18

5 2 0
                                    


....


Hazel durmió tarde, llegó a su habitación cuando estaba amaneciendo, y la fiesta aún seguía, después de ver al duque Richesse continúo bebiendo vino, así que al momento de irse a su habitación le tuvieron que ayudar a subir las escaleras y se aseguraron de que se fuera a dormir.

No tenía quejas acerca de la fiesta, se la había pasado bien, terminó con una buena experiencia, al menos así lo vea él, pudo estar con el general, y hacer lo que quería durante ese día.

Al despertar decidió no hacer más que descansar, tomo un baño, se vistió y se sentó en un sofá dentro de su habitación. Le dolía la cabeza, pero era algo normal, de hecho le constaba ponerle orden a las cosas que pasaron en la noche.

Le informaron que había estado hablando de forma normal con el duque Richesse, y que no parecía estar ebrio y que incluso había hablado de asuntos internos correctamente... No sabía si creer eso, le parecía irónico, pero al menos se conocía más en ese aspecto, había supuesto que no actuó muy bien por que ni recordaba algunas cosas. Si no causó ningún malentendido entonces todo estaba bien.

Hablo con Nuit sobre la fiesta y sobre el general, tomo de descanso ese día y el siguente, para después volver a ocuparse como lo estaba normalmente.

Apenas dos semanas después de su coronación extrañaba ser príncipe, la novedad ya se había terminado, y bien disfrutaba de hacer nada más que su voluntad, era mucho trabajo, reorganizar todo requería de meses y años no de días, llamo al general Soleil a una junta de consejo solo por necesidad, no le había dado tiempo de pensar siquiera de citarlo por gusto.

Esas reuniones eran aburridas, claro que debía de prestar atención y de lo que se hablaba eran temas importantes, sin embargo las personas que asistían alargaban mucho las cosas.

El día de la reunión a la que asistiría Soleil ni siquiera pudo saludarle, de hecho apenas le escucho hablar, eran treinta personas todas con muchas cosas que discutir y reclamar. Tuvo que entender eso primero, y siempre salían nuevos asuntos que resolver. Eso ya lo hacía desde un año atras... Pero ahora él y solo él deba la última palabra, tenía que informarse de todo antes y eso requería de mucho tiempo, no tenía un momento a solas, ya se había preparado para eso, se suponía que estaba preparando y sabía mejor que nadie que eso era lo normal, pero no podía evitar sentirse agobiado por todo. Había buenos y malos comentarios de él, todos los escuchaba, y tenía una buena actitud, no se dejaba llevar por lo emocional, era firme y a la vez pedía opiniones, era un buen líder y eso se tenía que admitir.

....

Pasaron tres meses rápido, se enteró que el cumpleaños del general era en Junio, eso no lo sabía, quedaban solo un par de días para el dieciocho... No sabía si era apropiado dar algún regalo, podía hacerlo de forma discreta solo enviándole algo, o bien quedar y verse, sin embargo no tenía tiempo, para ninguna de esas dos cosas, no le gustó, pero era lo mejor que podía hacer, pidió que pasara un tiempo en el palacio, así era más sencillo para él poder verlo. En la última reunión que tuvo donde Soleil estaba presente le dejaron bastante trabajo, estaba bien si atendía esas cosas en el castillo, podía tener más asistentes y tendría un buen trato.

Como lo pidió así fue, Soleil paso un tiempo en el palacio, incluso el día de su cumpleaños estuvo ahí, no entendía muy bien el objetivo de eso, pero tampoco se preocupo demasiado por eso, estaba bastante ocupado, el veinte de ese mismo mes recibió un regalo de su majestad, realmente no lo esperaba, y le resultaba extraño ya que no estaba acostumbrado a recibir algo... Un asistente personal de Hazel le había entregado una caja grande de madera, él planeaba salir para hablar con el canciller pero la curiosidad era mayor, decidió dejar eso para después e ir a una sala para abrir el regalo. Era una espada larga, de hecho muy linda, la empuñadura y la funda eran de color negro, la oja era muy clara, tenía algo tallado, era el logo de la casa real, se asusto cuando vió eso... De inmediato noto el valor y quiso dejarla a un lado, era muy valioso tener algo así, no creía que de verdad eso fuera para él, la vió por un rato pensando en demasiadas cosas, para él tener eso significa mucho por el aprecio que le da a todo lo que tiene que ver con Laurid y la corona...

𝐻𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝐺𝑒𝑔𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora