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Abrió los ojos de golpe sintiendo un calor abrazador por todo el cuerpo, las gotas de sudor bajan por su frente y empapan la camisa de algodón que lleva puesta.
Los rayos del sol entran de forma suave por las cortinas chocando con su rostro y se incorporó en la cama cuando llegaron a ser molestos. 

Los latidos acelerados de su corazón dejan en evidencia que estaba teniendo una horrible pesadilla. Pero para él esto es una rutina que va a terminar por matarlo tarde o temprano, llevó una mano hasta su pecho para intentar calmar sus nervios pero la alarma del teléfono sonó provocando que saltara y se asustara como un conejito.

-Mierda, es tarde- Cada vez que veía su teléfono era tarde para ir a la universidad.

Park Jimin, ese fue el nombre que le dieron en el orfanato donde vivió hasta los quince años.
Sinceramente no tiene recuerdos de sus padres, según su cuidadora del orfanato él fue abandonado con tan solo dos meses de nacido. 

Era un bebé demasiado pequeño como para tener recuerdos, en realidad nunca tuvo buena memoria y el único recuerdo que tiene de su familia es una marca que está justo debajo de su ombligo y se extiende un poco al monte de venus. Es el Sigilo de Baphomet es un pentagrama invertido que tiene en su interior la cabeza de Baphomet, con los cuernos en las puntas superiores, las orejas en las puntas laterales y la barbilla en el extremo inferior. Es cada punta del pentagrama hay símbolos extraños y todavía no conoce su significado pero lo ha cubierto desde niño. Es un secreto, solo suyo.

Jimin nació el 13 de octubre de 1993, ya cuenta con 28 años de edad pero se está dedicando completamente al estudio de la teología. De todas maneras aunque esperó muchos años por ser adoptado tuvo tanta suerte que le tocara una familia adinerada con unos padres que jamás se metieron en su vida y le dieron todo lo que necesitaba, por eso se a dedicado a estudiar sin ningún problema y de hecho vive solo.

Su madre adoptiva, Haerin fue una famosa idol y actualmente tiene toda una línea de maquillajes y cuidado personal del rostro mientras su padre Junso es ceo de una agencia de entretenimiento. Estuvo muchos años sin un hogar, nada de amor y regalos, inclusive a veces pasaba hambre en el orfanato por falta de fondos monetarios. Su infancia fue muy dolorosa y difícil, pero de la noche a la mañana su vida se llenó de un intenso amor y lujos... Lujos que nunca disfrutó.

-Genial, otra vez tarde en la clase del señor Choi...- Salió de su departamento cerrando la puerta con cuidado, detrás suyo pudo percibir una ráfaga de viento frío y un aroma bastante asqueroso que rozaba la putrefacción. Jimin levantó sus hermosos de color azul oscuro, pero tan oscuro que todo su ojo se veía negro como si su pupila estuviera dilatada por completo. Una enfermedad sin explicación que le diagnosticaron de niño pero nunca tuvo problemas de visión.

Giro en su sitio caminando hasta el ascensor, no miró a ningún lado ni siquiera al techo y siguió con pasos firmes hasta que las puertas se abrieron dándole paso. Soltó una fuerte respiración y cerró los ojos un momento ignorando las voces que constantemente le susurran al oído, cuando pronuncian palabras su aliento tibio le choca contra las mejillas y le dan ganas de vomitar por su mal olor.

El ascensor se detuvo y él comenzó con su maratón, no se puede dar el lujo de perder otra clase, ese profesor es tan estricto con todos los estudiantes y aunque en el camino tuvo muchas distracciones pudo llegar al mismo tiempo que el profesor. Miró a todos sus compañeros, en especial a su mejor amigo Hoseok que ya le tiene un asiento apartado.

-Buenos días Jimin, ¿Cómo estás? Hoy tu piel se ve más pálida de lo normal, las ojeras te hacen ver como un mapache y tengo la sensación de que estas usando pupilentes por que tus ojos se resumen en la palabra "canica"- Tiró su mochila en el piso y se desplomó sobre la mesa cerrando los ojos con fuerza -¿Qué disparates estas diciendo ahora?

The fate of the Golden Kitsune ~ YoonMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora