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Está tan enojado que reaccionó vomitando como tres veces cuando despertó. Ni siquiera pudo tener un desayuno digno, su estómago está vacío.

Dos chicas se encargan de colocar un hermoso vestido negro con una gran apertura en la espalda que finaliza justo más arriba de donde comienza su trasero. En el borde tiene unos detalles dorados preciosos y una gran cola negra que se arrastra por el piso con otros detalles en dorado.
Por el frente le cubre hasta el cuello y es pegado al cuerpo donde luce su vientre de cuatro meses. Entre más se acerca la hora de dar a luz sus niveles de sensibilidad se van disparando.

-¿Qué hacemos con su cabello amo?- Se quedó callado sin saber que responder. La chica comenzó a moverse, le hizo un ondulaciones y amarró el cabello en un moño francés bajo. También le dejó algunos mechones sueltos y colocó orquillas de color dorado con flores.

-El amo Min a llegado- El pelinegro se colocó de pie dándose la vuelta.

-Salgan- Las chicas en segundos se fueron. El aura de Lucifer es tan pesada que nadie lo soporta, por sus poros sale el mal genio que carga hoy. Después de su salida en la clínica de Hoseok el peligris volvió a dejarle solo por otra semana más. De no haber sido por Leviatán jamás se hubiera dado cuenta de la reunión que Dios organizó y que él es el personaje más importante de esa reunión.

Yoongi apareció en la entrada, colocó una mano en la puerta de madera y se agachó un poco para no golpear su cabeza en el marco. Sus piernas fuertes y musculosas son cubiertas por un pantalón de vestir en un tono negro. Lleva botas militares del mismo color y una camisa de botones a juego con el pantalón. Tiene un volado en "v" que le da un toque elegante y gótico. Su enorme gabardina de color vino con detalles de encaje en los puños terminó por darle ese toque elegante y "dark".
Lleva el cabello suelto pero en unas ondulaciones preciosas y sus cuernos grandes se ven afilados.

De repente Jimin se veía insignificante a su lado, no importa si se coloca a su lado su cuerpo se va a ver delgado y frágil. Va a verse pequeño por que ni siquiera llega a su hombro.

-Estoy en casa- Levantó la mirada viendo a un delicado y hermoso pelinegro que le observa fijamente. Hay un destello en su mirada que le indica que hay algo mal. Suspiró con nerviosismo viendo el elegante vestido con detalles dorados que lleva puesto y lo arreglado que se ve. Sintió un calor en sus mejillas pero se aguantó las ganas de soltarle un piropo.

-Yoongi, ¿hasta cuándo piensas seguir en esto? Creo que para ti no fue suficiente mi última recaída- Agachó la cabeza viendo fijamente la alfombra de color negro que está en el piso.

-Tu sabes que es mucho trabajo. Lo siento, intentaré estar aquí...- Detuvo sus palabras cuando el pelinegro levantó la mano para que guarde silencio.

-Estoy cansado de escuchar la misma excusa. No vas a estar aquí, nunca estás cuando realmente te necesito... Cuando te necesitamos- Su voz salió cargada con resentimiento y dolor.

-¿Cuándo pensabas decirme sobre la reunión de hoy? Eso es importante, ya sea que Dios quiera sacar a este bebé directamente de mi vientre o simplemente quiera hablar de forma pacífica... Sigo siendo la cara del infierno y quien lidera a todos esos demonios- Min sabía que no es buena idea tener esos tipos de pensamientos impuros pero cuando el pelinegro le dio la espalda no pudo evitar pensar que es jodidamente sexy como ese vestido se ajusta a su cuerpo y enseña parte de su espalda.

-No me funciona que te hagas cargo del infierno y te alejes de mi y nuestro bebé- Volvió en si al escuchar esa frase llena de dolor por parte de Jimin que pasó a su lado dándole una última mirada para salir de la mansión.

-Quédate con los chicos- En su cabeza creía que tendría el honor de estar sentado al lado de Jimin, viéndose como un rey sobre protector con su reina pero nada de eso sucedió por que el pelinegro acaba de apartarlo por completo. Lo tiene merecido. Fue un cabezota.

The fate of the Golden Kitsune ~ YoonMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora