CAP. 10

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Las sábanas blancas cubrian su cuerpo desnudo y le era placentero sentir la suavidad del algodón. Le dolía el cuerpo de la manera mas exquisita y complaciente, sin considerar lo apenado que se sentía cuando tocó su hendidura dilatada y resbalosa; sonrió cuando pensó en Jungkook, este había sido condenamente insaciable y hambriento anoche a tal punto de perder la cordura, no pudo evitar ruborizarse al recordar; se sentía feliz y abrumado por tanto.

Definitivamente Jungkook era el hombre que siempre estuvo esperando. En su rostro tenía dibujada una sonrisa increiblemente grande.

¡Iba a casarse! Iba a casarse con Jungkook. Y aunque todo era muy rápido no le importaba; no le importaba en lo absoluto, Jimin había pensado en aquello siempre y deseaba tanto casarse con él; y por supuesto había aceptado su propuesta sin pensarlo dos veces.

Repentinamente el timbre de su celular suena y corta su alegre despertar, sin chistar se estira hacia el buró para sujetar el artefacto, estaba seguro de que era Taemin molestando tan temprano pero frunció el ceño al no reconocer la llamada entrante:

- Aló - dijo

- ¿Jimin?

- Sí... ¿Quien eres?

Una ligera risa se escuchó del otro lado - ¡Jack! - respondió con gracia - Cariño... soy Jackson

Sorprendido se levantó de la cama y tomó asiento en el borde. Jackson era un viejo amigo a quien no veía desde la universidad y ayer había sido toda una sorpresa volver a verlo después de años. - Oh dios, no esperaba que llamaras...

- Cariño, ayer desapareciste tan rápido y teníamos tanto de que hablar.

Era cierto, ayer se habian visto brevemente y Jackson habia sido demasiado efusivo al saludarlo, Jimin solo había aprovechado su cercanía para molestar a Jungkook - Lo siento yo... tenia algo de prisa. Ya conoces mi trabajo

- ¿Trabajar a las dos de la mañana? - rió - Oye... sé que eres un chico muy ocupado pero me encantaría poder hablar contigo sin tener que usar un teléfono. Me gustaría invitarte a salir, así podríamos hablar... a solas.

Jimin debía rechazar la invitación y colgar, tenía planes. Quería ver a Jungkook, quizás sorprenderlo en su oficina no estaría mal. Pero entonces alguien tocó el timbre de su casa y esa era la excusa perfecta para colgar.

¿Podría ser Taemin? pero y... ¿Si fuera Jungkook?

Revisó la hora y notó lo tarde que era, se colocó un albornoz y decidió bajar las escaleras - Está bien... me encanta la idea. Tu pon la fecha, la que quieras.

- Que te parece hoy

Jimin rió - Eso es algo pronto ¿no crees?... además estoy apunto de salir al trabajo. Hoy no puedo.

El timbre volvió a sonar y Jimin gritó "ya voy" alejándose de la bocina, sus pies mas cerca de la puerta

- Cariño, no te tomará mucho tiempo ponernos al día, hazlo por los viejos tiempos

Jimin sostuvo el pomo de la puerta y abrió. La mirada del hombre ahí afuera era intensa, Jimin no estaba vestido para recibir a nadie en especial

- Parece que no estás tan listo como dijiste.

Jackson estaba ahí de pié. Tan guapo y encantador. Su cabellera rubia resplandecía con el sol de la mañana.

Jimin sonrió apenas, no podía creer que Jackson estuviera ahí de pié. - ¿Como...? ¿que haces aquí?

- Sabes que siempre fué así. - Jackson tomó la barbilla de Jimin con sus dedos y dejó un pico en sus labios - Siempre... tan cerca.

La sonrisa que llevaba el rubio desapareció de inmediato, Jackson no podía atreverse y besarlo de esa manera; asi que tuvo que apartarlo. No había pensado en las intenciones que este tenía ahora que regresaba, debía dejarle en claro que ya tenía a alguien y que iba a casarse, que tenía un novio y se llamaba Jungkook.

El Amor De Un Cobarde (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora