Un situación accidental hará que ambos lleguen al punto de pactar un contrato lleno de exigencias por parte del chico.
‼️Fanfic situado un año después del final del manga ‼️
🚫 Contenido +18 y lenguaje fuerte 🚫
Te despertaste y abriste los ojos lentamente, miraste a tu alrededor y lo primero que notaste fue que Denji no estaba a tu lado. Te pareció extraño así que te pusiste una camisa blanca del rubio y te propusiste a buscarlo.
- Hace demasiado frío - dijiste para ti misma
Caminaste hacia la puerta de la habitación pero por alguna razón sentías que estaba a kilómetros de distancia y te tomó un tiempo alcanzarla.
- Denji - dijiste al salir de la habitación, pero no obtuviste respuesta.
Caminaste hacia la cocina pero por alguna razón siempre llegabas a la misma puerta de la habitación donde saliste. No entendías lo que estaba pasando y estabas desorientada, así que decidiste que ibas a entrar de nuevo a la habitación. Abriste la puerta y para tu sorpresa te encontraste con otra puerta más. Estaba llena de pegatinas de precaución sobre no abrir.
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Abriste mucho los ojos y te quedaste frente a ella. "No abras esta puerta" escuchaste a una voz pronunciar esas palabras.
- ¿Que es esto? - tragaste grueso
Estabas a punto de retroceder cuando escuchaste el ruido de una motocierra al otro lado de la puerta.
- ¡¿Denji?! - gristaste - ¿Estas ahí?
No obtuviste respuesta alguna. Decidida tomaste el picaporte de la puerta, sentiste que estaba frío como si de un hielo se tratara y apesar de las advertencias tomaste valentía y abriste la puerta.
- ¿Qué? - dijiste al observar lo que había al otro lado
Estaba tu pequeño hermano jugando con unos carros y algunos muñecos. Sonreiste.
- ¡Hermana!
Te acercaste a él felizmente y de repente una motosierra lo partió en dos frente a tus ojos.
- ¡Nooo! - gristaste
Levanastaste la mirada y viste a Denji. El rio y sin previo aviso te atacó.
- ¡Nooo! - abriste los ojos de golpe.
Estabas de nuevo en la cama, jadeabas, temblabas y sudabas.
- Fue un maldito sueño - dijiste aliviada.
Miraste a tu lado y de nuevo tu chico no estaba ahí. Te levantaste rápido de la cama, corriste hacia la puerta y la abriste.
- Otra vez - dijiste viendo aquella puerta de nuevo.
La abriste de nuevo y viste lo mismo. Despertaste y el bucle siguió una y otra vez.
- Mierda - dijiste sentada al borde de la cama
Sabias lo que estaba pasando: estabas soñado "infinitamente" y siempre replicaba lo mismo, una de tus pesadillas más grandes.
- Despierta, despierta - te decías a ti misma mientras te pellizcabas una y otra vez
