¡ tres !

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— Me mentiste.

Jeongin se cruzó de brazos, dándole una mirada de ojos entrecerrados a su amigo, quien le sonreía de forma inocente.

— Técnicamente no te mentí, le mentí a mi mamá porque le dije que dormiría en tu departamento, y claramente no voy a dormir allí —explicó, sonriente.

— Nunca más volveré a confiar en ti, Kim Seungmin —declaró, girándose para mirar al frente con los brazos cruzados.

— Innie, he notado lo cansado que estás con las tareas, con los parciales, y todo eso; yo sólo quería sacarte de allí para que te diviertieras un rato. Pensé que te agradaría.

Y como sabías que iba a caer redondito por Minho... no lo pensaste mucho.

— Sólo diviértete, no te arrepentirás.

Jeongin suspiró rendido.— Eso espero, Seungmin.

Sus ojos se encontraron con los castaños de Minho, y se dió cuenta de que jamás podría arrepentirse de lo que sucedería aquella noche.

¡ ☁︎ !

— No ganaste...

Minho sonrió cuando Jeongin murmuró a su costado luego de que se hubiera sentado junto a él.

— Pero lo hice genial, ¿o no? —Yang rió, dejando que el mayor pasara su brazo por sobre sus hombros y lo halara hacia él—. ¿No crees que merezco un premio de todas formas?

Jeongin suspiró, casi odiándose por sentirse tan tímido bajo la mirada caliente de ese hombre.

Dejó de sentir el brazo de Minho rodeándolo y, de pronto, la mano de éste se entrelazó con la suya.

— Ven conmigo.

El menor se dejó llevar, y cuando menos lo esperó, ya estaba recorriendo las calles transitadas del centro sobre la motocicleta de Minho, apretando sus brazos alrededor del abdomen del mayor

Sus ojos se cerraron ante la brisa fresca de la media noche y, cuando los abrió, se encontró con la vista frontal de un bonito complejo de departamentos. Jeongin se separó de la espalda del castaño y quitó su casco, dispuesto a bajarse de la motocicleta, pero entonces sintió la mano de Lee en su pierna, deteniendo sus intenciones.

— Es en este momento en el que me das una respuesta sincera de si quieres o no que suceda algo entre nosotros —dijo, girando su rostro para chocar sus ojos con los de Jeongin—. Si me dices que no... entonces te llevaré a casa y te daré un beso de despedida que hará que te arrepientas de tu respuesta; si me dices que sí, entonces prepárate porque haré que las estrellas se sientan celosas del brillo que tendrán tus ojos cuando te lleve a la cima.

Debía darle una respuesta rápida, lo sabía, pero las palabras murieron en su garganta mientras se inclinaba a besar al mayor, dejando en claro lo que quería. Eso había sido suficiente.

── drive !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora