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Yoongi apreta las mejillas del pelinegro que está degustando su helado de chocolate mientras le mira con grandes ojos brillantes. Le sonrió para alejarse y tomar un cepillo. Tomó mechones de cabello para peinarlo.

-Mmmhhh...- Cerró los ojos dejándose llevar por los cariñitos y el sabor dulce del helado. Recibió un dulce beso en la mejilla mientras mira la TV.

-¿Te gusta? ¿Estás cómodo?- Asintió desviando la mirada a la ventana, vio un destello de color azul claro y luego dos mariposas brillantes del mismo color aparecieron dentro de la casa. Es la magia blanca de su madre, de alguna u otra manera está intentando protegerlos.

-El helado de chocolate es delicioso- Metió otra cucharada a su boca sintiendo el sabor dulce explotando en su boca de forma cremosa.
Lo dejó a un lado en la mesa de vidrio notando una bolsita de color rosa pastel con puntitos blancos.

-¿Qué es eso?- Señaló la bolsa sintiendo como el cepillo pasa con suavidad sobre su cabello. Las caricias se detuvieron por un momento.

-Un regalo. Tómalo- Jimin se estiró tomando la bolsa entre su mano para ver el interior. Sacó un mameluco diminuto de color negro con el dibujo de un fantasma en el centro del pecho.
Entre sus manos la prenda es tan pequeñita. Parpadeó varias veces viendo que en el interior de la bolsa hay unas calcetitas pequeñitas.
Los brazos de Yoongi se deslizaron por su cintura dejándole ambas manos sobre el vientre y recostó su rostro contra la espalda del pelinegro.

-Se que todo este proceso a sido muy difícil para ti. Llevar un bebé en el vientre es difícil, pero yo estoy feliz por que seremos una familia pequeña. Por que es el fruto de nuestro amor... Te lo agradezco Jimin, gracias por llevar a nuestro bebé- Lo abrazó fuerte dándole muchos besitos en las mejillas.
El pelinegro cerró los ojos llevando la prenda a su pecho y la estrujo con fuerza sintiendo como el peligris lo envolvió entre sus brazos.

-Yoongi... Gracias por amarme tanto...- Deslizó los brazos sobre los hombros del peligris escondiéndose en su pecho. ¿Cómo va a sobrevivir 5 meses sin él? Yoongi es tan especial... Lo ama tanto que le duele en el alma tener que dejarle solo con su hijo. Los dos le van a necesitar.

-Jamás dudes de mi amor por ti- Se alejó un poco para mirar aquellos intensos ojos púrpuras y le tomó el rostro con ambas manos sintiendo un nudo en el estómago.

-Nunca he dudado de ti. Ni tampoco de tu amor- Cerró los ojos uniendo sus labios en un beso lento y suave. Las manos del menor descansaron sobre los pectorales fuertes del peligris hundiéndose en el calor de su cuerpo y la humedad de sus bocas que le colocó los vellos de punta.
Suspiró de forma pesada bajando las manos hasta el abdomen de Yoongi metiendo las manos debajo de su camisa para sentir la piel firme pero suave y delicada. El tacto es tan agradable, recuerda cada detalle de su cuerpo aunque ahora es más grande y fuerte.

-E-espera...- Min tomó un poco de aire levantando los brazos cuando Jimin le deslizó la camisa fuera del cuerpo y se inclinó subiéndose a su regazo mientras sonríe y le vuelve a besar dejando que su lengua deguste la contraria.

Tomó su propia pijama y se la quitó demasiado rápido quedándose solo con la prenda de ropa interior.
Están en plena sala de estar sentados sobre la alfombra de color azul oscuro mientras se siguen besando de forma intensa.

-Están hinchados- Bajo la mano hasta los pezones rojizos del pelinegro escuchando un quejido de dolor.

-M-me duele...- Apretó los labios al sentir la humedad en esa zona tan sensible. La lengua de Yoongi le acaricia dejando un rastro de humedad tibio que sube hasta su cuello dándole escalofríos cuando su respiración también le acaricia.

-Realmente no quería hacer esto- Agarró las muñecas del pelinegro cuando intentó tomar su pantalón de pijama. Se miraron fijamente a los ojos con una intensidad y tensión.

The fate of the Golden Kitsune ~ YoonMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora