Veinticinco: Juramento

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C A P Í T U L O  V E I N T I C I N C O


Narrador Omnisciente

Si le preguntáran al pueblo, con qué palabra definirían la estadía en Italia los últimos tres meses, es probable que la mayoría responda "paz". Con el ascenso del príncipe Thomas como nuevo Rey de Italia, las cosas han mejorado notablemente.

Sí que era cierto que Thomas estaba mejor capacitado y muchísimo más activo para la corona. Sus acciones y obras para con el pueblo quedarán retractadas para siempre en los libros de historia.

Liberó al pueblo de la nube de oscuridad que lo cubría. Subieron las cosechas de alimentos en los campos y los frutos del trabajo causó que todo el pueblo tuviera un plato de comida en su mesa, todos los días.
Atrapó a los ladrones, encerró a los violadores, y ofreció seguro de salud a todos los que no poseían una.
Mejoró notablemente el hospital de salud, contratando medicos y enfermeras lo bastante buenas en su trabajo como para disminuir la tasa de mortalidad en Italia.

Plantó árboles, flores, llenó el Castillo de colores y el pueblo de alegría.

En todos esos largos y tediosos tres meses, fué nombrado el mejor rey que ha tenido Italia en los últimos siete años, haciéndole honor a su abuelo; el rey Enzo. Su madre, Beatrice, no podía estar más orgullosa de su hijo.

Y aunque Davina está orgullosa de Thomas, ni siquiera se atreve a pisar ese Castillo desde que Dorian fué exiliado.

¿A dónde fué? Espero que vuelva. Solía pensar, los primeros días que tuvo que lidiar con su ausencia.

Ha pasado un mes, ¿Estará bien? ¿Qué está planeando? Davina aun mantenía una chispa de esperanza. Creo que no hay peor sentimiento que extrañar al hombre que amas, fácilmente podría compararse con la sensación de quedarse sin aliento.

Finalmente tres meses, el ya no volverá

Quizás Dorian quiso quedarse para siempre envuelto en la oscuridad, pero para ello tendría que haberla matado y... no lo hizo. La dejó en Italia, a su suerte, ni siquiera la dejó con Raphael. Porque Raphael también se marchó en cuanto el dragón desapareció en el cielo. Davina estaba sola.

Y ella no sabía que era peor, la muerte o quedarse estancada en la rabia y el rencor.

Con el paso del tiempo, Davina permaneció en la villa de los druidas, ejercitándose. Cuando se dió cuenta que Dorian no volvería, su corazón se rompió con el pasar de los días y comenzó a amargarse.
No hablaba con nadie, más que con Dez y Keon. Aveces, Viar.

Thomas no supo de ella en mucho tiempo, y aunque eso lo entristeció, no dejó sus deberes de Rey. La falsa Ceilen y Ray permanecieron junto a él, con Artemis, y los demás jovencitos que estaban a cargo de Dorian. Thomas no los abandonará.

La falsa reina Ceilen, ese era otro problema para Davina. Lo había ignorado un cierto tiempo pero Ceilen, la verdadera, ya estaba un poco harta de esconderse en la villa de los druidas. Ella quería recuperar Francia y tener su vida normal pero no era tan simple. Primero debían debían deshacerse de la impostora y no sería nada fácil. La fantasma o lo que sea se había ganado el cariño del príncipe Thomas y la llevaba a todas partes, al ser otra monarca. Aunque Ray intentaba convencer a Thomas de que no se confíara tanto, Davina era la única que podía decirle la verdad.

Y el le creería, porque para Thomas; Davina era el sol que iluminaba su mundo. Aunque el aveces no quisiera admitirlo.

Volviendo al presente, tres meses después de que el Rey Dorian huyera, Davina se encuentra en el valle de los druidas. En una tienda de campaña, sin ventanas pues ella prefiere la oscuridad y de esa forma practicar su luz.

DORIAN Y EL REINADO OSCURO | IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora