El Amor De Un Cobarde (Kookmin)

CAP. 20 FINAL

MARATÓN 2/2

Ocho meses después...

🐰

El traje que llevaba puesto estaba hecho a la medida.

Jimin había insistido en que nuestros trajes fueran hechos por él mismo, y para ello había solicitado unas hermosas telas francesas, un pedido especial a uno de sus conocidos. Un pedido que no consentía, pero que al final tuve que ceder debido a su suma insistencia. Hablar con el hombre que alguna vez odié me puso los pelos de punta. No había sido placentero volver a ver al tal Byung Grant.

Aunque eso no era lo único que me había atormentado, lo peor llegaría después. Teníamos que decidir quienes serían los padrinos, y quienes las damas de honor.

Cuando Jimin había dicho el nombre de Taemin y Jackson, le respondí con un rotundo: No, y cuando sugirió a Taehyung y Hoseok, volví a decir que No. "Los gemelos" dijo entusiasmado, pero eso solo logró cabrearme. De inmediato noté que solo quería bromear un poco, su incontrolable risa no paraba de escucharse por todo el dormitorio, al final eso ocasionó que también sonriera, que me sintiera relajado mientras tomábamos decisiones, aunque en el fondo yo solo quería casarme con Jimin de la manera que fuera, quería ser únicamente de él, y el todo mío.

Por suerte, ni sus amigos ni sus padres metieron las narices en la planificación de nuestra boda, pero para mala suerte mía tenía que ver a Jin y Namjoon todas las mañanas.

Llevar la fiesta en paz con Namjoon había sido una mierda, sobre todo cuando el padre de Jimin había comentado que iba a quedarse hasta la boda. Lo único bueno de esto era que ellos tenían su propio espacio, y lo malo era que a Jimin le gustaban los desayunos familiares, así que tuve que soportar por varios días el rostro iracundo de su padre, y sus comentarios sarcásticos sobre mi conocimiento en bodas. Lo único bueno que sacaba de todo esto, era ver a Jin y a Jimin ponerlo en su sitio haciendo que se callara.

Lo mejor era que solo faltaban horas para dejar de verlo, por lo menos por un tiempo, solo espero que no venga hasta aquí para darme el sermón de mi vida. No lo soportaría, Jimin no lo sabe, pero nunca le dije que su padre me había golpeado duramente, eso había pasado ocho meses atras, al día siguiente de que viniera a vivir con nosotros en la mansión.

Felizmente, el día que siempre esperé había llegado. Me encontraba en una habitación cercana al jardín en la mansión, y a través de la ventana podía ver a mucha gente, pero gente que no conocía, pues la mayoría de ellos eran amigos de Jimin.

Algunos habían tomado asiento en las sillas ubicadas frente al arco de flores, la jueza estaba esperando en el pequeño podio que Taemin había sugerido. Yeri y Joy, las damas de honor, vestían de color amarillo. Al lado opuesto estaban los padrinos, Eunwoo y Yoongi, ellos vestían sus trajes a la medida, un púrpura muy oscuro y elegante, unos trajes que también había confeccionado Jimin, mi futuro esposo.

- ¿Estás bien? - una voz chillona irrumpe de repente mis pensamientos. Su cabello ya no era rubio. Había olvidado que Taemin había vuelto a su color natural - Jimin me mandó a ver como estabas. Dijo que quizás estés enloqueciendo con tanto gay por aquí.

Sonreí - Hace mucho que dejé de asustarme por ello

Me serví una copa de vino y también le ofrecí una a Taemin mientras recordaba el hecho de que Jimin había tenido alguna relación con él - Y... Gusano? Ya encontraste a alguien nuevo a quien molestar?

El rostro presumido de Taemin, decía a gritos: 'que te importa', sin embargo, lo vi soltar todo el aire contenido cuando no se molestó en responder, aunque temí su respuesta, recordé que alguna vez tuvo un repentino enamoramiento por mí.