El Amor De Un Cobarde (Kookmin)

CAP. 4

🐰

Doblo el periódico y lo dejo a un lado para volver a tenderme en la cama, recordar a Jimin me trajo nostalgia pero sobre todo el sentimiento de soledad.

A pesar de que no lo estaba, me sentía así.

- Kookieeee... ¿Has visto mi secador de cabello?

Se que ella no es la culpable de mi patética vida pero me fastidiaba que sea parte de ella; odiaba sus chillidos y odiaba todas las jodidas mañanas a su lado.

- No - respondí a secas

- Esta bien, ya lo encontré

Por fortuna hoy se iría de la ciudad y espero que esta vez se tome mas tiempo que la última vez; quería tomarme un descanso de su empalagoso trato y estar libre, pero ¿a que hora? La veía dar miles de vueltas por toda la habitación buscando, eligiendo, guardando ¡que mierda!, ella entraba y salía del maldito baño como si no se decidiera en meter el puto inodoro en la maleta.

- Bueno, creo que ya está todo.

Después de dos horas. Solo fingí una sonrisa y asentí.

- ¿No vas a llevarme al aeropuerto?

¿Que???? ¿Estaba bromeando? ¿Acaso no había notado que ni siquiera había tomado una ducha? Su vuelo salía en menos de una hora y ella quería seguir de hostigadora.

- No. Tengo que ir a la oficina, si te llevo al aeropuerto llegaré tarde.

- Entonces levántate y metete a la ducha. Ya sabes que no me gusta verte descansar mientras estoy atareada, además este lugar necesita limpieza y Jisoo vendrá en cualquier momento

¿Y que carajos me importaba? Odiaba cuando me hablaba como si fuera mi madre, solo quería que cogiera las putas maletas y se largara de una vez.

Ella suspiró y volvió a hablar - Entonces... ¿Te quedarás aquí? ¿No regresarás a tu departamento?

Por supuesto que lo haría. Nada mas esperaba a que se fuera - Regresaré a mi departamento Maya, solo me estoy tomando unos minutos - respondí cansino tirando de las sábanas hasta cubrirme el rostro

Ella no notaba lo cortante y apático que podía ser cada vez que era exageradamente cariñosa, era una maldita acosadora y solo me quedaba aguantarla. Lo extraño era que mientras la trataba mal cada día, más empalagosa podía ser.

Para colmo de males sentí el peso de su cuerpo tomar asiento en el borde de la cama, sus manos despejaron las sábanas de mi rostro y la ví sonreir - No vas a darme un beso - dijo melosa. Ella sonreía mientras acariciaba mi cabello - No vendré en semanas y... voy a extrañarte mucho.

Sus labios buscaron los mios y me besó, el beso era suave y tierno algo que ella siempre... siempre solía hacer

Me alejé de sus melosos labios y espabilé de inmediato - Yo también te extrañaré

Mentí.

Luego de soltar un suspiro tomó sus maletas y con mucho desgano salió de la casa.

¡Era libre!

¡Joder era libre!

Pero, ¿cuanto tiempo iba a durar esta vez? No lo sabía, pero iba a disfrutar cada minuto lejos de ella. La última vez tardó seis meses en regresar a Seul y fué divertido estar solo. Liam su padre, es decir su padre adoptivo; le enseñaba cada detalle del imperio que algún día heredaría y aunque eso estaba muy lejos de suceder, él lo hacía; se la llevaba constantemente a que aprendiera los movimientos de la cadena de hoteles que tenía dentro y fuera de Corea.