las sirvientas responden con un tono amable intentando no llevar a más la citación:
-" Alteza, su padre quiere que su hijo menor este en ese lugar, no se preocupe, usted también puede estar cerca de su padre si así lo quiere."Laurid responde:
-" No, no, no, el no debe estar ahí, ya muévete, hermano."Asmyl ve a su hermano con decepción, habla con pesar:
-" Este es mi lugar."Laurid: -" Que no lo es, quítate, ¡díganle que se quite!"
Las jóvenes criadas no sabían cómo actuar, le llamaron a un hombre.
Laurid volvió a quejarse:
-" Mi hermano siempre hace lo mismo, ¿Dónde estoy yo?, ¿En qué posición quedó?, Seré su Rey, y no olvidaré que no me dan el favor."Asmyl -" Hermano, por favor."
Laurid -" Aahg!, Váyanse, váyanse, no sirven, no me sirven para nada!"
Los tres criados salen del salón, había guardias al otro lado de la puerta escuchando todo, nadie intervino.
Asmyl -" ... Vamos a comer, cálmate."
Laurid -" ¡Qué me calme?!, Noo, no puedo, levántate, levántate!"
El hijo mayor estaba enojado, en esa mañana su hermano había sido felicitado de nuevo y el ignorado incluso regañado por todos.
Nadie podía comprender...
Se levantó, dejando caer su silla, que al chocar contra el suelo hizo un ruido muy alto, se tiró sobre Asmyl queriendo dejar esto en los golpes.
Asmyl era menor, pero aún así podía defenderse, es mas, lo hacía mejor que su hermano.
Laurid estaba sobre su hermano, lo había tirado con todo y silla al suelo.
Asmyl no dejaba que Laurid lo golpeara, pero no lo atacó, tampoco hizo nada para quitárselo de encima, hasta que el mayor desenvaino su espada... Era la suya, el había entrado con ella al salón, de inmediato lo empujó a un lado y él se levantó.
No sabía que hacer, quería salir, pero cuando corrió resbaló, se puso de pié, pero Laurid lo empujó de nuevo. Tenía más fuerza que su hermano, logró quitarle la espada y tirarla lejos, Laurid estaba sobre él y lo golpeó en el rostro dos veces, Asmyl no había golpeado a su hermano, pero no le iba a soportar todo, cuando se enojo pateó a su hermano, él se puso encima y comenzó a golpearlo, logró ponerlo contra la pared, solo lo soltó cuando comenzó a llorar.
Hubo silencio, en ese momento notó que tenía una cortada en su brazo izquierdo... Vió a su hermano, lo había lastimado de verdad, pero no llamo a los guardias... Ninguno lo hizo.
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